Clooney descubre sus defectos
En pleno rodaje de su pr¨®ximo filme como director, uno de los iconos de Hollywood se confiesa como un adicto al trabajo lleno de inseguridades y carencias que solo ¨¦l parece ver
Billy Wilder lo dej¨® claro al final de Con faldas y a lo loco: ¡°Nadie es perfecto¡±. Pero hasta los grandes maestros del cine se equivocan. ¡°Qu¨¦ quieres que te diga. Yo le conozco desde hace 12 a?os y todav¨ªa no le he encontrado una falta¡±, me confirma Matt Damon. Hablamos de ese otro icono del Hollywood contempor¨¢neo, George Clooney. El hombre perfecto y el director m¨¢s guapo del mundo. Eso adem¨¢s de actor, productor, guionista, dem¨®crata a ultranza, benefactor de causas que otros creen perdidas y soltero hasta la muerte, dice. Hablamos con Damon en el rodaje de su ¨²ltima pel¨ªcula, The monuments men, el nuevo trabajo de Clooney como realizador y la sexta pel¨ªcula que Damon y ¨¦l hacen juntos. ?El lugar? Alg¨²n punto perdido entre las monta?as de lo que fue la Alemania del Este. Un paraje que apenas necesita transformaci¨®n para convertirse en el escenario de este filme sobre un cap¨ªtulo real de la Segunda Guerra Mundial: ese grupo de soldados estadounidenses que se dedic¨® a proteger el patrimonio cultural europeo de las bombas aliadas, del saqueo y la destrucci¨®n de un ej¨¦rcito nazi en retirada y de la inminente llegada de los soldados rusos.
Mientras amenaza una nueva borrasca de las que llevan azotando con nieve, agua y fr¨ªo todo el rodaje, la joya en discusi¨®n es ese diamante en bruto llamado Clooney. ¡°Me gustar¨ªa decirte otra cosa. No ser un clich¨¦. Pero solo te puedo confirmar que es un amigo espectacular. Y, de verdad, uno de los mejores directores con los que he trabajado¡±, admite Damon casi disculp¨¢ndose. ¡°Incre¨ªblemente generoso, lo que en ocasiones, como amigo, es frustrante porque no puedes estar a su altura. Y cuanto m¨¢s viejo, m¨¢s guapo. Incre¨ªble¡±, a?ade achac¨¢ndole como ¨²nicas faltas la frustraci¨®n que genera la perfecci¨®n de Clooney.
¡°Es un amigo espectacular y uno de los mejores directores con los que he trabajado¡±, dice de ¨¦l Matt Damon
Est¨¢ claro que si hay que buscar una grieta en ese monstruo en el que Clooney se ha convertido, no es aqu¨ª donde vamos a encontrarla. Quiz¨¢ al otro lado del globo, en la meca de los frikis, en la Comic Con de San Diego (Estados Unidos), un universo al que el actor no pertenece (su ¨²nica pel¨ªcula como superh¨¦roe, Batman y Robin, fue su fracaso m¨¢s sonado) y donde nadie le debe nada. De hecho, el actor ni pisa el suelo de la convenci¨®n para presentar su pr¨®ximo estreno como actor, Gravity, pel¨ªcula en la que su ¨²nica compa?era de reparto es Sandra Bullock. ¡°George es un artista y no podr¨ªa ser otra cosa. Vive en un mundo donde el arte no solo le alimenta, sino que ¨¦l lo hace m¨¢s grande. Lo digo con toda tranquilidad porque nos conocemos desde hace mucho, mucho antes de que cualquiera de nosotros tuviera una carrera¡±, le defiende su amiga Sandy.
Probemos con alguien que no pertenezca a su c¨ªrculo, como Alexander Payne. Al fin y al cabo, el realizador de Los descendientes fue una de las pocas personas que le dijeron a Clooney que no. Fue con Entre copas, cuando Payne le dio el papel a Thomas Haden Church a pesar de lo mucho que el gal¨¢n de Ocean¡¯s eleven luch¨® por ¨¦l. ¡°El personaje no era para ¨¦l, pero me qued¨¦ con las ganas de trabajar con alguien tan afable y del que nadie tiene nada malo que decir. No me defraud¨®. Adem¨¢s fue la persona id¨®nea para empujar una pel¨ªcula independiente en el panorama comercial¡±, relata de una experiencia que llev¨® a Clooney a su tercera candidatura al Oscar como mejor actor, estatuilla que ha ganado como mejor int¨¦rprete de reparto con Syriana y otra como mejor productor con Argo.
