¡°S¨ªrvale un caf¨¦ a quien lo necesite¡±

¡°P¨®ngame un caf¨¦ con leche y ap¨²nteme uno pendiente, por favor¡±. Con esta sencilla frase cualquiera puede solidarizarse con aquellos que m¨¢s lo necesiten desde la barra del bar sin mayor esfuerzo que el pago de un caf¨¦ extra destinado a quienes no pueden permit¨ªrselo. Y de manera an¨®nima. Esta iniciativa, surgida en N¨¢poles dos siglos atr¨¢s entre los pudientes de la ¨¦poca bajo el nombre de caff¨¨ sospeso, ha vuelto a resurgir en 2008 a ra¨ªz de la crisis econ¨®mica, lo que ha provocado su ¨¦xito y posterior expansi¨®n a trav¨¦s de las redes sociales desde la ciudad italiana al resto del mundo.

El proceso no entra?a mucho misterio. Consiste en acudir a alg¨²n establecimiento que colabore con esta acci¨®n solidaria (suelen tener alguna credencial visible que lo indique), pedir su propia consumici¨®n y, posteriormente, que le apunten cuantos caf¨¦s pendientes est¨¦ dispuesto a donar. Normalmente, se registran en una pizarra, por lo que cualquier ciudadano que no tenga dinero suficiente puede entrar al local y solicitar que le sirvan uno. Hay poca picaresca puesto que en los barrios casi todos se conocen.

En Espa?a los caf¨¦s pendientes est¨¢n experimentando cada vez un mayor crecimiento. ¡°Se trata de ser solidario por adelantado; aqu¨ª la cultura de bares se lleva, y si sabes que alguien est¨¢ mal en tu barrio, acciones como esta hacen que la gente se interese por la persona en cuesti¨®n¡±, se?ala Gonzalo Sapi?a, profesional del marketing y coordinador de la iniciativa en nuestro pa¨ªs a trav¨¦s de la p¨¢gina web Cafespendientes.es. Seg¨²n los datos recopilados a trav¨¦s de dicha plataforma, que en un a?o ha recibido m¨¢s de 12 millones de visitas, hay m¨¢s de 500 negocios adscritos a este modelo de donaciones que se resumen en m¨¢s de 10.000 caf¨¦s pagados y alrededor de 7.500 servidos (unos 20 cada d¨ªa).

Pero esta iniciativa no es solo positiva para las personas. Tambi¨¦n lo es para los bares. ¡°Les supone ganar clientes, porque a la gente le gusta ir a lugares con trato humano¡±, indica Sapi?a. De todos los establecimientos adheridos, los que m¨¢s ¨¦xito han tenido son el Caf¨¦ Comercial (Glorieta de Bilbao, 7; Madrid) y la cafeter¨ªa Lord Byron (C/ Palacio Vald¨¦s, 1; Avil¨¦s), quienes aglutinan casi el total de los caf¨¦s pendientes apuntados, con 7.500 y 1.500, respectivamente. No obstante, el n¨²mero de negocios va aumentando bajo el reclamo de la solidaridad. ¡°Hay personas que pagan y se van y otras que esperan y hablan. Se crea una cierta relaci¨®n de amistad entre gente muy distinta¡±, a?ade el coordinador, quien realiza un llamamiento a los locales de restauraci¨®n para que se sumen a esta medida a trav¨¦s de la p¨¢gina web (la lista de negocios que colaboran est¨¢ disponible ah¨ª).

Acci¨®n internacional

M¨¢s all¨¢ de Espa?a, los caf¨¦s pendientes han conquistado otros pa¨ªses latinoamericanos como Costa Rica, Colombia, Chile o M¨¦xico. De hecho, en el estado azteca se ha extendido el repertorio no solo a caf¨¦s, sino tambi¨¦n a otros alimentos como tacos, sopas o ensaladas. ¡°Esta iniciativa ha logrado llegar a gente que antes no donaba por desconfianza; actualmente existen 565 establecimientos por todo el pa¨ªs que suponen unos 23.000 caf¨¦s o platillos entregados cada mes no solo dentro del lugar, sino en parques, hospitales, asilos y v¨ªas del tren por las que pasa La Bestia¡±, afirma Fabiola Kun, coordinadora de la acci¨®n en M¨¦xico.

Muchos peque?os locales, explica Kun, han aumentado sus ventas un 33% desde que acogieron los caf¨¦s pendientes, creando lealtad de sus comensales. ¡°Lo m¨¢s importante es el impacto positivo en su comunidad y la inclusi¨®n y la dignidad con la que atienden a beneficiarios¡±, sentencia.