Cine marroqu¨ª: de cantidad a calidad
De los cinco o seis films que se rodaban en los noventa ha pasado a la veintena que se produce actualmente
![Anal¨ªa Iglesias](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2Fca24b7a6-0a22-4ed0-9550-abd0a97e3a10.png?auth=1b675345b262dbaf77105821a174a18a42de7430ebea5d73954c0f28528b3cb3&width=100&height=100&smart=true)
![Fotograma de la película 'Solei-man', de Mohamed El Badaoui.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/JREBKHMZGTB2B3RWJOIQSBG3GQ.jpg?auth=4c0fb6ef906b41c2da9c70f2d827a773071d9d2ab1ff8db2912a095437575e74&width=414)
"Estoy orgullosa de ser marroqu¨ª". Lo dice la realizadora Asmae El Moudir, una de las tantas artistas j¨®venes del Magreb. Ella es la directora de un corto muy personal, entre el documental y la ficci¨®n, hecho con mu?ecas rusas que llevan pintada la cara de los l¨ªderes sovi¨¦ticos pero que representan a sus t¨ªos o a su abuela o a los ni?os que rodearon su infancia entre familiares migrantes, y que ha titulado nada menos que Memorias anacr¨®nicas. Asmae est¨¢ en T¨¢nger presentando su obra, explic¨¢ndola en franc¨¦s, mientras escucha las preguntas en dariya (¨¢rabe dialectal marroqu¨ª). Lo mismo hace Narrimane Yamna Fakir, otra chica que dirige cine y regresa as¨ª a la vida cotidiana de su pa¨ªs de origen. Las mujeres se sienten parte de la sentencia del orgullo y hay aplausos en la sala llen¨ªsima de gente que se ha acercado, plena de preguntas, a la primera rueda de prensa de la 15? edici¨®n del Festival Nacional de Cine de T¨¢nger, en el hotel Chellah.
Transcurren las primeras jornadas de proyecciones de esta muestra de lo realizado en el vecino Marruecos, durante el a?o 2013, que constituye la cita anual m¨¢s importante de la industria. Es esta una edici¨®n especial en la que las autoridades del Centro Cinematogr¨¢fico Marroqu¨ª quieren poner sobre la mesa de debate el desarrollo de un marco jur¨ªdico, "a la luz de las recomendaciones del Libro blanco del cine marroqu¨ª".
Esta industria incipiente crece a buen ritmo (de cinco o seis filmes que se rodaban en los noventa, se ha pasado a superar los 20 anuales) y sus creadores anhelan se acerque al dinamismo de la egipcia y a la intrepidez y calidad de la iran¨ª, que desde hace d¨¦cadas forma parte de la selecci¨®n de los festivales mundiales de referencia.
"Es tiempo de pasar de la cantidad a la calidad", remat¨®, a prop¨®sito, el realizador Abdou Achouba, su discurso en la gala de apertura, con el marco hist¨®rico incomparable de la sala art deco del Cinema Rif de la Cin¨¦mat¨¨que de T¨¢nger.
El certamen re¨²ne a toda la industria, desde las 'vacas sagradas' hasta los realizadores noveles
Achouba preside el jurado que premiar¨¢ a los mejores entre los 21 cortos en competencia. En tanto, el escritor y polit¨®logo Abdallah Saaf es quien preside el jurado de largometrajes en competencia, que este a?o suman 22. El palmar¨¦s se anunciar¨¢ el pr¨®ximo s¨¢bado 15.
Much¨ªsimos espectadores, salas en efervecencia, con todas las funciones atiborradas y gente pugnando por entrar a disfrutar y a verse, como sociedad, en pantalla grande. Tal el paisaje del T¨¢nger de estos d¨ªas, lluvioso y fr¨ªo, al que no dejan de llegar periodistas de la capital y de medios de migrantes en Europa. Se trata de un momento hist¨®rico porque el p¨²blico elige cine nacional a la hora de ir a las salas (y tambi¨¦n de verlo en TV), aunque del otro lado todav¨ªa se oigan persistentes reivindicaciones de los artistas, especialmente los actores, por la profesionalizaci¨®n de un cine con limitad¨ªsimos presupuestos.