?Hay alguien que tenga algo malo que decir de Clooney? ¡°Me llamaron para contratarme como posible suplente teatral de un chaval llamado George Clooney y de su primo, Miguel Ferrer. ?Ese ni?o bonito de televisi¨®n?, les dije que no estaba dispuesto a pasar del tema y me enfad¨¦ porque el trabajo ten¨ªa que haber sido m¨ªo. Y mientras gru?¨ªa airado le vi en un ensayo. Me di cuenta de que el chavalito era muy bueno. Le odi¨¦ todav¨ªa m¨¢s. ?Qu¨¦ cabr¨®n! Adem¨¢s de ser un tipo encantador. Fue hace muchos a?os, pero nada ha cambiado¡±, recuenta sus aventuras Bryan Cranston, ahora tambi¨¦n en la cresta de la ola, que tuvo la oportunidad de desquitarse cuando Clooney le contrat¨® para formar parte del reparto de Argo.
El ¨²ltimo recurso es abordar al propio Clooney, buscar en su casa las grietas que nadie ha sabido encontrar. En persona, el rayo Clooney es todav¨ªa m¨¢s dif¨ªcil de evitar. Un abrazo de oso, dos besos como si nos conoci¨¦ramos de toda la vida y un ¡°?qu¨¦ ilusi¨®n!, ?c¨®mo usted por aqu¨ª?¡± desarma a una desde el minuto cero. Un comentario que cae en la ingenuidad fingida teniendo en cuenta que el ¡°por aqu¨ª¡± es una antigua mina en Bad Grund (Alemania), un set en el que es imposible entrar sin su autorizaci¨®n. O sin un mapa que te lleve hasta un lugar m¨¢s parecido a Mordor. ¡°Hemos tenido d¨ªas peores. D¨ªas en los que deb¨ªa pedirles a los actores que no respiraran mientras rodaban para que no se viera el vaho. La peor primavera desde 1860¡±, dice con una de esas medias verdades de un maestro en el arte de cambiar de tema para llevar la conversaci¨®n a su terreno. ¡°Eso s¨ª, la comida sigue siendo mala. No te importe que se enfr¨ªe, as¨ª no tenemos que comerla¡±, contin¨²a su juego.
Habla durante los ¨²nicos minutos en los que se permite un respiro en un rodaje donde tambi¨¦n es productor y guionista junto con su amigo Grant Heslov, un rodaje que como en todos sus filmes propios conseguir¨¢ concluir cinco d¨ªas antes y por debajo del presupuesto (3,75 millones de euros menos de los 56,5 presupuestados). Todo gracias a no tomarse un descanso. Ni para celebrar su 52 cumplea?os, cifra que le sorprendi¨® en Berl¨ªn. ¡°Rodamos todo el d¨ªa. Esa fue mi fiesta. Ya tendr¨¦ tiempo de celebrarlo. ?O es usted mi regalo?¡±, a?ade lig¨®n, m¨¢s parecido que nunca a Cary Grant gracias a ese bigotito de ¨¦poca que lleva para un filme en el que tambi¨¦n trabaja como actor. Preferir¨ªa no haberlo hecho, dice. Lleva a?os diciendo que quiere dejar la interpretaci¨®n para dedicarse por completo a dirigir, lo que m¨¢s disfruta. Pero sabe que sin ¨¦l delante de la c¨¢mara la financiaci¨®n es m¨¢s dif¨ªcil. Adem¨¢s, su deseo de contar con Daniel Craig se fue al traste porque el James Bond actual ten¨ªa que tomarse un respiro entre rodajes o su esposa, la tambi¨¦n actriz Rachel Weisz, le iba a matar.
El hombre que se llev¨® el Oscar a la mejor pel¨ªcula a principios de 2013, para finales de este a?o piensa estrenar The monuments men, Gravity y, como productor, August: Osage County, otra pel¨ªcula que huele a premio con Julia Roberts y Meryl Streep en su reparto. Quiz¨¢ esta es la fisura de Clooney, que es un adicto al trabajo. Pero es un secreto a voces porque ¨¦l mismo lo ha reconocido antes explicando el porqu¨¦ de su estrepitosa vida amorosa. ¡°Al cabo de dos o tres a?os se cansan de mis viajes, de mi trabajo. No las culpo¡±, dijo en una ocasi¨®n sin demostrar ning¨²n prop¨®sito de enmienda. Bob Balaban, compa?ero de reparto en The monuments men, corrobora esa dedicaci¨®n. ¡°Te viene con todo perfectamente claro. Seguro que se tira hasta las cinco de la ma?ana trabajando, pero al rodaje llega tan contento¡±, afirma.
