J¨®venes en paro

Si en vez de desgastarse ¡ªy desgastar la paciencia ciudadana¡ª en ri?as de gallos de alcance parroquial, los partidos pol¨ªticos se tomaran en serio los verdaderos asuntos del debate comunitario, otro gallo cantar¨ªa. Porque es falso que la campa?a para las elecciones al Parlamento Europeo del 25 de mayo deba versar sobre cuestiones abstrusas, dise?os institucionales y cuestiones alejadas de las m¨¢ximas preocupaciones sociales.

Por ejemplo: el paro juvenil. Esta lacra est¨¢ asfixiando en Espa?a a una generaci¨®n ¡ªel 55% de los j¨®venes de hasta 24 a?os, unos 880.000, est¨¢n desocupados¡ª, y est¨¢ desangrando el futuro, si no se recuperan esas levas que amenazan con convertirse en una generaci¨®n perdida. Eso s¨ª, con la mordaz paradoja de ser la m¨¢s preparada de la historia. A escala europea son seis millones los j¨®venes sin empleo, lo que supone un coste anual superior a 150.000 millones de euros, un 1,2% del PIB de los Veintiocho, esto es, un 20% m¨¢s que el presupuesto com¨²n.

El Pacto por el Crecimiento y el Empleo acordado por la UE en junio de 2012 fructific¨® en 2013 en la dotaci¨®n de 6.000 millones para la ¡°garant¨ªa joven¡±, de forma que una vez acabados los estudios los chavales puedan acceder a unas pr¨¢cticas, una formaci¨®n adicional o un empleo en el periodo m¨¢ximo de cuatro meses. Es una pol¨ªtica europea solo complementaria de las pol¨ªticas laborales de sus Estados miembros, pero puede ser eficaz.

Se sabe por experiencia ¡ªsobre todo de los pa¨ªses n¨®rdicos¡ª que ese tipo de plan es efectivo a la hora de reducir el nicho m¨¢s alto, y m¨¢s inquietante a largo plazo, del desempleo. Pero la dotaci¨®n acordada es escasa: los 6.000 millones son para un periodo de siete a?os y para 28 pa¨ªses. Parece evidente la conveniencia de aumentarla, como aconseja la OIT. Y se sabe que, en Espa?a, los j¨®venes con estudios encuentran m¨¢s f¨¢cilmente trabajo: solo el 18% de ellos (por contraste con el 55%) est¨¢ parado. Discutan los partidos c¨®mo mejorar la estrategia europea de empleo, propongan sus alternativas concretas a los ciudadanos y que estos decidan.

Pero junto a la cuant¨ªa de la dotaci¨®n destaca otro problema: la exasperante lentitud en su aplicaci¨®n. Un a?o largo despu¨¦s, a¨²n se est¨¢ dise?ando el plan operativo. Cada d¨ªa de retraso equivale a cientos de oportunidades perdidas. Qu¨¦ gran contraste con la rapidez de semanas con la que se redact¨® la reforma laboral.