Mi tel¨¦fono es un "m¨®vil justo"

Por Carlos Ballesteros

Despu¨¦s de todo lo dicho hasta aqu¨ª, me da verg¨¹enza confesar que este enero he estrenado uno de esos aparatos. Llevo esper¨¢ndole, eso s¨ª, desde que en junio de 2013 adelant¨¦ mi carta a los sabios de oriente y, un poco pronto eso s¨ª, particip¨¦ en una curiosa campa?a de ¡°crowdfunding¡±comenzada en Holanda. Hab¨ªa que adelantar 340 euros a una fundaci¨®n que se compromet¨ªa a que, si llegaba a 15.000 pedidos, comenzar¨ªa a producir un tel¨¦fono especial. Dado que mi terminal perd¨ªa bater¨ªa por momentos, se apagaba por s¨ª solo, no me dejaba hacer fotos por falta de memoria y la mitad de los d¨ªas decid¨ªa que no quer¨ªa trabajar¡­..era hora de pensar en un cambio y decid¨ª apuntarme.

Los Sabios de Oriente se retrasaron este a?o un poco pero siete meses despu¨¦s de pagarlo, el 10 de enero estren¨¦ mi nuevo terminal, y ha merecido la pena. Est¨¢ hecho en China, como casi todos y en su fabricaci¨®n se usa colt¨¢n, como en el 99% de los cacharritos tecnol¨®gicos. Eso no lo hace ni especial ni digno de ser tra¨ªdo a este blog. ?Entonces? ?A cuento de que contar esta historia personal? Pues que mi tel¨¦fono nuevo es un FairPhone, el primer (y ¨²nico por ahora) tel¨¦fono m¨®vil realizado con criterios de comercio justo.

El ¡°Fairphone¡± es una iniciativa de un grupo de personas que, al ver que en el mercado no hab¨ªa alternativas para sus demandas sociales y ambientales, decidieron juntarse y buscar una soluci¨®n v¨¢lida. Vamos, una historia como la de Triodos Bank, uno de los bancos ¨¦ticos europeos, cuando empez¨® curiosamente tambi¨¦n en ese pa¨ªs: ¡°ya que no hay un banco que responda a nuestras demandas ¨¦ticas, cre¨¦moslo¡±. En este caso la cosa parece m¨¢s f¨¢cil. En junio empezaron una campa?a de esas que ahora llaman de crowdfunding por la cual 15.000 ciudadanos y ciudadanas del mundo pagamos por adelantado nuestro tel¨¦fono, para que la empresa pudiera empezar a operar. Eso es uno de los primeros principios del Comercio Justo ?no? ¡°Pago por adelantado a proveedores para no depender de condiciones financieras externas¡±.

El tel¨¦fono en cuesti¨®n est¨¢ fabricado con minerales sin conflicto. Se han buscado iniciativas en la Rep¨²blica Democr¨¢tica del Congo (RDC) que garantizan que estos minerales no usan fondos ilegales provenientes del comercio de armas y que al centrarse en peque?os productores de una sola regi¨®n, permite aumentar el empleo a peque?a escala y contribuir al desarrollo econ¨®mico y la estabilidad regional. A los mineros se les paga alrededor del doble del salario medio acostumbrado en la zona y se les garantizan condiciones laborales dignas. Este dinero ¡°extra¡±permite adem¨¢s la creaci¨®n de negocios locales e iniciativas de desarrollo en el ¨¢rea. La cadena de montaje y ensamblaje, en China, tambi¨¦n cuida las condiciones de trabajo y los salarios dignos. Adem¨¢s se ha contado con una fundaci¨®n que se llama ¡°Cerrando el C¨ªrculo¡±, que ha asesorado sobre la reciclabilidad y reutilizaci¨®n de los materiales y el alargamiento de su vida ¨²til. Minimizaci¨®n del envase, bater¨ªas recargables, cargador universal que no viene con el aparato pues los de fairphone suponen, con buen criterio, que en casa ya tienes muchos de ellos.

Otro aspecto interesante es lo tocante a su dise?o abierto. ¡°Si no puedes abrirlo, no puedes poseerlo¡±, es su m¨¢xima, as¨ª que todas las especificaciones t¨¦cnicas tanto del aparato en si como del sistema operativo est¨¢n publicadas y a disposici¨®n del p¨²blico. Hay empresas sociales desarrollando aplicaciones y programitas para el tel¨¦fono y en su p¨¢gina web hay abiertos foros de discusi¨®n y de sugerencias. As¨ª adem¨¢s, ser poseedor de un tel¨¦fono m¨®vil no es tan solo adquirir el chisme, es participar de una tribu colectiva que construye de alguna manera el proyecto (bueno, eso tambi¨¦n lo hacen los de la manzanita, de alguna manera ?no?). Por supuesto que el tel¨¦fono no viene asociado a ninguna compa?¨ªa operadora, as¨ª que eres ¡°libre¡± de elegir la que menos te explote y saquee.

Y por ¨²ltimo: desde que el 7 de junio encargu¨¦ y pagu¨¦ mi tel¨¦fono,ha sido continuo el flujo de informaci¨®n recibida sobre los pasos que se iban dando. Cuando alcanzaron la cifra que les permit¨ªa empezar la producci¨®n, a mediados de julio, nos hemos ido enterando puntualmente de la consecuci¨®n de los diferentes retos que supone tener el tel¨¦fono en la calle: conseguir la aprobaci¨®n del dise?o por parte de las autoridades, transportar el material a China, empezar la producci¨®n, dise?ar la caja de cart¨®n reciclado en el que lo env¨ªan, concebir los programas y el sistema operativo. A veces incluso han ido preguntando por sugerencias, haci¨¦ndote de alguna manera part¨ªcipe del proyecto.

Quiz¨¢s deber¨ªa haber dedicado este post tambi¨¦n a discutir y profundizar en la necesidad o no de tener un tel¨¦fono m¨®vil, en la dependencia tecnol¨®gica y psicol¨®gica que suponen estos trastos. Durante muchos a?os me negu¨¦ a tener uno de ellos, luego estuve mucho tiempo con un modelo antiguo de los de teclas, cuando todo mi entorno deslizaba ya los dedos por las pantallas, pero he preferido dedicarla a contar qu¨¦ es lo que hace especial al ¡°Fairphone¡±, y por qu¨¦ estoy contento de haber comprado uno y de haber esperado m¨¢s de medio a?o para poder abrir la caja y poder decir ¡°mi tel¨¦fono es un m¨®vil justo¡±.

M¨¢s sobre m¨®viles y obsolescencia programada en este blog: Mi iPhone me lo reparo yo