Periodismo con drones desde Kenia

No sab¨ªa el itinerario para ir a la universidad, y tampoco muy bien c¨®mo conseguirlo, pero nunca dej¨® de seguir sus sue?os. Dickens Olewe (Nairobi, 1981) vive en Mountain View, el mismo lugar donde est¨¢ la sede central de Google. Cada d¨ªa acude a clase en Stanford, una de las universidades m¨¢s prestigiosas del mundo, especializada en tecnolog¨ªa y emprendedur¨ªa. All¨ª explora las posibilidades de los drones, aviones no tripulados, como herramienta period¨ªstica. Se considera periodista, pero no era esa su vocaci¨®n inicial.

Cuando termin¨® el bachillerato no sab¨ªa c¨®mo ir a la universidad, su familia formaba parte de la clase media, que all¨ª significa que tienen para comer cada d¨ªa pero no pagar los estudios superiores. Lo que ten¨ªa claro era que no quer¨ªa vagar por las calles. ¡°Me involucr¨¦ en Maisha Mema, que significa una vida mejor en suahili. Me dedicaba a ir a los asentamientos y ayudar a los ni?os cuyos padres no pod¨ªan permitirse la matr¨ªcula en la escuela. Era 2002, y todav¨ªa no se hab¨ªa implantado la escolaridad gratuita¡±, explica. Un a?o despu¨¦s, cambi¨® la ley y, con lo que fue ahorrando, decidi¨® que ¨¦l estaba listo para seguir form¨¢ndose. Esa experiencia le llev¨® a sacarse un diploma en desarrollo comunitario. Fue entonces cuando descubri¨® su pasi¨®n por el periodismo: ¡°Siempre me gust¨® saber qu¨¦ pasaba en el mundo. Mandaba cartas a la prensa local¡±.

En 2007 se fue a probar suerte en Reino Unido. Volvi¨® casado pero con la mirada puesta en ?frica. El f¨²tbol fue su puerta de entrada a la redacci¨®n. Se ofreci¨® como columnista de durante el Mundial de Sud¨¢frica en un medio local. Despu¨¦s, de la liga inglesa. As¨ª hasta que contaron con ¨¦l para crear la p¨¢gina web. ¡°Lo vi como una oportunidad de futuro¡±, se sonr¨ªe.

El hecho que le abri¨® los ojos fue fruto de la casualidad. Ninguno de los jefes pudo viajar a una cumbre de medios en Viena y le pidieron que ¨¦l hiciese la presentaci¨®n. ¡°Fue una propuesta de periodismo participativo en The Star, mi medio, muy parecido a iReport de CNN. Gust¨® a la organizaci¨®n y nos dieron dinero para implementarlo. Mi estimaci¨®n era de tres semanas, pero nos llev¨® ocho meses que funcionase¡±, relata. Olewe cree que la aportaci¨®n de los lectores puede ser clave en muchos casos, pero no es una amenaza para los profesionales: ¡°Muchas veces dan con la noticia de manera accidental, fortuita. Tienen su espacio. Los periodistas tenemos que comprobar su veracidad y poner contexto¡±.

De ah¨ª pas¨® al periodismo de denuncia con la creaci¨®n de una plataforma de datos abiertos. ¡°Sirve, por ejemplo, para comprobar si un m¨¦dico tiene licencia o es un impostor, algo m¨¢s com¨²n de lo que parece¡±, explica.

Las frecuentes inundaciones le dieron una nueva idea, usar aviones no tripulados dotados de c¨¢maras para hacer una cobertura mucho m¨¢s veraz y certera. Lo anterior no le convenc¨ªa: ¡°Era siempre lo mismo. Una misma historia, un mismo patr¨®n, la misma estrategia. Para intentar llegar a las zonas afectadas solo se pod¨ªa con la polic¨ªa, pero era como un viaje empotrado, que solo ves lo que quiere el gobierno. Dar una informaci¨®n mejor es clave para los que viven all¨ª, pueden perder todo, incluso la vida, si se meten all¨ª sin saber¡±.

As¨ª naci¨® African Sky Cam, el proyecto que le ha abierto las puertas a un medio de elite. Durante el curso 2014-2015 forma parte del grupo de periodistas escogidos por la Fundaci¨®n Knight para resolver los retos que afronta el periodismo. La elecci¨®n del nombre para el proyecto no es fruto de la casualidad. Elude la palabra dron de manera deliberada: ¡°Tiene demasiadas connotaciones, sobre todo con lo relacionado con la guerra. Nuestros aparatos son de uso civil, pero Sky Cam (c¨¢mara a¨¦rea, literalmente, en el cielo) suena mejor¡±. Opt¨® por fabricar los modelos de coste m¨¢s bajo, de unos 800 d¨®lares, frente a los 2.800 de los m¨¢s sofisticados.

El sue?o de Olewe es crear una red de medios con aviones no tripulados capaces de cubrir toda ?frica y que compartan el contenido

Sus primeras experiencias no fueron del todo satisfactorias: ¡°Apenas sab¨ªamos hacer que subiera y bajase. Nos dimos cuenta de que las habilidades t¨¦cnicas eran muy importantes¡±. Su b¨²squeda de un m¨¦todo para manejar sus drones le llev¨® a contar con Ben Kreimer, profesor de la Universidad de Nebraska, dedicado al estudio del drone-journalism (periodismo con drones). ¡°Gracias a ¨¦l nuestra t¨¦cnica dio un gran salto¡±, celebra.

Desde 2012 han cubierto las inundaciones del lago Nakuru, ¡°donde dec¨ªamos a la gente qu¨¦ ruta eran las m¨¢s aconsejables gracias a las im¨¢genes que recab¨¢bamos¡±, a varios rallies y un reportaje para la revista Vice sobre los asentamientos temporales en las afueras de Nairobi. ¡°La ciudad ha crecido sin un plan, aquello es un nicho de inseguridad, un refugio de criminales¡±, denuncia.

En esa misma l¨ªnea sacaron a la luz los peligros de un vertedero pr¨®ximo a una escuela. ¡°Es duro hacer este tipo de periodismo. No solo por lo que muestran las im¨¢genes, sino por lo que significa de falta de progreso y opciones de futuro para muchas personas¡±, apunta.

?Su sue?o? Crear una red de medios con aviones no tripulados capaces de cubrir toda ?frica y que compartan el contenido. Un sistema parecido al de las agencias pero con un esp¨ªritu de colaboraci¨®n y denuncia m¨¢s marcado. Eso ser¨¢ despu¨¦s de mayo, cuando termine el curso acad¨¦mico. Olewe ha asumido el compromiso de volver a su pa¨ªs y emplear sus conocimientos. De momento, una asignatura que m¨¢s le atrapa es la que ense?a a hacer rentable una startup. L¨®gico si se tiene en cuenta que no solo pretende contar historias con African Sky Cam, sino tambi¨¦n hacerlo rentable.