En lugar de ruborizarse, opta por la aceptaci¨®n. No le importa ser ¨¦l quien describa sus faltas. Por ejemplo, que debajo del George Clooney seguro, con ¨¦xito, del hombre capaz de todo, hacerlo bien y adem¨¢s llevarse a la chica, debajo del benefactor y millonario, se esconde alguien inseguro, que no duerme bien y que teme al fracaso. ¡°Todo el mundo tiene sus inseguridades, ?no? Y como director he cometido grandes errores. Como actor tambi¨¦n¡±, confiesa. ?Y a qui¨¦n recurre en esos momentos? ¡°A mis amigos. ?A qui¨¦n si no? No me rodeo de empleados, sino de amigos. Gente que conozco desde hace 30 a?os. De mi familia. Y te puedo asegurar que no se pasan el d¨ªa dici¨¦ndome que soy un tipo perfecto¡±, resume de su arma secreta.
Todo el mundo tiene sus inseguridades. Como director he cometido grandes errores. Como actor, tambi¨¦n¡±
Cate Blanchett, que acaba de estrenar el trabajo que probablemente la acercar¨¢ a su nuevo Oscar, Blue Jasmine, a las ¨®rdenes de Woody Allen, tambi¨¦n forma parte del reparto de The monuments men. Se r¨ªe de las grandes diferencias de los dos hombres que este a?o han dirigido su vida. Una risa cari?osa desde la que tambi¨¦n encuentra entre sus directores m¨¢s parecidos de los que se aprecian a simple vista. ¡°M¨¢s all¨¢ de lo obvio, de lo condenadamente feo que es George, tanto Woody como ¨¦l carecen de pretenciosidad. Gente pr¨¢ctica en su m¨¦todo de trabajo y nada divos. Gente leal, inteligente y sin pretensiones¡±, resume la actriz.
Lo de las pretensiones se hace dif¨ªcil de creer cuando Clooney lleva a?os vendi¨¦ndonos lo que quiere, desde caf¨¦ en c¨¢psulas hasta el tequila de su amigo Rande Gerber. O cuando nos damos cuenta de que el actor recordado por gestos de buena voluntad como los maratones que organiz¨® para ayudar a las v¨ªctimas del 11-S o del terremoto de Hait¨ª posee tres mansiones ¨Csu vivienda en Los ?ngeles, su palazzo en el lago de Como italiano y otra en Cabo (M¨¦xico)¨C. Mansiones en las que recibe a presidentes, como la cena que le organiz¨® el a?o pasado a Barack Obama y con la que recaud¨® 11,3 millones de euros para su reelecci¨®n, o en las que convence a los jefes de estudio para sacar adelante sus pel¨ªculas. ¡°All¨ª es donde Grant [Heslov] y yo escribimos The monuments men¡±, se?ala Clooney de su villa italiana. ¡°Lo hicimos a mano, en cuadernos de los que arrancamos las hojas y pegamos los trozos. Literalmente. Cortamos escenas aqu¨ª y las pegamos all¨¢. Y cuando lo tenemos hilvanado, lo imprimimos y hacemos una lectura interpretando todos los personajes¡±, detalla sobre su m¨¦todo de trabajo.
¡°En esas que Sony estaba haciendo una de sus giras de prensa europeas y les invitamos a venir. All¨ª estuvieron Michael Linton, Amy Pascal, Doug Belgrad y otra media docena de altos ejecutivos del estudio a los que sent¨¦ en esa p¨¦rgola gigante que hay en casa y durante m¨¢s de ocho horas les interpret¨¦ todos los papeles de la pel¨ªcula. Cuando acabamos nos hab¨ªan dado luz verde¡±, recuerda el int¨¦rprete y director.
