Golpe a la econom¨ªa rusa
La pol¨ªtica de sanciones est¨¢ funcionando. EE UU y Europa aciertan al persistir en esa l¨ªnea
Al igual que Washington sigue adoptando medidas de presi¨®n econ¨®mica contra Rusia, la Uni¨®n Europea acierta al insistir en la pol¨ªtica de sanciones econ¨®micas por el papel determinante del Kremlin en la desestabilizaci¨®n y desmembramiento de Ucrania. Tras el anuncio de las medidas europeas, Estados Unidos desencaden¨® otras contra Gazprom, el gigante ruso del sector energ¨¦tico, as¨ª como los principales bancos y un conglomerado industrial de defensa. La coordinaci¨®n entre Bruselas y Estados Unidos aumenta las dificultades rusas a la hora de desencadenar represalias.
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En Europa, frente a los partidarios de una ret¨®rica belicista y una pol¨ªtica de confrontaci¨®n ¡ªque de ser asumida tarde o temprano pondr¨ªa a los Veintiocho en la tesitura de un enfrentamiento total con Mosc¨²¡ª, la UE opta por incidir en medidas que se han mostrado eficaces y ante las cuales Vlad¨ªmir Putin es mucho m¨¢s sensible a la hora de sopesar las decisiones respecto a su vecino occidental.
La ¨²ltima tanda de sanciones europeas aporta adem¨¢s dos importantes novedades. Una es que por primera vez afectan al sector petrolero, clave en la econom¨ªa rusa. Putin recibe as¨ª con toda claridad el mensaje de que la UE considera que no hay temas tab¨² a la hora de aplicar sanciones y que no parte de una posici¨®n de ventaja previa al entender, por ejemplo, que vencido el verano no se iba a poner sobre la mesa el tema energ¨¦tico en las relaciones con Mosc¨².
La otra es que esta segunda tanda de medidas europeas se aplica despu¨¦s de que los Veintiocho acordaran anunciar las sanciones pero no aplicarlas, dado el alto el fuego alcanzado entre el Gobierno ucranio y los secesionistas prorrusos. Una ronda de llamadas directas a cinco bandas entre el presidente del Consejo, Herman Van Rompuy, y los jefes de Gobierno de Reino Unido, Alemania, Francia e Italia ¡ªy la unanimidad entre ellos, forjada principalmente por la canciller Angela Merkel¡ª forzaron al resto de socios europeos a aceptar la medida.
No es posible pasar por alto que Espa?a ¡ªque hab¨ªa expresado sus reservas sobre la aplicaci¨®n de esas sanciones¡ª ha quedado fuera del n¨²cleo duro donde se toman las decisiones. En este caso, sobre un asunto, el de la pugna con Rusia, donde ya se ha demostrado que resultan afectados algunos sectores productivos nacionales.
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