Coherencia en la confusi¨®n

El objeto de las im¨¢genes que se nos muestran despu¨¦s de una calamidad es el de confirmar la calamidad. El fot¨®grafo ha llegado al lugar de los hechos con dificultades de todo tipo y no puede decepcionar ni decepcionarse. Imposible escribir un reportaje sobre la muerte en una maternidad o una cr¨®nica sobre el r¨ªo Amazonas navegando por el Manzanares. Todo en la vida tiene un orden, una l¨®gica, una intenci¨®n. Si en una lata donde pone ¡°sardinas¡± encuentras mejillones, es probable que se te erice la piel. Quiz¨¢ ni te los comas, aunque se encuentren en perfecto estado. ?Por qu¨¦? Por si acaso. ?Por si acaso qu¨¦? No tenemos ni idea, pero si debiendo ser una cosa han resultado otra, quiz¨¢ sepan a una tercera que no alcanzamos a imaginar.

De ah¨ª el valor de esta fotograf¨ªa, tomada en la localidad filipina de Tacloban, v¨ªctima del tif¨®n que se ha ensa?ado con el pa¨ªs asi¨¢tico. Ah¨ª tienen a centenares de supervivientes que han pedido la vez para recibir comida y agua de los lugares de abastecimiento. Nada que ver con las im¨¢genes de hambrientos asaltando los camiones de ayuda humanitaria o saqueando los comercios. He aqu¨ª un cuerpo social que funciona como cuerpo social y no como un conjunto de individualidades en lucha, unas con otras, por la supervivencia. Vale la pena coger una lupa y observar la actitud solidaria (el orden como forma de solidaridad) de quienes, adem¨¢s de padecer hambre y sed, han sufrido la experiencia de la p¨¦rdida en todas sus variantes. ?Qu¨¦ ojo el del fot¨®grafo, capaz de detectar esta muestra de coherencia en medio del desorden total!