Fabricantes de armas, ¨¢rbitros del mundo
Los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad poseen el 90% del arsenal b¨¦lico y controlan el resto de manera selectiva
Armas at¨®micas, qu¨ªmicas, bacteriol¨®gicas, cabezas nucleares, bombas de hidr¨®geno, de neutrones¡ A este listado caben a?adir las armas digitales que en cierto modo ya se han perfilado como potencialmente devastadoras a trav¨¦s de acciones de hackers, robo de bancos de datos y todo un c¨²mulo, a¨²n hoy insospechado, de posibles ciberataques que podr¨ªan sumir al mundo moderno en el caos m¨¢s absoluto. Seguramente, las guerras del futuro se librar¨¢n por Internet. Sofisticados sistemas de software y contra-software podr¨ªan cortar la energ¨ªa el¨¦ctrica, el abastecimiento de agua, de gas, alterar las se?ales radioel¨¦ctricas, paralizar los sistemas inform¨¢ticos de un continente, todo cuanto hoy en d¨ªa regula nuestra vida cotidiana, desde la comunicaci¨®n de masas hasta la vida profesional, familiar y social¡ En definitiva, retroceder al siglo XIX, sin luz, sin tel¨¦fono, sin ondas hertzianas, sin gas, sin agua corriente potabilizada. En una palabra, el fin de la vida que las sociedades occidentales y desarrolladas han conocido y disfrutado desde hace muchos a?os. ?Estamos preparados para esa posibilidad? Pues deber¨ªamos, aunque hoy por hoy el tema sea objeto ¨²nicamente de pel¨ªculas de ciencia ficci¨®n.
Sin embargo, la cuesti¨®n que yo quer¨ªa poner sobre el tapete es el uso de armas qu¨ªmicas sobre la poblaci¨®n civil por parte de poderes sin escr¨²pulos como ha sido el reciente caso de Siria o lo fue en su momento el del Irak de Saddam Hussein sobre la poblaci¨®n kurda en 1988. Por cierto, sin reacci¨®n internacional en aquel caso.
Hablamos d¨ªa tras otro de los 1.500 civiles muertos a finales de agosto en la periferia de Damasco y de las represalias b¨¦licas anunciadas precipitadamente por el presidente norteamericano Obama y frenadas por la iniciativa negociadora del presidente ruso, tras la cumbre del G-20 en San Petersburgo. De momento, parece que se ha sorteado la carrera hacia una ofensiva b¨¦lica de consecuencias imprevisibles para alivio de Obama, aunque queda mucho camino por andar y podr¨ªamos decir aquello de que las espadas permanecen en alto. Por delante, tenemos, en el mejor de los casos, un tortuoso camino de localizaci¨®n y entrega de dichas armas a inspectores de la ONU para depositarlas en alg¨²n lugar a¨²n por determinar para su subsiguiente destrucci¨®n.
El acuerdo internacional sobre armas qu¨ªmicas proh¨ªbe su uso, pero tambi¨¦n su fabricaci¨®n
?Destrucci¨®n? ?Y si hablamos de c¨®mo y qui¨¦n las fabrica y las vende? Porque en el acuerdo sobre la convenci¨®n de armas qu¨ªmicas de 1993 (en vigor desde 1997), se prohib¨ªa no solo su uso, sino tambi¨¦n su fabricaci¨®n. Aunque Siria en este caso no firmara dicho tratado, por s¨ª sola no es capaz de fabricar dichas armas sin el concurso de proveedores del exterior de los productos qu¨ªmicos necesarios. Convendr¨ªa saber qui¨¦nes o qu¨¦ pa¨ªses cometen tal infamia en aras de un negocio tan lucrativo, como el de la fabricaci¨®n y venta de armas para alimentar los centenares de guerras y conflictos en todo el mundo que engrasan a poderosas firmas mundiales ¡ªtambi¨¦n de armamento convencional¡ª, algunas de ellas bien conocidas. Y en este cap¨ªtulo Estados Unidos sigue siendo el primer productor mundial de armamento de todo tipo en el mundo.
Pero en este crimen contra la Humanidad que significa el enriquecimiento de holdings y tambi¨¦n gobiernos a costa de matar a semejantes en todo el planeta hay un doble discurso entre las potencias que se llaman a s¨ª mismas ¡°grandes democracias¡± con enormes dosis de hipocres¨ªa. Recu¨¦rdese a este prop¨®sito el famoso esc¨¢ndalo del Irangate (1986-87) con el embargo por el Senado norteamericano de venta de armas al Ir¨¢n de los ayatollahs mientras el propio presidente Reagan lo transgred¨ªa flagrantemente. En este orden de cosas tenemos hoy otros ejemplos. Tal o cual pa¨ªs no puede tener la bomba at¨®mica, por nombrar una de las m¨¢s mort¨ªferas armas conocidas, porque est¨¢n tan ofuscados o son tan fan¨¢ticos como para decidirse a emplearlas en un momento dado, cuando no se aduce que podr¨ªan caer en manos terroristas del signo que fueren y destruir medio mundo.
