La FIFA siempre gana sin marcar un gol

Sin sudar. Sin meter un solo gol. Sin siquiera pisar el campo. A¨²n rueda el bal¨®n, pero ya se conoce al ganador de Brasil 2014: la FIFA. Como en Sud¨¢frica 2010. Como en Alemania 2006. Como siempre. La Federaci¨®n Internacional de F¨²tbol Asociado est¨¢ constituida como una organizaci¨®n sin ¨¢nimo de lucro, pero, en la pr¨¢ctica, funciona como una empresa. M¨¢s que eso. Es una m¨¢quina de hacer dinero. Sus ingresos alcanzaron los 1.015 millones de euros solo en 2013, a?o en el que ¡ªseg¨²n sus propias cuentas¡ª logr¨® tener un super¨¢vit de 53 millones, que se suman a los 996 millones que ya acumulaba.

"M¨¢s que una ONG, la FIFA es una multinacional, de las m¨¢s importantes del mundo", afirma Gerardo Molina, presidente de Eurom¨¦ricas Sport Marketing, con sede en Argentina. Pero no es una cr¨ªtica. No para ¨¦l, que prefiere hablar de la industria deportiva. "Sin marcas no hay deportes, mucho menos un campeonato como este", asegura el especialista en marketing deportivo.

Molina cree que, m¨¢s que pedirle a un Mundial que resuelva los problemas de inequidad o pobreza de un pa¨ªs, los ciudadanos s¨ª que deben exigir a sus gobiernos que elaboren una planificaci¨®n estrat¨¦gica para atraer futuras inversiones a medio y largo plazo. Si en el camino la FIFA llena la hucha, ya es otra historia.

Y s¨ª que la llena. La mayor parte, con la organizaci¨®n de los mundiales. Los ingresos de la federaci¨®n ascendieron a casi 3.100 millones de euros solo entre 2007 y 2010, el ¨²ltimo ciclo cuatrienal. Sud¨¢frica 2010 aport¨® el 87% de los ingresos totales.

?Pero cu¨¢nto de lo que genera la FIFA en un Mundial se queda en el pa¨ªs anfitri¨®n? Apenas el 5%, seg¨²n las estimaciones de Eurom¨¦ricas. Carles Murillo, director del M¨¢ster en Direcci¨®n y Gesti¨®n Deportiva en la Universitat Pompeu Fabra, cree que a la FIFA hay que exigirle una distribuci¨®n de las ganancias. "Cuando se mueve mucho dinero, es cosa de dos. Han montado un circo, en el buen sentido de la palabra, que ha generado mucho dinero, ?c¨®mo se redistribuye? La FIFA es el ente regulador, pero tambi¨¦n quien organiza el evento: ser juez y parte tiene sus m¨¢s y sus menos", reflexiona Murillo.

Sus "menos" est¨¢n relacionados, tambi¨¦n, con los esc¨¢ndalos de corrupci¨®n, como el pago de comisiones a dirigentes de la organizaci¨®n, entre ellos, Jo?o Havelange, su presidente durante 24 a?os, o las denuncias de sobornos para que Qatar ganara la sede del Mundial en 2022.

M¨¢s que una ONG, la FIFA es una multinacional, de las m¨¢s importantes del mundo

Gerardo Molina, especialista en marketing deportivo

Pero el malestar no siempre viene dado por lo que se hace, sino tambi¨¦n por lo que se deja de hacer. Para Juan Antonio Sim¨®n Sanjurjo, historiador del deporte, el Comit¨¦ Ol¨ªmpico Internacional es m¨¢s exigente con los candidatos que la federaci¨®n. Por ejemplo, el pa¨ªs que busque ser anfitri¨®n debe se?alar cu¨¢l ser¨¢ el legado que van a dejar los Juegos Ol¨ªmpicos y c¨®mo se va a gestionar cuando la competici¨®n termine.

Algunos legados del Mundial de Brasil son capaces de provocar alegr¨ªa, pero tambi¨¦n cr¨ªticas. Alegr¨ªas, por los goles en el campo; cr¨ªticas, por los sobrecostes. Construir y remodelar 12 estadios cost¨® 2.720 millones de euros, tres veces m¨¢s de lo que el pa¨ªs hab¨ªa presupuestado en 2007. "Esto, sumado a la situaci¨®n que vive Brasil, hace que surja la cr¨ªtica social. La FIFA tendr¨ªa que enfrentarse a esto. Se equivoca al no dar la cara", opina Sim¨®n.

La federaci¨®n es el ente regulador, pero tambi¨¦n quien organiza el evento: ser juez y parte tiene sus m¨¢s y sus menos

Carles Murillo, especialista en gesti¨®n deportiva

La federaci¨®n le exige al anfitri¨®n contar con ocho sedes para el campeonato, pero Brasil decidi¨® celebrarlo en 12 ciudades. Ecuaci¨®n simple: 12 ciudades, 12 estadios. "No ha sido una inversi¨®n. Ha sido una p¨¦rdida de dinero p¨²blico. Una transferencia en beneficio de manos privadas porque no hay recuperaci¨®n", asegura el estadounidense Christopher Gaffney, profesor de urbanismo y arquitectura en la Universidad Federal Fluminense.

El acad¨¦mico, que reside en R¨ªo de Janeiro, es el autor de Cazando elefantes blancos, un blog en el que publica sus investigaciones sobre los estadios. Uno de estos "animales" se encuentra en Manaos. Gaffney ¡ªtambi¨¦n integrante del Comit¨¦ Popular de la Copa, un observatorio que cuestiona los gastos del Mundial¡ª cree que su estadio, el Arena, es un "elefante blanco cl¨¢sico", con la forma y la funci¨®n de un centro comercial. Su coste: m¨¢s de 200 millones de euros, 25% m¨¢s de lo previsto.

Una vez jugados los cuatro partidos del Mundial, el Gobierno estudia abrir un cine en ¨¦l, aunque el centro penitenciario del estado de Amazonas ha pedido trasladar hasta all¨ª a los presos para rebajar el hacinamiento. La ciudad tiene cinco equipos, pero ninguno juega en primera divisi¨®n. Ni en segunda. Ni en tercera. Solo el Nacional, que suele convocar a unos 1.200 seguidores por partido, est¨¢ en la categor¨ªa D. El estadio tiene 44.000 asientos. Algo similar ocurre con los de Cuiab¨¢, Natal y Brasilia, sin grandes equipos ni campeonatos. "Eso es lo que verdaderamente indigna a la gente: se gastan cantidades ingentes de dinero que luego no van a ver. La FIFA tiene que ser sensible a eso", se?ala Sim¨®n.

Brasil tambi¨¦n ha modificado leyes que, en la pr¨¢ctica, benefician a la federaci¨®n y a sus empresas asociadas a trav¨¦s de exenciones fiscales. "La FIFA, m¨¢s que patrocinadores, tiene socios comerciales y, por tanto, ambas partes controlan los negocios. La federaci¨®n les cobra un canon por estar en el Mundial, pero a la vez les da un porcentaje de regal¨ªas", explica Gerardo Molina. En campa?as internacionales como Las jugadas de la FIFA, de la ONG InspirAction, se recogen firmas para que la entidad deje de pedir este tipo de ventajas tributarias. La organizaci¨®n estima que Brasil dejar¨¢ de recibir unos 200 millones de euros en tributos. Otro gol que se anota la FIFA sin pisar el campo.