¡°No nos borren de la historia¡±
Las v¨ªctimas de violaciones de derechos humanos durante los reg¨ªmenes militares que gobernaron Bolivia entre 1964 y 1982 reclaman que no se les condene al olvido
![Julio Llanos, uno de los activistas del movimiento que reclama un cambio en el trato recibido por las víctimas de los regímenes militares en Bolivia.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/2AM3FC6WHPFFK3QEL62AAQIPXQ.jpg?auth=e0e8bac89bdd598a6d4e3a134c59f2d69bd19ad72b5a76862c3347199e045f91&width=414)
En el Parque Urbano Central, sobre una colina desde la que se divisa una espl¨¦ndida vista de La Paz, el Memorial Marcelo Quiroga recuerda la figura del fundador del Partido Socialista Boliviano. Abatido a tiros en 1980 durante los violentos sucesos que siguieron al golpe de Estado del general Luis Garc¨ªa Meza, Quiroga sigue siendo un desaparecido, ya que nunca encontraron su cuerpo.
El monumento y la peque?a exposici¨®n sobre la figura del pol¨ªtico est¨¢n abiertos al p¨²blico tan solo un d¨ªa al a?o. Esto constituye un perfecto s¨ªmbolo del olvido al que han sido condenadas las v¨ªctimas de violaciones de derechos humanos durante los reg¨ªmenes militares que gobernaron Bolivia entre 1964 y 1982.
Este periodo dej¨® un tr¨¢gico reguero de m¨¢s de 150 personas desparecidas, al menos 200 ejecutadas extrajudicialmente, 5.000 detenidas arbitrariamente ¨Cbuena parte de ellas torturadas¨C y miles m¨¢s forzadas a partir al exilio.
Gladys P¨¦rez ten¨ªa cuatro a?os cuando su padre fue detenido y desaparecido por la polic¨ªa del r¨¦gimen del general Barrientos. ¡°Llegan a casa, entran, destruyen cuanto pueden y se llevan a mi padre. No lo hemos vuelto a ver. El trauma ha sido tan grande que crecimos en silencio¡±, recuerda con dolor.
Uno de los mayores problemas a la hora de internarse en el laberinto de las violaciones de derechos humanos en Bolivia es que los archivos militares siguen clasificados. La familia del desaparecido Carlos Flores ha peleado duramente por su apertura. Sin ¨¦xito.
Flores desapareci¨® junto con Marcelo Quiroga en el curso del asalto a la sede de la Central Obrera Boliviana, durante el sangriento golpe del general Luis Garc¨ªa Meza, en 1980. Al parecer, intent¨® socorrer al l¨ªder pol¨ªtico, que hab¨ªa recibido un disparo, y fue a su vez alcanzado por el fuego de los soldados que asaltaban el edificio. Nunca se han hayado los cuerpos.
En 2009, despu¨¦s de a?os de lucha, su familia consigui¨® que una resoluci¨®n del Ministerio de Defensa le diese acceso a los archivos militares. Cinco a?os despu¨¦s, la orden no ha podido ser cumplida. ¡°Hemos hecho todo lo que piden, pero cuando finalmente conseguimos un notario para ir al Estado Mayor, no le dejaron entrar¡±, explica Olga Flores, hermana del desaparecido.
Las autoridades bolivianas han hecho una lectura muy selectiva de esta p¨¢gina negra de su historia. Los pa¨ªses que no leen correctamente las p¨¢ginas negras de su historia corren el riesgo de repetir los errores del pasado y sumar nuevas v¨ªctimas a las antiguas.
No ha habido en Bolivia ni la comisi¨®n de la verdad que tanto han reclamado las v¨ªctimas ni, salvo escasas excepciones, juicios contra los responsables de violaciones de derechos humanos. La ley 2640 de marzo de 2004 ¨Cde la que ahora se cumple el d¨¦cimo aniversario¨C establec¨ªa procesos de reparaci¨®n econ¨®mica y moral y ha sido casi el ¨²nico intento de reconocer y compensar a las v¨ªctimas. Pero su aplicaci¨®n ha dejado mucho que desear.
Menos de un tercio de las 6.000 personas que solicitaron ser reconocidas como v¨ªctimas lo lograron. Las v¨ªctimas reconocidas como tales, ocho a?os despu¨¦s de la aprobaci¨®n de la ley, tan s¨®lo han recibido el 20% de la indemnizaci¨®n estipulada originalmente.
Para las v¨ªctimas y sus familiares es una cuesti¨®n de dignidad y de reconocimiento m¨¢s que de dinero. Hace unos meses, una mujer que particip¨® en la huelga de mineros que derroc¨® al r¨¦gimen de Lu¨ªs Garc¨ªa Meza, resum¨ªa este sentimiento en declaraciones a un peri¨®dico: ¡°Digan a las autoridades que no nos borren de la historia¡±.
Con 23 a?os, Lourdes Koya fue detenida durante el r¨¦gimen de Hugo Banzer en 1972. Tras tres meses de incomunicaci¨®n y tortura, fue encarcelada y parti¨® al exilio un a?o despu¨¦s. ¡°Los viernes llegaban agentes oficiales vestidos de civiles para golpearte, desnudarte¡ A veces nos llevaban al Ministerio del Interior para sacarnos informaci¨®n¡ Pens¨¢bamos que ¨ªbamos a morir¡±, explica.
A Lourdes, reconocida como v¨ªctima de detenci¨®n arbitraria, las autoridades le han negado su condici¨®n de v¨ªctima de tortura y de exilio.
Julio Llanos era trabajador y l¨ªder sindical en la Empresa Colquiri COMIBOL cuando en 1964 se produjo el golpe del general Barrientos. ¡°Invadieron militarmente las minas, hubo muchas muertes de mujeres, ni?os y en especial de trabajadores mineros. Tuvimos que huir¡±.
Tras un tiempo refugiado en China, retorn¨® al pa¨ªs en 1966. Detenido en 1969 y torturado, perdi¨® un dedo de la mano izquierda. Qued¨® libre despu¨¦s de una huelga de hambre y diversas movilizaciones de familiares. Hasta la llegada de la democracia en 1982, estuvo en prisi¨®n en m¨²ltiples ocasiones. Sin embargo, no ha sido reconocido como v¨ªctima de la represi¨®n.
Miembro de la Plataforma de Luchadores Sociales, Llanos es uno de los m¨¢s fieles representantes del movimiento que ha permanecido acampado frente al Ministerio de Justicia para reclamar a las autoridades bolivianas un cambio en el trato recibido por las v¨ªctimas de los reg¨ªmenes militares. El campamento ardi¨® a principios del pasado mes de febrero.
El fuego no ha quebrado la voluntad de los manifestantes ni de muchas otras v¨ªctimas, que se niegan a que la lucha por la verdad, la justicia y la reparaci¨®n por las violaciones a los derechos humanos de los reg¨ªmenes autoritarios bolivianos quede reducida a cenizas.
Mar¨ªa Jos¨¦ Eva Parada es investigadora de Amnist¨ªa Internacional para Bolivia y autora de un informe, que la organizaci¨®n publica este martes, sobre la impunidad en la que permanecen los graves cr¨ªmenes cometidos durante los reg¨ªmenes militares que gobernaron Bolivia entre 1964 y 1982.
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