"Llevaba a?os reprochando la sangre de horchata de mis alumnos"
J. M. Gay de Li¨¦bana que predijo la crisis y predice la calma. Cada lunes ICON charla con economistas sobre problemas del primer mundo
Si algo han ense?ado a Gay de Li¨¦bana m¨¢s de 50 a?os de militancia perica es, seg¨²n nos cuenta, ¡°a sufrir y a sobrevivir. Ser del Espanyol imprime car¨¢cter¡±, argumenta. ¡°Te acostumbras a ver la derrota como algo cotidiano, aprendes a encarar la vida con aspiraciones sensatas y realistas, algo que tambi¨¦n es muy ¨²til en la econom¨ªa¡±. El examen definitivo en esa escuela de sufrimiento lo super¨® el s¨¢bado 15 de mayo de 2006. Esa noche, su equipo, el de la ¡°maravillosa minor¨ªa¡±, se jugaba la continuidad en Primera Divisi¨®n contra la Real Sociedad y estuvo virtualmente descendido hasta el minuto 92. Entonces lleg¨® el milagro, el gol ag¨®nico de Ferran Corominas, Coro, que sell¨® la permanencia. Li¨¦bana recuerda ¡°el silencio sepulcral y el abrazo g¨¦lido, de miedo y alivio, con mi hijo Pepe, que ahora tiene 19 a?os y entonces era a¨²n un ni?o¡±. Dos d¨ªas despu¨¦s, al economista le diagnosticaron un c¨¢ncer que deb¨ªa operarse de inmediato: ¡°Cuando estaba a punto de entrar en el quir¨®fano tuve la intuici¨®n de que pod¨ªa morirme, y una de las ideas que se me ocurrieron, a m¨ª, que adem¨¢s de muy perico soy muy creyente, fue dar gracias a Dios por haber podido despedirme de la vida dejando a mi equipo en Primera¡±.
Puedes complicarlo todo estudiando recursos y las necesidades y a partir de ah¨ª crear una ciencia econ¨®mica. Pero la econom¨ªa real, la que los pol¨ªticos parecen desconocer porque nunca han trabajado en una empresa privada, se limita a: gasto lo que tengo, y me esfuerzo por encontrar estrategias creativas para reducir gastos y generar ingresos
Siete a?os m¨¢s tarde, Jos¨¦ Mar¨ªa Gay de Li¨¦bana (Barcelona, 1953) sufre un poco menos y sobrevive con humor y dignidad, orgulloso de los 19 a?os que lleva sin fumar. ¡°Aunque me encender¨ªa un cigarrillo ahora mismo¡±, matiza. Sus frecuentes apariciones en programas de televisi¨®n le han transformado en el comunicador que siempre quiso ser (¡°es cierto que mi primera vocaci¨®n fue el periodismo, si me dediqu¨¦ a la econom¨ªa fue por tradici¨®n familiar y falta de alternativas¡±), adem¨¢s de en uno de los economistas m¨¢s medi¨¢ticos de Espa?a, el catedr¨¢tico del sentido com¨²n o el economista indignado, entre otra muchas etiquetas que le han ido colgando con el tiempo.
Empecemos por la ¨²ltima de ellas. ¡°Por supuesto que simpatizo con el 15-M y con la indignaci¨®n juvenil en l¨ªneas generales¡±, confirma el veterano profesor. ¡°Yo, que corr¨ª delante de los grises y de los caballos, que vi c¨®mo los adoquines de la Diagonal se transformaban en proyectiles en las protestas universitarias del final del franquismo, llevaba a?os reprochando a mis alumnos que tuviesen sangre de horchata y no se comprometiesen con su futuro. Pues bien, siento orgullo al decir que fueron ellos, mis alumnos de la facultad de Econ¨®micas, los que colapsaron Barcelona cortando la Diagonal la tarde del 15-M. No me ver¨¢n desfilar bajo sus pancartas, pero tienen todo mi apoyo¡±.
En cuanto al sentido com¨²n, Li¨¦bana suscribe el adagio de que es el menos com¨²n de los sentidos. ¡°Sobre todo, entre los pol¨ªticos, que carecen de ¨¦l porque apenas pisan la calle¡±, asegura con su habitual tendencia a llamar a las cosas por su nombre, con ol¨ªmpico desprecio hacia la correcci¨®n pol¨ªtica. ¡°Los fundamentos de la econom¨ªa son tres conceptos que me cost¨® much¨ªsimo entender cuando ten¨ªa 17 a?os y estudiaba contabilidad: activos, pasivos y capital. No hay m¨¢s. Puedes complicarlo estudiando los recursos, que son limitados, y las necesidades, que son ilimitadas, y a partir de ah¨ª se puede llegar a una esfera superior, que es la de la ciencia econ¨®mica con sus axiomas y postulados. Pero la econom¨ªa real, la que los pol¨ªticos parecen desconocer porque nunca han trabajado en una empresa privada, se limita a eso: gasto lo que tengo, y me esfuerzo por encontrar estrategias creativas para reducir gastos y generar ingresos¡±.
