El orgullo de jugar en un equipo gay
Seis clubes de f¨²tbol 7 reivindican la presencia de homosexuales en el campo
"La pregunta no es si los jugadores est¨¢n preparados para salir del armario; la pregunta es si la afici¨®n est¨¢ preparada para asumir la homosexualidad de los jugadores". Miguel Vela no tiene dudas al respecto. Este madrile?o de 36 a?os trabaja de ingeniero agr¨®nomo y preside G Madrid Sports, uno de los seis clubes de f¨²tbol 7 aficionado de Espa?a formados por y para el colectivo LGBT (lesbianas, gais, bisexuales y transexuales). Kamalions en Bilbao, Panteres Grogues en Barcelona, Gayos y G Madrid en la capital, Samarucs en Valencia y Elaios en Zaragoza reivindican la presencia de homosexuales en el deporte rey.
Son equipos modestos. Todos de f¨²tbol 7, con menos de 20 jugadores cada uno, que subsisten gracias al patrocinio y a la aportaci¨®n de sus socios (25 euros anuales). Muchos participan en ligas organizadas por su comunidad aut¨®noma, pero la crisis y el escaso presupuesto con el que cuentan ha reducido su presencia a tres torneos anuales. A¨²n as¨ª, su pasi¨®n por el f¨²tbol les mantiene a flote.
Surgen bajo un mismo objetivo: desmontar los t¨®picos del f¨²tbol y del colectivo gay. "Quer¨ªamos romper con el estereotipo del gay que solo sale de fiesta y demostrar que en Espa?a hay homosexuales a los que nos gusta jugar al f¨²tbol", explica Fran Pavones, el fundador de G Madrid F¨²tbol. Este funcionario de 48 a?os, al que apodan El Abuelo, fue el responsable de formar el primer equipo gay en Madrid en el a?o 2000.
Surgen para desmontar los t¨®picos del f¨²tbol y del colectivo homosexual
Pese a que en Espa?a el 6% de los j¨®venes de entre 15 y 30 a?os pertenece al colectivo LGBT (seg¨²n datos de la Federaci¨®n Estatal de Gais y Lesbianas), no existe un solo jugador de f¨²tbol espa?ol en Primera Divisi¨®n que haya reconocido su homosexualidad abiertamente. "Es imposible estad¨ªsticamente que no existan gais en el f¨²tbol", asegura Javier Regalado, el presidente y capit¨¢n de Samarucs.
En estos clubes la inclinaci¨®n sexual no es un condicionante. "La sexualidad aqu¨ª es an¨®nima. Si el jugador quiere hacerlo p¨²blico, cuenta con nuestra confianza, pero si quiere mantenerlo en la intimidad aqu¨ª no pedimos ning¨²n carn¨¦", afirma Antonio Ortega, capit¨¢n del equipo los Gayos, creado en Madrid el pasado mes de octubre. Ortega es un psic¨®logo madrile?o de 36 a?os. Atiende en su consulta a j¨®venes con dificultades para asumir su sexualidad. Como apasionado del f¨²tbol, deporte que practica desde los cinco a?os, decidi¨® formar un equipo en el que los gais se sintiesen c¨®modos, pero que al mismo tiempo constituyera una plataforma de integraci¨®n.
Sam Gras es un ejemplo. Este franc¨¦s de 36 a?os, profesor en el Liceo, es el ¨²nico heterosexual del equipo. Lleva siete a?os jugando con G Madrid, casi tantos como los que reside en Espa?a. "Me encanta el f¨²tbol y creo que es necesario mostrar a los m¨¢s j¨®venes que su sexualidad no debe limitarlos en ning¨²n aspecto de su vida", afirma Gras.
Es imposible estad¨ªsticamente que no existan gais en el f¨²tbol
Javier Regalado, presidente? del club valenciano Samarucs
Las mujeres, sin embargo, son las grandes ausentes en estos clubes. El ¨²nico que contaba con un grupo de f¨²tbol femenino era Panteres Grogues y actualmente esa secci¨®n est¨¢ disuelta. "Aceptamos a chicas, sean lesbianas o no. El problema son las federaciones, que no permiten que equipos mixtos participen en los torneos", asegura Joan Mir¨®. El arquitecto catal¨¢n de 46 a?os fund¨® hace 20 Panteres Grogues, el primer club de f¨²tbol gay espa?ol. Mir¨® asegura que la homosexualidad en el f¨²tbol contin¨²a siendo motivo de discriminaci¨®n: "Es una homofobia m¨¢s sutil que directa, donde se sigue asociando al f¨²tbol con la virilidad y calificando de maricas a los jugadores con bajo rendimiento".
"El f¨²tbol es un reflejo de la sociedad. Si la discriminaci¨®n sexual existe en la sociedad, tambi¨¦n existe en el f¨²tbol", sostiene Ortega, capit¨¢n de los Gayos que espera que el f¨²tbol deje finalmente en el banquillo a la homofobia.
Fuera de Espa?a s¨ª se atreven
Thomas Hitzlsperger,?exjugador del Stuttgart, Aston Villa, Lazio o West Ham, entre otros, declar¨® en enero al peri¨®dico alem¨¢n? Die Zeit? su homosexualidad. "He decidido anunciarlo para que este tema avance en el mundo del deporte. No se toma en serio en muchos pa¨ªses y es preocupante". Mientras en Espa?a la homosexualidad contin¨²a siendo casi un tab¨² en el f¨²tbol, en otros pa¨ªses ha habido jugadores que han decidido dar ese paso.
Justin Fashanu. Este futbolista ingl¨¦s de origen nigeriano fue el primer jugador con cierta fama en reconocer su homosexualidad, pero sin duda fue el caso m¨¢s triste. Se suicid¨® en 1998, solo un a?o despu¨¦s de su retiro, tras una acusaci¨®n por acoso sexual a un joven que hab¨ªa quedado desestimada.
Anton Hysen. Futbolista sueco que juega en el Utsiktens BK, en la tercera divisi¨®n, que curiosamente entrena su padre. Nacido en Inglaterra, es un s¨ªmbolo en la lucha por los derechos de los homosexuales en su pa¨ªs.
Robbie Rogers. El estadounidense hizo p¨²blica su homosexualidad en febrero de 2013 al mismo tiempo que anunciaba su retiro como jugador del Stevenage ingl¨¦s. Sin embargo, unos meses m¨¢s tarde acept¨® una oferta de Los ?ngeles Galaxy. Ha jugado 18 partidos con la selecci¨®n de Estados Unidos.
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