El arte n¨®mada de ?frica descubre Espa?a
Un colectivo de artistas viaja a trav¨¦s de dos continentes por carretera para reflexionar sobre el sentido de las fronteras. Espa?a ha sido su ¨²ltima parada
Llegaron a Espa?a el 14 de agosto y la cruzaron de sur a norte en su furgoneta hasta el 2 de septiembre, d¨ªa en que pusieron rumbo hacia su siguiente pa¨ªs en la lista: Francia. El colectivo de artistas africanos Invisible Borders lleva dos meses de viaje por carretera intentando completar la ruta Lagos (Nigeria) - Sarajevo (Bosnia-Herzegovina). Les inspira la idea de promover una reflexi¨®n colectiva sobre asuntos art¨ªsticos, sociales y pol¨ªticos que afectan a las diversas comunidades dentro y fuera de ?frica. Contar que las fronteras solo existen en los mapas y dar a conocer su trabajo m¨¢s all¨¢ de sus pa¨ªses. Para ello, este grupo de nueve formado por fot¨®grafos, escritores, artistas audiovisuales y un grafitero proponen en cada ciudad que visitan diferentes actividades en compa?¨ªa de otros creadores locales. Esto es lo que han hecho en las tres localidades espa?olas que han visitado: M¨¢laga, Madrid y Barcelona. Pero, antes, tuvieron que sortear un nuevo problema.
El 2 de junio comenzaron un viaje tan repleto de ilusiones como de obst¨¢culos: desde dificultades en las fronteras que han ido cruzando hasta la escasez de capital debido a los imprevistos que surgieron por el camino. En un momento dado, incluso se vieron obligados a iniciar una campa?a de micro mecenazgo, un grito de ayuda lanzado a quienes les siguen a trav¨¦s de su blog para que les ayudaran econ¨®micamente a completar su odisea. Consiguieron algo m¨¢s de 4.800 euros, lo suficiente para continuar en marcha. Entonces lleg¨® el siguiente reto: entrar en Marruecos.
El pa¨ªs alauita no les concedi¨® visados y, por tanto, los nueve de Invisible Borders tuvieron que coger un avi¨®n con destino a M¨¢laga. Se encontraban en el S¨¢hara occidental cuando recibieron la negativa. A su juicio, reconocer a ¨¦ste como un pa¨ªs independiente fue la raz¨®n por la que no pudieron visitar Marruecos. "Intentamos obtener los visados desde que est¨¢bamos en Nigeria, pero all¨ª ya sab¨ªamos que no lo conseguir¨ªamos", aseguraba en una entrevista realizada en M¨¢laga Emeka Okereke, uno de los miembros del grupo. Invisible Borders est¨¢ formado por, entre otros, tres sudafricanos y cuatro nigerianos, pa¨ªses que no comparten la pol¨ªtica colonial de Marruecos. "Nuestra posici¨®n, desde el principio, fue reconocer la existencia del S¨¢hara Occidental; lo pusimos en nuestra furgoneta y en nuestras camisetas y lo introdujimos como parte de nuestro itinerario", describe Okereke. "Podr¨ªamos decir que esto ha sido una especie de castigo, una venganza pol¨ªtica", sostiene.
As¨ª, volvieron a Dakar (Senegal), desde donde tomaron un vuelo a Espa?a y rompieron con su intenci¨®n de hacer todo el recorrido por carretera. De la furgoneta, que se qued¨® en Mauritania, se encarg¨® un conductor que la llev¨® por Marruecos hasta M¨¢laga, primera ciudad europea que les recibi¨®. En ella permanecieron entre el 14 y el 24 de agosto, d¨ªas en los que realizaron diferentes intervenciones art¨ªsticas y algunas entrevistas para los medios de comunicaci¨®n. Fueron recibidos con una fiesta en la que hubo comida africana, m¨²sica en directo del grupo Ballet Africain Sunugal, una proyecci¨®n nocturna que sirvi¨® para presentar el proyecto y hasta un despacho fotogr¨¢fico port¨¢til al estilo de los estudios africanos de los a?os cincuenta y sesenta en el que se realizaron retratos a todo el que se anim¨®. Pero m¨¢s all¨¢ de toda celebraci¨®n, lo que llam¨® la atenci¨®n de estos artistas en su periplo por Andaluc¨ªa fue el ¨¦xodo de miles de malague?os hacia Almer¨ªa el 8 de febrero de 1937, en plena Guerra Civil. As¨ª ha quedado registrado en su blog:
Aproximadamente, de 3.000 a 50.000 ciudadanos de M¨¢laga fueron asesinados cuando iban hacia Almer¨ªa. Madres que llevaban a sus hijos en brazos fueron masacradas, quedando los ni?os indefensos y heridos a lo largo del camino. Los m¨¢s mayores, los heridos y aquellos que f¨ªsica, ps¨ªquica o emocionalmente eran incapaces de completar la ruta fueron erradicados. Se afirma que a¨²n se pueden reconocer cad¨¢veres junto a la carretera donde se produjeron los ataques a¨¦reos y terrestres. Los que llegaron a Almer¨ªa fueron en gran parte rechazados por los habitantes de la ciudad por miedo a las represalias del r¨¦gimen franquista. Aquellos que se negaron a evacuar M¨¢laga (unos 4.000) fueron sistem¨¢ticamente acorralados, violados, asesinados y amontonados en fosas comunes como las que hay en el cementerio de San Rafael.
En Madrid presentaron su proyecto en la Casa Encendida, donde se dieron cuenta de la extra?eza que provoca un proyecto como el suyo en Europa. Juan Valbuena, del colectivo de fotograf¨ªa contempor¨¢nea NOPHOTO, les invit¨® a una reuni¨®n de la que aseguran haberse "beneficiado mucho gracias a la riqueza de su experiencia". "Este es un encuentro necesario, sobre todo en lo relacionado con tener ideas sobre la manera de hacer tangibles obras producidas por un artista", escribe Okereke en el blog. No se fueron de Madrid sin conocer Lavapi¨¦s, uno de los barrios m¨¢s multiculturales de Espa?a.
En Barcelona, Invisible Borders se present¨® en el Espacio del Inmigrante, donde trabaj¨® con artistas locales en el entorno del popular barrio del Raval. La experiencia catalana ha quedado en un texto de la escritora Lindokuhle Nkose en el que un relato sobre c¨®mo hacer ¡ªo no¡ª la paella perfecta sirve para sujetar una reflexi¨®n m¨¢s profunda sobre la vida, la muerte y las "no atendidas" peticiones de independencia de los catalanes.
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