Saldremos de esta, no cabe duda. De hecho, estamos ya en un ciclo de suave crecimiento que se prolongar¨¢ durante los pr¨®ximos seis o siete a?os, algo que ya predije en 2008
Aplicar la racionalidad econ¨®mica. Exactamente lo que hacen, seg¨²n explica el catedr¨¢tico, los grandes clubes de f¨²tbol (¡°enormes m¨¢quinas de generar ingresos¡±), uno de los term¨®metros, junto a las empresas del Ibex 35, los taxistas o los empleados de gasolineras, con los que ¨¦l suele tomar la temperatura a la econom¨ªa espa?ola: ¡°Yo me fijo en lo que ocurre en la calle. De ah¨ª saco mis conclusiones. En el verano de 2007, cuando se hablaba de ligera desaceleraci¨®n en la econom¨ªa y de aterrizaje suave en el sector inmobiliario, yo me fij¨¦ en la informaci¨®n que me daban mis term¨®metros y llegu¨¦ a la conclusi¨®n de que hab¨ªa un grave problema de deuda. Por eso escrib¨ª en un art¨ªculo publicado en Expansi¨®n que ese a?o hab¨ªamos cenado langosta, pero el siguiente cenar¨ªamos sardinas. Y no sardinas a la plancha. Sardinas de lata. Por desgracia, acert¨¦¡±.
Como sufridor contumaz, Gay de Li¨¦bana se aferra a la certeza de que no hay mal que cien a?os dure. ¡°Saldremos de esta, no cabe duda. De hecho, estamos ya en un ciclo de suave crecimiento que se prolongar¨¢ durante los pr¨®ximos seis o siete a?os, algo que ya predije en 2008, cuando empec¨¦ a presentar en programas de televisi¨®n y conferencias mi gr¨¢fico de las vacas gordas y las vacas flacas, que es una manera sencilla de explicar los ciclos econ¨®micos¡±. Su principal preocupaci¨®n son ahora mismo los da?os colaterales de la gran debacle econ¨®mica espa?ola. Los que se quedar¨¢n en el camino: ¡°Los mayores de 45 a?os con una cualificaci¨®n baja, los mayores de 55 que se han quedado en paro y ya muy dif¨ªcilmente volver¨¢n a trabajar¡±. Y contin¨²a con su enumeraci¨®n: ¡°Los j¨®venes a los que hemos hecho creer que son la generaci¨®n mejor preparada de la historia de Espa?a, cuando en absoluto lo son¡ Sobre todo, estos ¨²ltimos. Como mis alumnos o mi hijo, que el otro d¨ªa me dijo que este es un pa¨ªs de chorizos y que asume que va a tener que emigrar, porque su futuro no est¨¢ aqu¨ª¡±.
Suelo hablar de esto con Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, con el que ceno de vez en cuando, y ¨¦l me responde: ¡®Jos¨¦ Mar¨ªa, ?por qu¨¦ no me dijiste todo eso cuando estaba en el poder?¡¯. ¡®Pues porque ahora me escuchas, pero entonces no escuchabas a nadie¡¯, le respondo
Puestos a buscar recetas que contribuyan a paliar el desastre, Gay de Li¨¦bana ofrece un curso acelerado de pensamiento iconoclasta y falta de prejuicios. ¡°Listas abiertas. Mejor a¨²n, una democracia sin partidos pol¨ªticos en la que pudi¨¦semos elegir a los mejores, los m¨¢s capaces, sin listas partidistas, sin programas electorales y sin filtros. Y luego, una reforma en profundidad de la Seguridad Social y una reducci¨®n sustancial de impuestos, que es lo ¨²nico que puede crear empleo a corto plazo. Por ¨²ltimo, una reforma radical de la ense?anza superior que, en mi opini¨®n, deber¨ªa consistir en reunirnos con los principales empresarios del pa¨ªs y preguntarles qu¨¦ necesitan que les ense?emos a los j¨®venes. Suelo hablar de esto con Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, con el que ceno de vez en cuando, y ¨¦l me responde: ¡®Jos¨¦ Mar¨ªa, ?por qu¨¦ no me dijiste todo eso cuando estaba en el poder?¡¯. ¡®Pues porque ahora me escuchas, pero entonces no escuchabas a nadie¡¯, le respondo. Desde el poder nunca se escucha¡±. Mientras ¡°todo lo que queda por hacer¡± siga siendo imposible por, en opini¨®n del catedr¨¢tico, falta de coraje o de voluntad pol¨ªtica, toca apretar los dientes y seguir confiando en el largo plazo, la sensatez y la cultura del esfuerzo. Sufrir y sobrevivir.
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