El mundo avanza en desigualdad
El informe de desarrollo humano 2014 ha sido presentado en Madrid por la secretaria adjunta de la ONU, Gina Casar La inequidad y la mayor inseguridad de los m¨¢s vulnerables amenaza con revertir los progresos en la lucha contra la pobreza
Un mundo m¨¢s desigual con un n¨²mero creciente de personas cada vez m¨¢s vulnerables de caer en la pobreza. Ese es el dibujo que expone el Informe del ?ndice de Desarrollo Humano (IDH) 2014 presentado este lunes en Madrid por la Secretaria General Adjunta de las Naciones Unidas, Gina Casar, y el secretario general de Cooperaci¨®n Internacional espa?ol, Gonzalo Robles. Pese a que el nivel de desarrollo ha aumentado a nivel global seg¨²n los criterios que mide el informe como el acceso a los sistemas de salud y educativo, as¨ª como la esperanza de vida o el nivel medio de renta de un pa¨ªs, el progreso es muy fr¨¢gil. El riesgo de que se derrumbe lo construido es elevado, advierte el documento. Las primeras alarmas han saltado: desde 2008, se ha ralentizado notablemente el crecimiento que ven¨ªan experimentando en su IDH todos los grupos de pa¨ªses, tanto los poco desarrollados como los m¨¢s avanzados.
El documento, que ya se hab¨ªa presentado el pasado julio en Tokio, advierte que 800.000 personas que han salido de la pobreza en las ¨²ltimas d¨¦cadas podr¨ªan volver a caer en ella y sumarse, de nuevo, a los 1.500 millones de personas que viven en la miseria. El organismo responsable de la elaboraci¨®n de este informe, el Programa de la ONU para el Desarrollo (PNUD), apunta a la relajaci¨®n de las ayudas internacionales, sobre todo desde 2008, como una de las causas de esa creciente vulnerabilidad de ciertos grupos, expuestos a que los que los vientos de crisis, los efectos del cambio clim¨¢tico o conflictos b¨¦licos les vuelvan a lanzar abismo abajo. Si no se redoblan esfuerzos para afianzar lo conseguido, los logros podr¨ªan revertirse. Lejos de aumentar su compromiso para que esto no suceda, muchos pa¨ªses han recortado dr¨¢sticamente la partida de cooperaci¨®n al desarrollo, entre ellos, Espa?a con un 70% menos de presupuesto desde 2008.
Por eso, el reto es ¡°sostener el progreso¡±, reclaman los autores del texto, y para ello los avances tienen que ser "equitativos". Y no lo son a tenor de los datos publicados. El reparto de los beneficios de las mejoras experimentadas ha sido muy desigual, revela el informe. Una parte gruesa de la poblaci¨®n mundial apenas advierte el desarrollo de sus pa¨ªses: casi el 80% no cuenta con una protecci¨®n social integral, el 12% (842 millones) padece hambre cr¨®nica y casi la mitad de trabajadores (m¨¢s de 1.500 millones) tiene empleos informales o precarios.
La inequidad ensombrece las estad¨ªsticas globales de desarrollo humano, aparentemente positivas. Las curvas ascendentes que se dibujan en la mayor¨ªa de pa¨ªses, significan, en algunos casos, que unos pocos han mejorado notablemente su situaci¨®n aventajada y muchos mantienen (o han visto empeorada) su precaria vida. Solo el acceso a la salud ha calado en todos los estratos sociales y registra datos positivos en la reducci¨®n de la desigualdad.
