Hospitalidad
Suele ser una caracter¨ªstica de las personas verdaderamente generosas no airear su trabajo social
Deber¨ªamos tener siempre a mano un cat¨¢logo de personas extraordinarias con las que uno se va encontrando por la vida, para no dejarnos llevar por la falsa creencia de que el mundo est¨¢ plagado de gente despreciable. La pareja compuesta por Cuca y Roberto lo son, personas de inmensa calidad humana, como tambi¨¦n lo es el jesuita Higinio Pi. Hay algo que les distingue del resto: si la mayor¨ªa de nosotros tendemos la mano en momentos dif¨ªciles a familiares o amigos que necesitan soporte econ¨®mico y moral, ellos tres se dedican a amparar a desconocidos, a inmigrantes que deambulan por la calle tratando de buscarse un trabajo, una habitaci¨®n donde dormir. Lo que encuentran en esas tres personas fuera de lo com¨²n es una familia y, a partir de ah¨ª, son capaces de abandonar el trapicheo callejero con el que sal¨ªan a flote para tratar de convertirse en ciudadanos legales. Este activismo lleva a?os ejerci¨¦ndose, aunque nosotros no tengamos conocimiento de ello, porque suele ser una caracter¨ªstica de las personas verdaderamente generosas no airear su trabajo social.
Por desgracia, en estos d¨ªas no han tenido m¨¢s remedio que dar a conocer algo que hasta el momento han cumplido de manera discreta, dado que un art¨ªculo del nuevo C¨®digo Penal amenaza con criminalizar su humanitarismo ¡°intencionado¡±; es decir, que usted o yo podemos echar una mano a un inmigrante siempre que sea algo ocasional, como quien le da una moneda a un pobre, pero ellos pueden ser castigados si deciden dedicar parte de su vida a aliviar las penurias de un ilegal y ayudarle a tener una vida digna. Como respuesta a esta sinraz¨®n se ha creado una asociaci¨®n, Salvemos la Hospitalidad, que lucha porque no se iguale judicialmente a los que trafican con seres humanos con aquellos que se dedican a ampararlos. Personas extraordinarias, como Cuca, Roberto o Higinio.
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