Una comicidad irresistible
Si no fuera porque en nuestro mundo sin escapatoria todo trae consecuencias; si no fuera porque muchas de las sandeces se toman en serio y se traducen en prohibiciones y en p¨¦rdida de libertades; si no fuera porque cada vez est¨¢n peor vistos la iron¨ªa y el sarcasmo, y acabar¨¢n perseguidas la broma y la guasa; si no fuera por todo esto, nuestra ¨¦poca ser¨ªa de una permanente comicidad irresistible; y, pese a la crisis y la creciente penuria de demasiadas personas, las amenazas terroristas, los inmigrantes que mueren y todo lo que nos oprime y angustia, nos bastar¨ªa con hojear el peri¨®dico o echar un vistazo a las noticias para recuperar el humor y re¨ªrnos un minuto a carcajadas. No descarto ser yo el an¨®malo, desde luego, pero casi todo lo que sucede me parece rid¨ªculo de un tiempo a esta parte. No me refiero, claro est¨¢, a las actuaciones de nuestros pol¨ªticos, que nada tienen de graciosas y en su mayor¨ªa son injustas y graves para la poblaci¨®n, aunque casi siempre vengan acompa?adas de explicaciones en s¨ª mismas hilarantes, por chocarreras, zarrapastrosas, inconsecuentes o directamente imb¨¦ciles. Sino a las reacciones de la sociedad ante los hechos ¡°menores¡±. En la cara amable del mundo (llam¨¦mosla as¨ª), casi todo es solemne y desmedido.
Veamos algunos ejemplos m¨¢s o menos recientes. El nefasto Presidente de la FIFA, el suizo Joseph Blatter, que a¨²n no ha hundido del todo el f¨²tbol pese a llevar muchos a?os esmer¨¢ndose en ello, se re¨²ne con estudiantes de Oxford y, con cara enrojecida y aspecto de estar muy bebido, hace una parodia sin gracia del jugador Cristiano Ronaldo (ya saben, el famoso humor suizo, que tantas aportaciones ha hecho a la historia de la risa). En vez de limitarse a contemplar su performance con indiferencia y l¨¢stima, el Real Madrid env¨ªa un comunicado de campanuda protesta, y el propio Cristiano se siente agraviado porque Blatter lo haya ¡°militarizado¡± compar¨¢ndolo con un comandante y lo considera un insulto a ¨¦l, a su club e incluso a su pa¨ªs entero (Portugal, c¨¦lebre por su belicosidad y sus ej¨¦rcitos). Y centenares de miles de internautas y tuiteros se abalanzan a manifestar su indignaci¨®n y a exigir la dimisi¨®n del aparente beodo (no que no haya otros motivos, de m¨¢s peso, como llevar un Mundial a Qatar, sin ir m¨¢s lejos). Poco despu¨¦s, ese simp¨¢tico modisto llamado Lagerfeld declara que ¡°Nadie quiere ver gordas en las pasarelas¡±, lo cual, aparte de intranscendente, puede ser bastante cierto, o si no los desfiles estar¨ªan llenos de obesas y obesos, ante la demanda de la concurrencia. La frase, sin embargo, le ha valido ser denunciado ante la justicia francesa por ser ¡°difamatoria y discriminatoria contra la comunidad de mujeres gordas¡± (sic); aunque ¨¦stas est¨¦n repartidas por todo el planeta y no se conozcan entre s¨ª, forman una comunidad, por lo visto. Lo m¨¢s sublime es el nombre de la asociaci¨®n que llevar¨¢ al modisto ante los tribunales, a poco que un juez tieso y severo admita a tr¨¢mite la denuncia: Guapa, Gorda, Sexy y Lo Acepto. En realidad, s¨®lo por lo logrado del nombre (y por sus may¨²sculas), merecen esas mujeres que se les haga caso.
El mundo est¨¢ dominado por la susceptibilidad exacerbada
Hace un par de a?os defend¨ª aqu¨ª a otro modisto, el pobre Galliano, que fue crucificado y perdi¨® el empleo por encararse en un caf¨¦, borracho ¨Ces decir, en ocasi¨®n privada¨C, con unos pesados y decirles algo as¨ª como que Hitler hab¨ªa hecho mal su trabajo por no haberlos exterminado. Como sol¨ªa saber todo el mundo, la gente suelta barbaridades a menudo cuando est¨¢ embriagada, y lo normal era no ten¨¦rselas demasiado en cuenta. La reacci¨®n universal me pareci¨® tan desproporcionada que desde entonces Galliano se ha convertido en uno de mis idolillos: un tipo que acostumbra a aparecer festivamente disfrazado de torero, de gaucho, de marinerito o de z¨ªngara no puede ser, a la fuerza, sino pueril y casi inofensivo. Sigue pidiendo perd¨®n por doquier y haciendo m¨¦ritos, porque quienes lo filmaron en su exabrupto le arruinaron la carrera. En otro extremo del globo, el Presidente de Venezuela, Maduro, asegura con grandilocuencia que la cara de Ch¨¢vez se ha dibujado en una pared del metro, y sus feligreses le creen sin esbozar ni una sonrisa; con anterioridad lo hab¨ªa ¡°sentido¡± convertido en un pajarito (hasta imit¨® sus silbidos), lo cual es sin duda un fen¨®meno: dado el grosor que alcanz¨® el Comandante, resulta milagroso que lo encajara todo en un ¡°pajarito chiquitico¡±. Me habr¨ªa parecido m¨¢s veros¨ªmil que formara parte de las Guapa, Gorda, Sexy y Lo Acepto. Francamente.
La Academia de la Publicidad ha obsequiado a la RAE, por su tricentenario, con un anuncio en el que una madre ri?e a un ni?o en un espa?ol desastroso, y luego, tras mirar el Diccionario, le vuelve a echar la rega?ina con correcci¨®n gramatical y l¨¦xica. Tambi¨¦n han llovido improperios: ?por qu¨¦ ha de ser una mujer la que hable mal? Supongo que ten¨ªa que ser una mujer o un var¨®n, una de dos, y que daba lo mismo. Quiz¨¢ los de la Publicidad deber¨ªan haber elegido a un progenitor hermafrodita, transmitiendo as¨ª una imagen muy realista. Claro que entonces se habr¨ªan soliviantado los escasos hermafroditas, con mayor raz¨®n, imagino. La verdad, no hay manera de decir ni hacer nada sin ofender hoy a alguien y ser objeto de denuncia. La vocaci¨®n inquisitorial es la m¨¢s extendida, y el mundo est¨¢ dominado por la susceptibilidad exacerbada. Si no fuera porque ¨¦sta trae consecuencias ¨Cya lo dije al principio¨C, aqu¨¦l ser¨ªa un lugar bienaventurado, de una comicidad irresistible.
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