¡°La UE tambi¨¦n es responsable de los abusos a inmigrantes en Marruecos¡±
La organizaci¨®n denuncia en un nuevo informe las violaciones de derechos humanos Rabat anunci¨® en septiembre una nueva pol¨ªtica de inmigraci¨®n y asilo
¡°No hay descanso aqu¨ª. Cada ma?ana, los gendarmes vienen. Ayer, estaba intentando preparar la comida y llegaron. Les ped¨ª si pod¨ªan esperar para que pudiera comer algo, ya que sab¨ªa que no tendr¨ªa comida, s¨®lo un largo camino despu¨¦s de la deportaci¨®n. Pero se negaron. Eran las seis y media de la ma?ana y fui con ellos. Obedec¨ª porque si te resistes, te pegan¡±. El desasosiego de Pierre C., un ghan¨¦s de 28 a?os, es el d¨ªa a d¨ªa de decenas de los inmigrantes en situaci¨®n irregular en los campamentos de frontera de Marruecos. All¨ª sufren abusos y violencias y viven en la angustia de las redadas, mientras Europa, el continente que anhelan alcanzar, hace la vista gorda. Human Rights Watch (HRW) publica hoy un nuevo informe sobre su situaci¨®n en el que, adem¨¢s de reprender a Rabat, subraya la corresponsabilidad de la Uni¨®n Europea y sus Estados miembros. Y de Espa?a en particular.
La historia de Pierre C., que se encontraba en el ¨¢rea de Oujda y fue expulsado con la fuerza a Argelia, es una de los 67 testimonios reunidos por la organizaci¨®n en una primera fase de la investigaci¨®n realizada a finales de 2012 y actualizada con nuevas entrevistas en las primeras semanas de este a?o. Los relatos de los inmigrantes son una confirmaci¨®n de denuncias de violaciones de los derechos humanos que se repiten desde hace a?os, a pesar de que la organizaci¨®n reconoce algunas mejoras desde que, en septiembre de 2013, Rabat anunciara una nueva pol¨ªtica de inmigraci¨®n y asilo. ¡°Desde entonces ¨Csubraya HRW¨C la pr¨¢ctica de las expulsiones sumarias a la frontera con Argelia parece haberse detenido¡±. Pero ¡°los abusos persisten¡± y ¡°la fuerzas de seguridad marroqu¨ªes siguen utilizando la violencia contra los inmigrantes expulsados de Melilla¡±. Un uso excesivo de la fuerza que la organizaci¨®n achaca tambi¨¦n a las fuerzas espa?olas. Varios son los testimonios de migrantes que denuncian haber sido pegados por la agentes de la Guardia Civil al intentar entrar a Melilla. ¡°Espa?a deber¨ªa suspender las devoluciones de inmigrantes a Marruecos en la frontera de Melilla hasta que Marruecos no demuestre que no hay m¨¢s riesgo de palizas y abusos y que sus derechos est¨¢n respectado¡±, pide HRW en su informe.
Adem¨¢s del papel de Espa?a en la colaboraci¨®n bilateral con este pa¨ªs para el control de las fronteras ¨Ccon operaciones conjuntas desde 2004 y el acuerdo de readmisi¨®n vigente desde 1992¨C HRW resalta las responsabilidades de la Uni¨®n Europea. ¡°Los abusos de derechos humanos cometidos por las fuerzas de seguridad marroqu¨ªes no pueden ser considerados separadamente de los esfuerzos de la Uni¨®n Europea y de los Estados miembros para evitar que migrantes en situaci¨®n irregular lleguen al territorio de la UE¡±, se lee en el informe.
La Uni¨®n europea, a trav¨¦s de varios programas de ayuda, ofrece recursos financieros y t¨¦cnicos a Marruecos para el control de la inmigraci¨®n. ¡°A trav¨¦s del Partenariado de Movilidad, firmado en junio de 2013, la UE y Marruecos tambi¨¦n est¨¢n negociando un acuerdo de readmisi¨®n. Human Rights Watch insta a la UE a controlar que no est¨¦ ofreciendo apoyo para programas o fuerzas de Marruecos que violan los derechos de los migrantes garantizados por la ley internacional de derechos humanos¡±, afirma la investigadora de HRW, Katya Salmi, uno de los autores del informe.