En los a?os de la llamada Guerra Fr¨ªa en un mundo bipolar compuesto por dos grandes y ¨²nicas potencias mundiales, Estados Unidos y la URSS, se dijo que el miedo al arma at¨®mica evit¨® una tercera guerra mundial. Tanto Washington como Mosc¨² eran conscientes de lo que pod¨ªa significar pulsar el bot¨®n del malet¨ªn rojo, la destrucci¨®n mutua. Entrados ya en el segundo decenio del siglo XXI, con un mundo multipolar, la bomba at¨®mica, al margen de las potencias aliadas, ganadoras de la Segunda Guerra Mundial, la tienen, entre otros pa¨ªses emergentes, China, India, Pakist¨¢n, declaradamente aceptados y algunos otros, tolerados. Pero no algunos. Por ejemplo, Corea del Norte. O Ir¨¢n, que merece un cap¨ªtulo aparte tras a?os de enfrentamientos y sanciones internacionales por negarse a permitir el acceso a sus instalaciones nucleares por parte del Organismo Internacional de la Energ¨ªa At¨®mica. Actualmente, tras las elecciones de un nuevo presidente, el moderado Hassan Rohan¨ª, Teher¨¢n parece dispuesto a permitir ahora las inspecciones del OIEA para averiguar en qu¨¦ estadio se hallan sus centrifugadoras en cuanto a obtener el uranio enriquecido necesario para la fabricaci¨®n del arma at¨®mica.
El ¨²nico pa¨ªs que ha utilizado la bomba at¨®mica, y de manera unilateral, es Estados Unidos
Sin embargo, no lejos de la naci¨®n persa, otro pa¨ªs m¨¢s peque?o pero poderoso, Israel, posee este armaged¨®n desde hace a?os, precisamente en el centro del polvor¨ªn en que se ha convertido Oriente Medio. Y nos preguntamos, ?por qu¨¦ el Estado jud¨ªo puede fabricar y almacenar en el desierto del Neguev la bomba at¨®mica y no tiene el mismo derecho Ir¨¢n? Razonamientos esgrimidos por altos responsables israel¨ªes vienen a afirmar: ¡°Nosotros nunca ser¨ªamos los primeros en usarla¡±.
En la memoria de todos est¨¢ el reciente 68 aniversario del bombardeo, el 6 y el 8 de agosto de 1945, de Hiroshima y Nagasaki. Fue precisamente el gran mentor y protector de Israel, Estados Unidos, el ¨²nico pa¨ªs que ha usado el arma nuclear por primera vez, unilateralmente y sin avisar, sobre dos ciudades japonesas con el argumento de acortar la Segunda Guerra Mundial y salvar as¨ª muchas vidas humanas. Entre Hiroshima y Nagasaki murieron m¨¢s de 500.000 personas por consecuencias inmediatas y/o directas de los efectos nucleares, sin tener en cuenta las secuelas que a¨²n perduran en los supervivientes y descendientes de aquellas desdichadas gentes, supervivientes del horror jam¨¢s imaginado: ver desaparecer sus ciudades en un segundo. S¨ª, fueron v¨ªctimas de un pa¨ªs enemigo. Pero v¨ªctimas civiles, claro.
Ahora que nos hallamos sumergidos en la recuperaci¨®n de la memoria hist¨®rica de los genocidios y dem¨¢s agresiones cometidas por poderes totalitarios en tantas partes del mundo, no atisbo la raz¨®n por la cual esa barbaridad no ha sido catalogada a¨²n como un crimen contra la Humanidad. Y por qu¨¦ recelamos m¨¢s de Ir¨¢n que de un pa¨ªs como Israel, que al fin y al cabo es el pe¨®n-centinela en Oriente Medio del ¨²nico Estado que ya us¨® en el pasado el arma nuclear. Israel se permite, cuando lo cree pertinente en aras de su seguridad interior, bombardear, por ejemplo, el reactor iraqu¨ª de Osirak en 1981 o m¨¢s recientemente, en 2007, llevar a cabo un ataque sobre un reactor ¡°sospechoso¡± en Siria con el resultado de varios trabajadores norcoreanos muertos, hecho sobre el que cay¨® un sospechoso silencio informativo sin reclamaciones, por otra parte, de los dos pa¨ªses afectados.
Y un ¨²ltimo interrogante: ?Por qu¨¦ Estados Unidos no cumple la convenci¨®n firmada en 1993, en vigor desde 1997, sobre la no fabricaci¨®n y almacenamiento de armas qu¨ªmicas y sigue siendo el primer productor y exportador mundial de armamento convencional y no convencional? ?Y por qu¨¦ junto con Inglaterra, Francia, Rusia y China, (el quinteto del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas) poseen cerca del 90% del armamento mundial?
Mar¨ªa Dolores Masana Arg¨¹elles, expresidenta de Reporteros sin Fronteras, es vicepresidenta de la Comisi¨®n de Quejas y Deontolog¨ªa de la FAPE.
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