Relaciones conscientes
Una pareja funciona porque los dos miembros se sienten completos. Saben vivir solos y no ven en el otro a su media naranja, sino a una entera.
Las relaciones personales parecen ser un rompecabezas. A menudo decimos que son dif¨ªciles, sin caer en la cuenta de que tal vez las personas somos ¡°dif¨ªciles¡±. Buscamos gente que cumpla nuestras expectativas, y que nos hagan felices; y esta perspectiva no realista activa infinidad de conflictos. Es como si renunci¨¢ramos a ser dichosos por nosotros mismos, y en su lugar pusi¨¦ramos en manos ajenas las propias esperanzas de bienestar. No es de extra?ar que las rela?ciones personales se conviertan en una fuente de problemas y un rompecabezas indescifrable.
La relaci¨®n personal inconsciente
?Si juzgas a las personas no tienes tiempo para amarlas¡± Madre Teresa
El amor rom¨¢ntico, o inconsciente, poco tiene que ver con el amor verdadero. Esa confusi¨®n es la causa de muchos conflictos en las relaciones personales. El romanticismo es idealizaci¨®n, apego o pura necesidad del otro; y la necesidad es una falta de amor severa hacia la persona que se dice amar. La concepci¨®n rom¨¢ntica del amor ha creado muchos problemas a hombres y mujeres que han sido v¨ªctimas de sus propias fantas¨ªas. Esto no significa que no convenga ser afectuosos, cari?osos, atentos, tiernos, detallistas, c¨¢lidos, suaves, entregados¡ con las personas con las que nos relacionamos. Quiere decir que ¨²nicamente siendo conscientes de en qu¨¦ hemos convertido las relaciones, podremos construirlas sanas y conscientes. Pero, eso que suena tan sencillo, ?c¨®mo se consigue? ?C¨®mo podemos crear v¨ªnculos que funcionen?
- Dejar de buscar (mejor ¡°convertirse¡± en la clase de persona que se busca).
- Despu¨¦s de una ruptura, hacer una ¡°dieta de relaciones¡±, darse tiempo y espacio.
- Recuperar la energ¨ªa f¨ªsica y el equilibrio emocional.
- Aprender a estar solo sin que ello sea doloroso o traum¨¢tico.
- Ordenar el espacio emocional propio y clarificar valores.
- Prepararse para una nueva relaci¨®n.
- No perder nunca ¡°la inocencia¡± y frescura para empezar de nuevo.
- Confiar en que todos merecemos ser plenamente amados.
Si nos saltamos el proceso de cambio, y no hay una verdadera transformaci¨®n personal, en la nueva relaci¨®n aflorar¨¢ el temor de revivir experiencias anteriores, y la carga de dolor nos perjudicar¨¢ notablemente. Porque no ser¨¢n dos personas, sino la suma de sus exparejas, los fantasmas del pasado y de sus constantes miedos a repetir las viejas historias de dolor.
La relaci¨®n personal consciente
¡°El amor verdadero no viene a ti, tiene que estar dentro de ti¡± Julia Roberts
Las relaciones que funcionan son conscientes (maduras emocionalmente) y se establecen entre dos personas que se sienten completas, porque no creen que les falte su ¡°media naranja¡±: se sienten una ¡°naranja completa¡±. Por supuesto, no significa esto que no quieran tener pareja (o una amistad). La desean, pero no la necesitan, son cosas muy diferentes. Las personas conscientes comparten su plenitud, no se relacionan para completar sus supuestos vac¨ªos, ni para mitigar la necesidad de estar en compa?¨ªa. Y entonces, de alguna manera, lo que est¨¢ completo atrae a lo completo, y lo que est¨¢ incompleto a lo incompleto. Los iguales se atraen. Intuitivamente entendemos que cuando dos personas se encuentran y se reconocen completas en s¨ª mismas y no necesitadas, las relaciones empiezan y fluyen con suavidad.
?C¨®mo encontrar una persona completa en s¨ª misma, no necesitada? Puede parecer extra?o, pero la clave es reflejar las cualidades que buscamos en la pareja ideal. Si alguien quisiera tener a su lado a una persona cari?osa, lo mejor ser¨¢ mostrarse cari?oso; si desea conocer a alguien educado, lo propio es mostrarse educado¡ Cu¨¢ntas veces olvidamos esta sencilla regla: ¡°S¨¦ t¨² la persona que quisieras tener a tu lado¡¡±, y tarde o temprano aparecer¨¢ y se fijar¨¢ en ti (c¨®mo no iba a hacerlo si se ver¨¢ reflejada).