¡°La Uni¨®n Europea persigue con Marruecos la misma pol¨ªtica que promueve con otros pa¨ªses: buscar la colaboraci¨®n para prevenir la inmigraci¨®n a trav¨¦s de acuerdos de readmisi¨®n y con dinero y asistencia t¨¦cnica. Con un discurso, una ret¨®rica muy linda de que todo se hace en el pleno respeto de los derechos humanos. Pero en la realidad lo que hemos visto son graves violaciones. La UE y sus Estados miembros deben monitorear mucho mejor la situaci¨®n y emprender acciones y sanciones claras en el caso de abusos. No son s¨®lo responsabilidad de Marruecos. Tambi¨¦n est¨¢ la presi¨®n de la UE por el control de las fronteras¡±, a?ade Judith Sunderland, investigadora senior de HRW para Europa occidental. Sunderland formar¨¢ parte de la delegaci¨®n que viajar¨¢ a Espa?a esta semana para entrevistarse con los representantes de la Guardia Civil y del Ministerio de Exteriores y presentar los resultados del informe. Hoy los investigadores de HRW se re¨²nen en Rabat con los representantes de la delegaci¨®n de la UE.
Palizas a mujeres embarazadas y expulsiones de menores
La lectura de los testimonios recogidos en el documento de HRW devuelve una imagen de acoso constante. ¡°Le tengo miedo a la polic¨ªa. No puedo alquilar una casa, tengo que mendigar. Estamos en el bosque, viviendo como animales¡±, relata uno de los inmigrantes en las entrevistas realizadas a finales de 2012. Muchos denuncian que, durante las redadas en los campamentos en los alrededores de las zonas fronterizas, los agentes les sustraen sus enseres, queman sus refugios y destruyen o confiscan la documentaci¨®n. Tambi¨¦n hay denuncias de detenciones indiscriminadas contra inmigrantes que demostraban tener los papeles en regla. Luego est¨¢ la violencia f¨ªsica. As¨ª describe un inmigrante con discapacidad ps¨ªquica que usa muletas, una de las redadas que se produjeron a las afueras de Nador en el verano de 2012: ¡°La polic¨ªa lleg¨® con las porras. Me dieron con ella y me preguntaron por qu¨¦ estaba all¨ª. Me esposaron y me agarraron y me pegaron 10 o 12 veces con una porra en la espalda. Y yo perd¨ªa sangre¡±. Y este es en el testimonio de una mujer embarazada de cinco meses sobre otra redada meses m¨¢s tarde: ¡°La polic¨ªa lleg¨® sobre las 5 o 6 de la madrugada. Llegaron cuando est¨¢bamos durmiendo y nos maltrataron. Me preguntaron d¨®nde estaba mi marido y me pegaron. Me golpearon en el est¨®mago a pesar de que les hab¨ªa dicho que estaba embarazada¡±. Se registran adem¨¢s detenciones y expulsiones de menores no acompa?ados. ¡°Marruecos no garantiza a los menores no acompa?ados la protecci¨®n en su territorio, como es su obligaci¨®n bajo las leyes internacionales¡±, se lee en el documento de HRW.
A pesar de que la situaci¨®n parece haber mejorado en cuanto a las intervenciones policiales en la zona de Oujda que acababan con la expulsi¨®n de los inmigrantes a Argelia, la polic¨ªa marroqu¨ª sigue practicando redadas alrededor de la ciudad fronteriza de Nador, como la del 29 de enero pasado, denunciada por los inmigrantes entrevistados por HRW, cuando los agentes destruyeron el campamento donde se refugiaban y detuvieron y pegaron a los que intentaban llegar a Melilla. Seg¨²n los testimonios recogidos por HRW, los migrantes detenidos en Nador son conducidos en autobuses a Rabat y otras ciudades de la costa.
M¨¢s protecci¨®n para los refugiados
Desde septiembre de 2013, y despu¨¦s de a?os de denuncias a las que se sum¨® el Consejo Nacional de Derechos Humanos del Reino de Marruecos, el Gobierno ha reestablecido en Rabat la Oficina para los Refugiados y Ap¨¢tridas, que estaba cerrada desde 2004. Una decisi¨®n que HRW juzga positivamente, si bien en el informe se subrayan las dificultades para los demandantes para llegar a las oficinas del Alto Comisionado de la ONU para los refugiados (Acnur) que gestiona en primera instancia las peticiones de asilo. "La Oficina para los refugiados y los ap¨¢tridas ha vuelto a procesar ahora los casos de los refugiados reconocidos por Acnur y les otorga una tarjeta de residencia que les permite trabajar y tener acceso a los servicios sociales. Parece una novedad positiva. Por ahora, Acnur sigue gestionando las pr¨¢cticas de determinaci¨®n del estatus de refugiado. Las autoridades marroqu¨ªes nos han dicho tambi¨¦n que est¨¢n preparando una nueve ley de asilo", comenta la investigadora de HRW, Katya Salmi.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.