?Pretencioso? Puede. Pero en estas mansiones tambi¨¦n vive el Clooney de a pie. El que se junta con Heslov, Gerber y otro de sus mejores amigos, Richard Kind, a ver la Super Bowl. El Clooney de Armani y alfombra roja al que este a?o llamaron el rey del Oscar, ese al que la ONU nombr¨® mensajero de la paz y que en 2012 fue detenido por protestar ante la Embajada de Sud¨¢n en Washington, es tambi¨¦n el rey de la televisi¨®n, una caja tonta que le gusta tener encendida incluso cuando duerme y donde sus programas favoritos m¨¢s all¨¢ de las retransmisiones deportivas son comedias a lo Modern family, s¨¢tiras de humor pedestre tipo The soup o reality shows como Jersey shore. Es cierto que su casa cuenta con una sala de cine 3D y una buena bodega entre las amenidades de una mansi¨®n estilo Tudor de 690 metros cuadrados construida en dos niveles, con una cancha de baloncesto en la que se ech¨® unas canastas con Obama y Tobey Maguire, adem¨¢s de recibir la noche anterior a unos 150 amigos cercanos al presidente, aunque esa cotizada invitaci¨®n solo ofrec¨ªa una cena con ¡°Barack y George¡±. Todos los invitados, incluido Obama, llegaron all¨ª pasando por ese cartel que lee ¡°atenci¨®n: cruce de cerdos¡±, el ¨²ltimo recuerdo que queda de Max, su cerdo mascota durante a?os. Clooney ha madurado y ahora prefiere la compa?¨ªa de su perro, un cocker spaniel negro llamado Einstein (ir¨®nicamente, el perro de su vecina, tambi¨¦n un spaniel, se llama Clooney).
La casa es la misma que le compr¨® a Stevie Nicks en 1995 por 737.500 euros al comienzo de su fama televisiva en Urgencias. No se ha mudado, a pesar de que est¨¢ ¡°al otro lado¡± de las colinas de Hollywood y en lugar de mirar hacia Beverly Hills tiene sus vistas a ese m¨¢s pedestre y populoso Valle de San Fernando. Tampoco ha cambiado mucho su contenido. Sus objetos m¨¢s preciados, adem¨¢s de sus oscars, son un par de corbatas que pertenecieron a JFK y esa foto junto a Obama que el artista gr¨¢fico Shepard Fairey utiliz¨® para el ic¨®nico cartel de HOPE, probablemente la ¨²nica foto de la que Clooney ha sido borrado. ¡°A Michael Smith, el encargado de decorar la Casa Blanca, le deb¨ª de dar pena porque lo primero que me dijo es que parec¨ªa un piso de estudiante por lo que ten¨ªa en las paredes. Me qued¨® claro que nunca ser¨¦ un coleccionista de arte¡±, cuenta ahora lejos de casa mientras salva en la ficci¨®n algunas de las grandes obras de la pintura mundial. En las paredes tambi¨¦n cuelga la versi¨®n del popular p¨®ster que el cartelista hizo de Clooney, aunque en el suyo se lee DOPE (Estupidez).
Pero no es oro todo lo que reluce. A pesar de lo que su imagen hace pensar, la estrella est¨¢ muy lejos de ser la m¨¢s taquillera (un honor que este a?o fue para Natalie Portman y Shia LaBeouf), o la mejor pagada (menci¨®n que va para Tom Cruise, Leonardo DiCaprio y Adam Sandler). ¡°La ¨²ltima vez que cobr¨¦ un sueldo de Hollywood por adelantado fue con La tormenta perfecta¡±, recuerda sin darle importancia a sus ingresos. Habla de los casi 10 millones de euros que cobr¨® en 2000. Desde entonces no parece motivado por el dinero y est¨¢ acostumbrado a diferir su sueldo con tal de sacar adelante la pel¨ªcula en la que cree. Como dice, tiene suficiente, y si necesita un extra, siempre puede hacer un anuncio. Su villa italiana est¨¢ pagada (le cost¨® 5,6 millones de euros, la mitad de lo que hab¨ªa esperado), y para costear su labor en ?frica, m¨¢s concretamente en Sud¨¢n, hay otras formas de financiaci¨®n. Como dijo Obama durante su paso por Los ?ngeles, Clooney es alguien ¡°en un perpetuo estado de gracia que utiliza su talento para lo que es realmente importante¡±. ¡°Un buen hombre y un buen amigo¡±, agreg¨® solo para ser rebatido por su esposa, Michelle Obama, al a?adir ¡°adem¨¢s de guapo¡±.
