Una m¨¢quina siempre a punto

No jugar al f¨²tbol en vacaciones. Es una de las obligaciones que tienen que cumplir los jugadores profesionales. Sus piernas acumulan m¨¢s de 40 partidos al a?o y m¨¢s de seis horas de entrenamiento diario. Son m¨¢quinas de hacer f¨²tbol de alto nivel. Cuerpos que alcanzan las 180 pulsaciones por minuto en momentos puntuales de los enfrentamientos y que pueden llegar a correr entre 14 y 16 kil¨®metros durante los 90 minutos que dura un partido.

Un futbolista de ¨¦lite vive para su deporte las 24 horas de los 365 d¨ªas del a?o. "Pienso 100% en f¨²tbol", dice Andr¨¦s Palop, exportero del Valencia, del Villareal, del Sevilla y del Bayer Leverkusen en este ¨²ltimo a?o. El d¨ªa a d¨ªa es una permanente puesta a punto que le permite aguantar la competici¨®n.

No solo disponen de los mejores medios t¨¦cnicos; tambi¨¦n, de los mejores equipos humanos. Nutricionistas, m¨¦dicos, entrenadores y preparadores f¨ªsicos engrasan los motores de estas m¨¢quinas de ¨¦lite para lograr un estado ¨®ptimo de forma f¨ªsica y un gran control mental del deportista. Tan importante es la velocidad en las piernas como la rapidez en la toma de decisiones durante el juego.

Los fisioterapeutas esperan a los jugadores una hora antes de que empiece el entrenamiento en el campo. Una revisi¨®n en el garaje antes de salir a rodar. "En una plantilla de 20, entre 6 y 12 necesitan masajes para revertir molestias y llevar a cabo con garant¨ªa el trabajo sobre el c¨¦sped", explica Jos¨¦ Luis Arjol, que ha sido preparador f¨ªsico de equipos como el Zaragoza y el Oporto.

La hora de salir al entrenamiento depende de peque?os detalles que pueden ser cruciales, como que la hierba est¨¦ helada las ma?anas de invierno. Cualquier paso en falso es un caro riesgo que no se puede correr.

Las recuperaciones de las lesiones de los futbolistas son como los cambios de rueda de un F¨®rmula 1: m¨¢s r¨¢pidas que las de otra persona. Adem¨¢s de tener todos los aparatos y profesionales a su disposici¨®n, son j¨®venes, atl¨¦ticos y est¨¢n sometidos a la presi¨®n de que si no regresan pronto otro compa?ero ocupar¨¢ su lugar. "Son competitivos al m¨¢ximo, no quieren perder por nada", explica Carlos Mart¨ªnez, doctor en Ciencias de la Actividad F¨ªsica y del Deporte, que ha sido miembro del equipo t¨¦cnico de casi una decena de clubes en distintas categor¨ªas.

"El coraz¨®n del futbolista est¨¢ en la rodilla", afirma Mart¨ªnez. Es la pieza fundamental y la que m¨¢s sufre. La que soporta los movimientos m¨¢s bruscos. La rotura del ligamento cruzado anterior tiene mucha repercusi¨®n en los medios de comunicaci¨®n porque es de las m¨¢s graves, aunque no la m¨¢s habitual. "Deja al futbolista cinco o seis meses sin jugar", asegura el doctor Alfonso del Corral, m¨¦dico del Real Madrid desde 1994 hasta 2007. Pero aclara que la mayor¨ªa de las lesiones recaen sobre los m¨²sculos del muslo. Ellos generan la fuerza de los chutes, brincos, arrancadas y frenadas.

En las lesiones el componente mental es muy importante. El jugador se ve luchando contra su propia m¨¢quina. Lo cultivan desde las canteras y sobre ¨¦l tiene responsabilidad todo el equipo t¨¦cnico, no solo los psic¨®logos. Mart¨ªnez explica que se trabajan los estados de ¨¢nimo, que est¨¦n centrados. "No pueden oscilar entre la euforia y el pesimismo". Los entrenadores son aut¨¦nticos l¨ªderes, muy batallados, que con mirar a un jugador saben de qu¨¦ pie cojea, literal y metaf¨®ricamente.

Tras las dos horas diarias de entrenamiento en el campo, los futbolistas siguen ejercit¨¢ndose. Toca trabajo en la piscina, sesi¨®n con los fisioterapeutas, m¨¢s horas en el gimnasio ¡ªtienen que hacer como m¨ªnimo 120 abdominales al d¨ªa¡ª o ver v¨ªdeos de los rivales.