Quiz¨¢ parte de esta cuesti¨®n presupuestaria est¨¦ detr¨¢s de la excelente calidad t¨¦cnica y art¨ªstica de la mayor¨ªa de los cortometrajes y, en cambio, los altibajos que se advierten en la producci¨®n de largos.
El Festival de T¨¢nger tiene la particularidad de que aqu¨ª se re¨²nen todos, o casi todo el cine marroqu¨ª, desde las vacas sagradas hasta los realizadores noveles, entre ellos muchas mujeres.
Llegan a la ciudad m¨¢s internacional de Marruecos chicos y chicas con su opera prima bajo el brazo, contra viento y marea, y contra todos los condicionantes del mundo, a mostrar un arte que empieza a decir cosas nuevas o desde una perspectiva absolutamente otra. Este es el caso de Solei-man, un largometraje de coproducci¨®n hispanomarroqu¨ª, dirigido y protagonizado por Mohamed El Badaoui, un joven rife?o residente en Madrid, que ha gozado de una envidiable acogida entre el p¨²blico y los medios nacionales, tras su pase, este s¨¢bado.
Solei-man es la lac¨®nica historia de un pescador de Alhucemas que se debate entre la atracci¨®n hacia una mujer y el compromiso con su familia, que vive una situaci¨®n muy dif¨ªcil a causa de la grave enfermedad de su hijo.
'Solei-man', de Mohamed El Badaoui.
"En Solei-man, que es mi primer largo, hablo del amor en sus infinitas maneras, de las m¨¢s puras y fuertes, como las que unen incondicionalmente a los padres con sus hijos, hasta aquellos encuentros que nos arrollan con la fuerza de las olas, con una pasi¨®n inevitable, que se sienten y se viven con placer, pero tambi¨¦n duelen", comenta El Badaoui al fin de la proyecci¨®n y tras los aplausos de un p¨²blico que acompa?¨® el expresivo silencio del filme con plena atenci¨®n.
Si el cine es contar un pedazo de verdad, El Badaoui intenta empezar a contar la suya, desde el jard¨ªn de una casita cerca de Alhucemas: "Venimos de un cine de di¨¢logos, que se nutre estil¨ªsticamente del teatro marraquech¨ª, de los textos coloridos de los cuentacuentos de la plaza de Djem¨¢ El Fnaa... En mi cine, yo elijo el paisaje del Rif, apenas el ruido de las olas, el viento del Mediterr¨¢neo y los paisajes humanos que conoc¨ª en mi infancia. Me expreso en la contemplaci¨®n, porque el silencio dice y los gestos de las personas son un idioma universal".
Entre las obras de los consagrados, hemos visto Secrets d'oreiller de Jilali Ferhati, en la noche de inauguraci¨®n. Con Ferhati hablamos luego de la prostituci¨®n como uno de los temas que aborda a menudo el cine marroqu¨ª. "Cuando hago una pel¨ªcula sobre las mujeres, conozco mejor a los hombres. Es a trav¨¦s de la mujer que hablamos de las conductas del hombre", responde Ferhati, con el aplomo de la experiencia. "El velo o la vestimenta femenina son parte del folklore, o de ciertos principios de las sociedades. Pero muchos de los problemas de la mujer marroqu¨ª son los problemas de la mujer espa?ola", apunta.
Y uno de esos asuntos es, sin duda, el del sacrificio o la ambivalencia del sacrificio entre lo que es l¨ªcito conceder de libertad o de vida propia frente al valor de ciertos deberes familiares. Un asunto que ciertamente afecta a las mujeres de todos los continentes y que el cine magreb¨ª aborda a menudo.
El de Marruecos es el cine de la verdad bien iluminada de sol africano, el que se propone ahora dar otro paso adelante.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
![Anal¨ªa Iglesias](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2Fca24b7a6-0a22-4ed0-9550-abd0a97e3a10.png?auth=1b675345b262dbaf77105821a174a18a42de7430ebea5d73954c0f28528b3cb3&width=100&height=100&smart=true)