Porque todos nos fijamos en el estilo de este gal¨¢n, elegido como el m¨¢s elegante de la velada incluso cuando una y otra vez vest¨ªa el mismo esmoquin. ¡°Yo me parto con esa an¨¦cdota. Ahora tiene m¨¢s donde elegir, pero se pas¨® cinco o seis a?os en la lista de los mejor vestidos con el mismo traje¡±, se r¨ªe Damon, un conocedor de muchos de los secretos de Clooney.
A lo que no solemos prestar tanta atenci¨®n es al Clooney pupas, alguien que padece dolores cr¨®nicos desde su ca¨ªda mientras rodaba Syriana y que le caus¨® un derrame en la espina dorsal del que todav¨ªa se resiente, especialmente cuando est¨¢ mucho tiempo en la misma postura. Alguien que ya lleva un par de serios ataques de malaria, enfermedad que contrajo durante sus viajes a Sud¨¢n, y que tiene un colesterol bastante elevado. ¡°M¨¢s de lo que le quiero reconocer¡±, se r¨ªe ¨¦l mismo viendo pasar los fritos y salchichas de un men¨² que sigue sin querer probar. Se le ve m¨¢s delgado, pero lo que m¨¢s llama la atenci¨®n es ese anillo de casado que luce. Se da cuenta de la mirada y se r¨ªe. ¡°Es igual todos los d¨ªas. Cada vez que me pongo el anillo para mi papel veo c¨®mo todos los ojos se clavan en mi dedo¡±, describe quien acaba de hacer oficial su ¨²ltima ruptura de Stacey Keibler, casi 20 a?os menor que ¨¦l y la ¨²ltima de una larga lista de novias desde que se separara de su ¨²nica esposa, Talia Balsam, y jurara no volver a casarse.
Tengo vicios como vegetar los fines de semana comiendo porquer¨ªas y viendo la peor televisi¨®n del mundo¡±, confiesa
Esa dedicaci¨®n que otros ponen en la familia ¨¦l se la ofrece al cine, a rodajes como el de The monuments men, donde dice poner en pr¨¢ctica todo lo que pudo ¡°robar¡± a los directores que admira, desde Sydney Lumet hasta Steven Soderbergh, y que le paga con creces los sacrificios que hace. ¡°Por eso no me quejo, porque en esta vida no todo es un camino de rosas¡±, se r¨ªe. Si no duerme bien, para eso est¨¢n sus compa?eros de cada noche, un cuaderno y un bol¨ªgrafo con los que atrapa las ideas que no le dejan dormir, cuenta.
Clooney es de los que creen que la paciencia est¨¢ sobrevalorada, y desde luego ¨¦l no la tiene. Tiene otras fallas, que bien conoce. ¡°Soy de los que se conf¨ªan f¨¢cilmente, aunque tampoco es que te entregue mi cartera a la primera. Solo que prefiero pensar bien de entrada¡±. ¡°No me gusta el ejercicio ni ir al gimnasio. Prefiero el baloncesto o la bicicleta, pero durante los rodajes tengo que hacerlo o la cosa se dispara. De todos modos, procuro no pasarme ni comiendo ni bebiendo¡±, detalla un hombre que, pese a la fama de juerguista, reconoce que suele estar a las diez en la cama. ¡°Tengo otros vicios. Como vegetar los fines de semana comiendo porquer¨ªas y viendo la peor televisi¨®n del mundo. Me gustar¨ªa dormir m¨¢s, pero me conformo viendo las locuras que he escrito durante la noche fruto de la enajenaci¨®n que me provocan las pastillas para dormir. Pierdo r¨¢pido la paciencia y tambi¨¦n tengo lo que dir¨ªa s¨ªndrome de atenci¨®n deficitario. Pero sobre todo me siento intimidado ante el talento que me rodea, una envidia sana, y tengo pavor al fracaso¡±.
Lo dicho, nada mejor que recurrir a Clooney para conocer sus defectos. Eso s¨ª, cualquiera de las grietas mencionadas har¨¢n poco efecto en los otros. En una encuesta realizada recientemente en Inglaterra, George Clooney sali¨® como el favorito de las fantas¨ªas de las mujeres casadas, por encima de Brad Pitt, Johnny Depp, Daniel Craig o David Beckham. Y es que son muchas las que coinciden con Billy Wilder al aceptar que nadie es perfecto. Ni siquiera Clooney.
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