"Han de tener mentalidad de soldado", dice el doctor Del Corral. La f¨¦rrea disciplina que siguen se refleja tambi¨¦n en la comida. La gasolina son los carbohidratos: pasta, arroz y patatas que llenan los m¨²sculos de energ¨ªa y son de digesti¨®n f¨¢cil. "Los d¨ªas de partido comemos por lo menos cinco horas antes del pitido inicial", comenta Antonio L¨®pez, jugador del Mallorca. "Tengo la suerte de poder comer de todo: cocido, potaje... No engordo. Aunque cuando competimos, la pasta y el pollo a la plancha son obligatorios". Explica que siguen controles peri¨®dicos (tres o cuatro por temporada): an¨¢lisis de sangre, de orina y de grasa corporal. Les pesan todos los d¨ªas y si se pasan, el club puede multarles. El sobrepeso es una fuente de lesiones que no se puede permitir ni el equipo ni el deportista. Arjol defiende a los profesionales: "Act¨²an con sensatez".

Rodrigo Vargas, cocinero de la selecci¨®n espa?ola, prepara la comida para los jugadores./ RFEF

Un adulto ingiere entre 2.000 y 2.200 kilocalor¨ªas; si es deportista, entre 2.800 y 3.200. Tienen que compensar lo que se come con lo que gasta. Cuando van llegando a la edad de retirarse, hay que controlarse. Palop, que con 40 a?os acaba de terminar su carrera, cuenta que cada vez le cuesta m¨¢s perder el peso que gana. El cuerpo ya no va a correr carreras de F¨®rmula 1, as¨ª que no necesita tanta gasolina. Aunque no se puede dejar de practicar deporte. Cuando la m¨¢quina ha estado sometida al m¨¢ximo hay que frenarla paulatinamente.

L¨®pez explica que si act¨²an con l¨®gica, no hay grandes prohibiciones: solo pueden comer carne roja un d¨ªa a la semana, no practicar deportes de riesgo, ni esquiar o montar a caballo, tampoco ir en moto. "No ver¨¢s a nadie llegar en moto a entrenar", reafirma.

Aun as¨ª, no les pesan los sacrificios, se saben unos privilegiados. "He intentado compatibilizar el f¨²tbol con la vida normal. Lo he llevado con naturalidad. Estamos poco tiempo con la familia, pero si tuviera que volver a empezar... lo har¨ªa", reflexiona Palop.

Esa normalidad de la que habla Palop tiene excepciones: Ra¨²l, antiguo capit¨¢n del Real Madrid, instal¨® en su casa una c¨¢mara de hipoxia. Un sistema que imita un entrenamiento a 2.000 o 3.000 metros de altura y facilita el acceso del ox¨ªgeno en los m¨²sculos, lo que retrasa la sensaci¨®n de cansancio.

Han de tener mentalidad de soldado Dr. Alfonso del Corral, m¨¦dico del Real Madrid de 1994 a 2007

El club blanco dio permiso a uno de sus fisioterapeutas, en el que Cristiano Ronaldo tiene puesta toda su confianza, para que viajara con la selecci¨®n portuguesa al Mundial y acompa?ara cada paso del 7 madridista.

Tambi¨¦n Diego Costa, exjugador del Atl¨¦tico de Madrid, d¨ªas antes de la final de la Champions League, intent¨® por todos los medios acelerar la recuperaci¨®n de sus molestias en el muslo. Para ello viaj¨® a Belgrado (Serbia) para recibir un tratamiento con placenta de yegua. Del Corral prefiere no decantarse sobre los tratamientos milagro: "Siempre han existido magos y brujos. La medicina est¨¢ sometida a revisi¨®n cient¨ªfica constante que demuestre su eficacia a lo largo de los a?os".

Al final del d¨ªa, sigue "el entrenamiento invisible", como lo llama Mart¨ªnez. ¡°El descanso de estos hombres completos es fundamental¡±. Considera a los futbolistas atletas decathlonianos: resistentes, veloces y con una r¨¢pida visi¨®n de juego. As¨ª que, obligatoriamente, a medianoche el coche ha de estar metido en el garaje. La m¨¢quina tiene que descansar y asegurar el pleno rendimiento al d¨ªa siguiente.