?Qu¨¦ pas¨® con Kony?
Esta entrada ha sido escrita desde el Norte de Uganda por nuestro colaborador Alberto Eisman.
El 5 de Marzo del 2012, la organizaci¨®n norteamericana Invisible Children present¨® un cortometraje que iba a ser uno de los fen¨®menos virales m¨¢s importantes de la era internet, con cerca de 100 millones de visualizaciones s¨®lo en Youtube. El v¨ªdeo, llamado 'Kony 2012', trataba acerca del problema causado por la guerrilla del LRA (Ej¨¦rcito de Resistencia del Se?or, en sus siglas inglesas) tanto en el norte de Uganda como en el Este de la Rep¨²blica Centroafricana. Los contenidos del mismo, aunque bien intencionados, ca¨ªan en una tremenda simplificaci¨®n de un problema bastante complejo y, eliminando par¨¢metros temporales y espaciales por mor de la concisi¨®n, pintaban un cuadro sin matices intermedios, claramente dividido entre ¡°los buenos y los perversos¡±.
En cuesti¨®n de pocas jornadas (se dice que en aquellos d¨ªas la mitad de los j¨®venes adultos norteamericanos oyeron acerca de Kony) el mensaje se repiti¨® exponencialmente como un mantra m¨¢gico: hay que eliminar al sanguinario Kony y el ¨²nico que puede hacer esto es el ej¨¦rcito de los Estados Unidos. Una soluci¨®n simple y expeditiva para un gran problema.
En un principio, el documental consigui¨® parte de lo que se propon¨ªa al llamar primero la atenci¨®n del mundo acerca de este conflicto olvidado y segundo hacer incidencia pol¨ªtica para que la opini¨®n p¨²blica americana apoyara la decisi¨®n deenviar tropas norteamericanas equipadas con material tecnol¨®gico puntero que desde Noviembre del 2011engrosaron la misi¨®n de la Uni¨®n Africana en la RCA y se involucraron a largo plazo en la b¨²squeda y captura de Kony y sus huestes.
En Uganda, el documental no fue acogido con tanta benevolencia y credibilidad como en el extranjero. En algunos pases p¨²blicos hubo incluso disturbios por parte de espectadores que protestaban contra la cinta al verla como un alegato que pon¨ªa mucho m¨¢s ¨¦nfasis en la labor salvadora de los blancos y su voluntarioso activismo que en el sufrimiento real y constante de las v¨ªctimas durante todos estos a?os. El mismo director Jason Russell a?adi¨® involuntariamente dramatismo al asunto al perder transitoriamente su salud mental en un lamentable episodio de psicosis reactiva y ser arrestado por la polic¨ªa en estado de embriaguez, drogado y desnudo en medio de la calle.
?Qu¨¦ ha ocurrido entonces en todo este tiempo, una vez que ha pasado ya el tsunami medi¨¢tico que caus¨® el video?
Para comenzar, en estos dos a?os la situaci¨®n en la regi¨®n se ha complicado sobremanera:
- Sigue latente el problema de Darfur (santuario y refugio para Kony, junto con la remota zona norte del Bahr-el-Ghazal oriental, ahora en la Rep¨²blica de Sud¨¢n del Sur) y por tanto el l¨ªder rebelde sigue teniendo acceso a estas zonas.
- La Rep¨²blica Centroafricana se ha visto sumida en un tremendo caos producido primero por las milicias Seleka y su ant¨ªtesis las Anti-Balaka (con sus sangrientas represalias anti-musulmanas) que han producido miles de muertos y el ¨¦xodo masivo de una buena parte de la poblaci¨®n. En lo que a las zonas centroafricanas afectadas por el LRA se refiere, parad¨®jicamente son las que menos han sufrido las consecuencias de este conflicto nacional. Sin embargo, las Naciones Unidas y las organizaciones internacionales han retirado pr¨¢cticamente todos sus efectivos de la base de Obo, al oeste del pa¨ªs, desde de donde se coordinaban las labores de inteligencia contra el LRA y de apoyo a la poblaci¨®n civil.Estas retiradas denotan tambi¨¦n una cierta fatiga internacional sobre el tema del LRA.
- La Rep¨²blica del Sur Sud¨¢n vive desde mediados de Diciembre un conflicto interno de serias dimensiones que han provocado el desplazamiento de casi un mill¨®n de personas y la muerte de varios miles. En este contexto es bastante pol¨¦mica la presencia de tropas ugandesas que est¨¢n apoyando al presidente Kiir en su lucha contra el grupo liderado por Riek Machar.
- Este ¨²ltimo conflicto est¨¢ causando dentro de la misi¨®n de la Uni¨®n Africana en la RCA una gran presi¨®n sobre las tropas sursudanesas (500 soldados) y ugandesas (1000-1500 soldados) ya que sus gobiernos ¨C dada la presente situaci¨®n ¨C ven como prioridad el reubicarlas en el Sud¨¢n del Sur. El contigente norteamericano (100 personas) todav¨ªa est¨¢ presente pero no tiene fuerzas de infanter¨ªa sino que cuenta solo con efectivos de inteligencia y transporte que poco pueden hacer sin el apoyo de patrullas en el terreno.
Entre todo esto, ?cu¨¢l es la situaci¨®n real del LRA? Se sabe que vive uno de sus momentos m¨¢s bajos de moral, probablemente quedan solo unos 250-300 combatientes. El pasado 6 de Diciembre se produjo la que desde el a?o 2008 ha sido su defecci¨®n m¨¢s masiva: 19 rebeldes, incluyendo mujeres y ni?os, se entregaron en el poblado centroafricano de Zemio. A pesar de estos datos esperanzadores, la presencia de miembros del LRA en la selva centroafricana sigue siendo un elemento desestabilizador. Peque?os ataques y secuestros contin¨²an sucedi¨¦ndose alrededor de la ciudad de Obo y la historia dice que cuando estas fuerzas no est¨¢n bajo presi¨®n ¨C m¨¢xime aprovech¨¢ndose del r¨ªo revuelto que es ahora la regi¨®n ¨C pueden reagruparse con relativa facilidad.
Por el momento entre la Rep¨²blica Democr¨¢tica del Congo y la Rep¨²blica Centroafricana hay ya 450.000 desplazados internos a causa del LRA.Del paradero de Kony, poco se sabe; se especula como siempre acerca de su estado de salud pero no hay confirmaci¨®n alguna. Dos a?os m¨¢s tarde, el conflicto del LRA apenas ocupa titulares, hubo una segunda parte de Kony2012 que apenas interes¨® (lo cual muestra tambi¨¦n la l¨ªquida volatilidad de los sentimientos humanitarios en la era cibern¨¦tica). A pesar de los esfuerzos del mundo occidental y sus v¨ªdeos virales, Joseph Kony sigue suelto, sigue burlando a sus perseguidores y sigue causando dolor, miedo, miseria y desplazamientos de civiles en una de las zonas m¨¢s olvidadas y remotas de uno de los pa¨ªses m¨¢s pobres del mundo.
Comentarios
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.