Las personas conscientes que establecen una nueva relaci¨®n, en realidad no la buscaban, aunque tal vez la esperaban. Buscar la pareja ideal, o el amigo ideal, ser¨ªa tanto como buscar una aguja en un pajar. Porque ¡°buscar¡±, por definici¨®n, significa impl¨ªcitamente carencia, ausencia, necesidad¡ No puede buscarse una relaci¨®n, todo lo que puede hacerse es crearla.
Mucha gente no entiende por qu¨¦ siempre llega a su vida un mismo estereotipo de persona, ya hablemos de parejas o de amistades. Una y otra vez sus relaciones parecen fotocopias siguiendo un mismo patr¨®n. Parece que no haya otra clase de persona disponible para ellas. No sirve de mucho buscar a alguien con tal o cual cualidad. En su lugar, ser uno mismo adecuado y estar en posesi¨®n de esas facultades, s¨ª es ¨²til. Como los iguales se atraen, aparecer¨¢ alguien con esos atributos.
En lo que se refiere a las relaciones, hay una estrategia mucho mejor de la que sigue el ego y se basa en el amor consciente, algo as¨ª como ¡°amor sabio¡±, pero no una sabidur¨ªa de la cabeza, sino del coraz¨®n.
Volver al amor
¡°Piense que usted es alguien con quien vale la pena pasar el tiempo. Finalmente otro pensar¨¢ lo mismo de usted¡± Doctor Sol Gordon
Para saber estar en pareja es necesario antes saber estar solo. No es sencillo encontrar personas que no odien la soledad. Llegar a tolerar, incluso amar, estar solo, y sentirse bien, es un gran logro personal. Por esa raz¨®n, no es aconsejable empezar una nueva relaci¨®n justo al terminar otra. El campo tambi¨¦n necesita un tiempo de regeneraci¨®n entre cosechas, lo llaman ¡°barbecho¡±. Nosotros podr¨ªamos llamar a ese tiempo ¡°dieta de relaciones¡±, para referirnos al tiempo que una persona se regala a s¨ª misma para recomponerse, centrarse, atenderse y prepararse para la siguiente relaci¨®n.
Cuando se resuelve el miedo a la soledad, se deja de creer en las relaciones superficiales, ego¨ªstas e inconscientes como escudo de protecci¨®n. Estar solo no es una garant¨ªa de no sufrir m¨¢s, sino que al contrario a?ade m¨¢s sufrimiento. La soledad no es buena ni es mala. Es lo que cada uno hace con ella, es como un desierto (los desiertos nunca est¨¢n vac¨ªos), pero, como todos los desiertos, un d¨ªa terminan y es al salir de ellos cuando se reconoce su valor. Llegar hasta el final de la soledad, la agota como sistema de aprendizaje y la cancela. Tratar de suspenderla, de forma artificial, solo pospone el proceso necesario de la soledad para m¨¢s adelante¡
Cuando se resuelve el miedo al abandono, empezar un idilio no es una amenaza, sino una nueva oportunidad. El mayor logro de la relaci¨®n consciente es que ambas personas est¨¢n dispuestas a amar como si nunca antes hubiesen sido heridas, sin volcar en la nueva pareja el dolor de relaciones anteriores. En realidad, esas dos personas son ¡°nuevas¡± y por ello destilan frescura y atractivo (no est¨¢n resentidas, no son desconfiadas, no rezuman amargura y por eso atraen tanto).
Cuando se resuelve desactivar el ego, la nueva relaci¨®n no est¨¢ debilitada por el temor a amar sin condiciones ni apegos. El final del ego es lo que la mente podr¨ªa interpretar como la destrucci¨®n de la individualidad, la anulaci¨®n, cuando en realidad es una transformaci¨®n y la salvaci¨®n de la relaci¨®n. El ego es el estorbo n¨²mero uno en cualquier relaci¨®n personal, ya sea de amistad o de pareja, y la causa de que fracasen, como suele suceder. Si tan solo las personas mantuvieran su ego a un lado, fuera de escena, la historia ser¨ªa otra. Las relaciones seguir¨ªan empezando y acabando, seg¨²n su tempo y prop¨®sito, pero no tendr¨ªan el sabor amargo que a menudo dejan en el recuerdo¡
Cuando todo eso ocurre, las personas conscientes descubren que en realidad no tem¨ªan empezar un nuevo v¨ªnculo o acabarlo; sino que en su inconsciencia tem¨ªan el infierno en el que, con anterioridad, hab¨ªan convertido sus relaciones.
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