Profec¨ªas arriesgadas

Cuando se avanzan enf¨¢ticas previsiones sobre cualquier producto o servicio lo m¨¢s probable es que su evoluci¨®n real sea mala o mediocre. Tr¨¢igase a cuento el caso de los coches el¨¦ctricos. Fueron una gran obsesi¨®n de los Gobiernos de Rodr¨ªguez Zapatero, en particular durante la ¨¦poca de Miguel Sebasti¨¢n como ministro de Industria. El ministro lleg¨® a pronosticar, sin que se conozcan con exactitud los fundamentos de la profec¨ªa, que en 2015 circular¨ªan por las carreteras espa?olas un mill¨®n de autom¨®viles el¨¦ctricos, para beneficio del medio ambiente y de la fluidez del tr¨¢fico. Es el tipo de previsi¨®n te?ida de prepotencia e impunidad (en Espa?a pocos se hacen responsables de sus palabras) similar a la promesa (¨¦sta es del popular Gonz¨¢lez Pons) de que Espa?a crear¨ªa tres millones de puestos de trabajo durante la legislatura. Pues bien, en 2014 est¨¢n circulando unos 50.000 coches el¨¦ctricos... pero por toda Europa. ?Hay que desconfiar de la profec¨ªa de Sebasti¨¢n o creer a pies juntillas que en 2015 se vender¨¢n todos los que faltan? Puede disimularse la exageraci¨®n cuando se trata de promesas pol¨ªticas; pero en las econ¨®micas, que suelen medirse, contarse o pesarse, constituye una osad¨ªa innecesaria.

Hay muchos factores que retrasan el ¨¦xito del coche el¨¦ctrico. Todas son conocidas y deber¨ªan inducir a la prudencia. No hay una red de puntos de recarga, la autonom¨ªa es m¨¢s limitada que la del motor de combusti¨®n, la velocidad el¨¦ctrica es por el momento inferior a la convencional y la fabricaci¨®n es costosa. Cualquier economista o empresario medianos interpretar¨ªa que la popularidad de los coches el¨¦ctricos ser¨¢ inversamente proporcional al precio; y ¨¦ste depende de los costes de fabricaci¨®n. Reducirlos costar¨¢ entre un lustro y un decenio. Este es casi todo el misterio.

Por tanto, las nuevas previsiones que apuntan a 600.000 veh¨ªculos el¨¦ctricos en 2020 corren el riesgo de convertirse en el mismo fiasco que las de Sebasti¨¢n. El margen de crecimiento es alto, pero la velocidad de crecimiento de las ventas acelerar¨¢ durante los ¨²ltimos a?os de la d¨¦cada. Es el margen de tiempo que tienen las empresas el¨¦ctricas para encarecer el precio de la electricidad en las estaciones de recarga; y el plazo que tiene el Gobierno para poner un impuesto al kilovatio en el motor.