Por el contrario, ¡°los niveles de desigualdad en ingresos y acceso a la educaci¨®n siguen aumentando¡±, alerta el informe. En este sentido, para Casar, uno de los datos que mayor indignaci¨®n le ha producido recientemente, ha dicho, es que las 85 personas m¨¢s acaudaladas del mundo acaparan la misma riqueza que las 3.500 millones m¨¢s pobres, la mitad de los habitantes del planeta. ¡°Am¨¦rica Latina es la regi¨®n que registra la cota m¨¢s elevada en cuanto a desigualdad de ingresos¡±, apunta el texto. Es Estados Unidos, sin embargo, el segundo pa¨ªs ¡ªpor detr¨¢s de Ir¨¢n¡ª que registra una mayor ca¨ªda en la clasificaci¨®n del IDH cuando el indicador tiene en cuenta la desigualdad interna. Retrocede 23 posiciones desde la quinta que ocupa si no se tiene en cuenta ese factor. El de EE. UU. no es el ¨²nico caso de un pa¨ªs que cae cuando se comprueba que el progreso no es igual para todos. Sirven dos ejemplos: Corea del Sur baja 20 puestos desde el 15, y Chile desciende 16 desde la 41.
As¨ª, cuando se pone la lupa sobre los datos globales, aparentemente positivos, emerge otra realidad, la de la inequidad. Entre pa¨ªses y en el interior de estos. ¡°El informe de 2013 constataba que casi todas las regiones del mundo han mejorado en cuanto a desarrollo humano durante las ¨²ltimas d¨¦cadas. En el de este a?o busc¨¢bamos entender por qu¨¦ en algunos pa¨ªses se dan altos niveles de desigualdad y bajas perspectivas de desarrollo para ciertos grupos o miembros de sus sociedades¡±, detalla por correo electr¨®nico Eva Jespersen, subdirectora de la oficina del Informe de IDH del PNUD.
La explicaci¨®n detr¨¢s de la carencia de oportunidades, la inequidad y la vulnerabilidad est¨¢, seg¨²n ha indicado Casar en su an¨¢lisis del informe, en pol¨ªticas inadecuadas y la falta de acceso a servicios b¨¢sicos como la salud o la educaci¨®n. Factores que, en su opini¨®n, dejan desprotegidas a bolsas de poblaci¨®n que por su identidad, condici¨®n legal o situaci¨®n geogr¨¢fica est¨¢n en el epicentro de la desgracia, la discriminaci¨®n o la posibilidad de sufrir los devastadores efectos de desastres naturales o conflictos violentos. ?Las soluciones? ¡°Prestaci¨®n universal de servicios sociales b¨¢sicos, pol¨ªticas m¨¢s firmes en materia de protecci¨®n social y pleno empleo, aunque algunos economistas discrepen¡±, ha sentenciado la administradora adjunta del PNUD.
Los cambios en esas l¨ªneas que ha se?alado Casar son lentos y, adem¨¢s, los avances se est¨¢n ralentizando y las amenazas son crecientes. Por eso, N¨ªger, Rep¨²blica Democr¨¢tica del Congo, Rep¨²blica Centroafricana, Chad, Sierra Leona ocupan los puestos m¨¢s bajos de la clasificaci¨®n del ¨ªndice un a?o tras otro, dice Jespersen. ¡°Varios est¨¢n en conflicto o acaban de salir de uno. Y la esperanza de vida as¨ª como los niveles de educaci¨®n son muy bajos. Lleva a?os superar estas barreras¡±, abunda. Pero no solo la guerra destruye lo que se ha logrado. Las epidemias, como la del ¨¦bola en ?frica, pueden lastrar los avances. ¡°Ya lo vimos en los 90 cuando la alta mortalidad por VIH-SIDA redujo la esperanza de vida en muchos pa¨ªses africanos, y eso afect¨® a su desarrollo econ¨®mico¡±, recuerda la experta. En el gr¨¢fico que acompa?a esta informaci¨®n se comprueba c¨®mo este continente y Asia Meridional son las zonas del mundo m¨¢s deprimidas si se tiene en cuenta su IDH a pesar de que son las que "est¨¢n mejorando a un mayor ritmo". Zimbabwe es, de hecho, el que m¨¢s sube en la clasificaci¨®n¡ª4 puestos¡ª aunque sigue en la lista negra de los "menos desarrollados", al encontrarse en el 156 de 187.
En la parte alta de la tabla, inmutables, se mantienen Noruega, Australia, Suiza, Pa¨ªses Bajos y Estados Unidos, en ese orden. En el club de los 50 con nivel de desarrollo humano "muy alto", Singapur es el que experimenta una mayor subida. El pa¨ªs escala tres posiciones hasta la novena, siguiendo la l¨ªnea ascendente desde 1980, habiendo mejorado desde entonces todas las medidas: la esperanza de vida ha pasado de 72 a?os a los 82,3 el a?o pasado; y los a?os de escolaridad han aumentado de 3,7 a 10,2. Irlanda es, por su parte, el que m¨¢s desciende con una ca¨ªda de tres puestos (de la 8 hasta la 11) a pesar de que mejora todos sus indicadores respecto a los del IDH de 2013 menos uno: la renta por persona. Lo mismo sucede en Espa?a, que se mantiene en la posici¨®n 27, donde los ingresos medios por persona has bajado en un a?o de 30.800 a 30.500. Un dato negativo que se ha visto compensado por el aumento de la esperanza de vida (de 80 a?os a 80,2).
Esta ca¨ªda de la renta que se observa en algunos pa¨ªses desarrollados como Espa?a o Irlanda desde el comienzo de la crisis, ?podr¨ªa afectar a la salud o el nivel educativo de sus ciudadanos? "En los pa¨ªses desarrollados, har¨ªa falta un horizonte temporal muy amplio para ver los efectos, si es que los hubiese, del descenso en el nivel de renta sobre la esperanza de vida o la escolarizaci¨®n. Quiz¨¢s s¨ª podr¨ªa afectar m¨¢s a la educaci¨®n terciaria", considera Jespersen. "Lo que s¨ª hemos visto es el efecto contrario: como con crecimiento econ¨®mico, si se aplican las pol¨ªticas adecuadas, se favorece el progreso en los indicadores de salud y educaci¨®n".
EE UU cae 22 posiciones en la clasificaci¨®n del IDH si se tiene en cuenta el nivel de desigualdad
Jespersen se muestra cautelosa en hacer una proyecci¨®n de los efectos de la crisis en pa¨ªses como Espa?a. Pero organizaciones de la sociedad civil denuncian ya los efectos negativos de las pol¨ªticas de recortes del gasto p¨²blico en medidas de protecci¨®n social, sanidad y educaci¨®n. Unicef y Save the Children llevan meses reclamando un Pacto de Estado para frenar la pobreza infantil en el pa¨ªs y los niveles de malnutrici¨®n que se est¨¢n registrando a edades muy tempranas. Ayuda en Acci¨®n ha iniciado recientemente una campa?a para advertir que uno de cada cinco espa?oles est¨¢ en riesgo de pobreza.?Lo que ha forzado a la ONG, que hasta ahora hab¨ªa limitado su campo de acci¨®n a los pa¨ªses en desarrollo, a abrir una l¨ªnea de trabajo en respuesta a la crisis en Espa?a. Hasta el Fondo Monetario Internacional ha puesto un farolillo rojo en el pa¨ªs, por ser el que ha sufrido el mayor aumento de la brecha social en Europa por la crisis.
Para los de arriba y los de abajo, el diagn¨®stico del PNUD est¨¢ sobre la mesa: la desigualdad y la vulnerabilidad crecientes son los enemigos a combatir para conseguir que el desarrollo sea sostenible. Las armas para librar esta lucha se decidir¨¢n en los pr¨®ximos meses, en los que los Gobiernos acordar¨¢n cu¨¢les ser¨¢n los Objetivos de Desarrollo Sostenible, una agenda internacional que marcar¨¢ qu¨¦ mundo se quiere en el futuro y c¨®mo conseguirlo. Si bien, a la luz de los diferentes estudios e informes emitidos por los actores participantes en la elaboraci¨®n de esa agenda (Estados, organizaciones de la sociedad civil y organismos internacionales), la lucha contra la pobreza extrema (vivir con menos de 1,25 d¨®lares al d¨ªa, seg¨²n la definici¨®n de la ONU) no es suficiente. La igualdad en todas sus dimensiones, entre pa¨ªses, entre comunidades, conciudadanos o de g¨¦nero, es el reto.
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