Persiguiendo a Stephen Hawking
La ecuaci¨®n que Hawking quiere ver grabada en su l¨¢pida demuestra que los agujeros negros no lo son tanto, y dejan escapar radiaci¨®n
Antes de que me inscribiera como estudiante de doctorado en la Universidad de Cambridge en 1964, me encontr¨¦ con un cursillista que me llevaba dos a?os en los estudios. Andaba y hablaba con dificultad. Era Stephen Hawking. Me enter¨¦ de que sufr¨ªa una enfermedad degenerativa y que no iba a acabar a tiempo su doctorado, pero de forma incre¨ªble ha sobrevivido por m¨¢s de cincuenta a?os. Y no solamente se ha limitado a eso; se ha convertido en el cient¨ªfico m¨¢s famoso del mundo, aclamado por sus brillantes investigaciones y sus best sellers sobre el espacio, el tiempo y el cosmos. Pero sobre todo, por su incre¨ªble triunfo sobre la adversidad¡±.
Estas magn¨ªficas pinceladas de Hawking nos las ofrece el legendario astr¨®nomo brit¨¢nico Martin Rees, de la Universidad de Cambridge. Rees trabaj¨® en el mismo edificio de la Facultad que ¨¦l, y recuerda los d¨ªas en que empujaba su silla hasta la oficina, cuando a veces Hawking le ped¨ªa que le abriese un abstruso libro de teor¨ªa cu¨¢ntica. ¡°Se quedaba ah¨ª paralizado, durante horas, y ni siquiera pod¨ªa pasar p¨¢gina. Me preguntaba por lo que pasaba por su mente, y si se estaba apagando. Pero en un a?o concibi¨® la mejor idea que hab¨ªa tenido en su vida, encapsulada en una ecuaci¨®n que quiere ver grabada sobre su l¨¢pida¡±.
Eran tiempos en los que Hawking todav¨ªa susurraba dentro de su par¨¢lisis. Ahora, el genio estar¨ªa completamente desconectado del mundo de no ser por su silla, recientemente renovada por el equipo de Intel. Hawking habla al mundo usando un ¨²nico m¨²sculo, el de su mejilla. S¨®lo lo vi en una ocasi¨®n, hace a?os, pero la gente a su alrededor se quedaba impresionada cuando sonre¨ªa. La nueva silla es un prodigio de la tecnolog¨ªa: algoritmos que predicen textos avanzados e intuyen las palabras, infrarrojos que detectan el movimiento de la mejilla, medidores de la tensi¨®n y la temperatura, navegaci¨®n por Internet, y la misma voz original dise?ada por el ingeniero Dennis Klatt, del MIT, que Hawking no quiere abandonar.
Su enfermedad avanza inexorable; amenaza con romper alg¨²n d¨ªa este cord¨®n umbilical tecnol¨®gico. Pero mientras Hawking consiga no perder su ¨²ltimo movimiento, su voz computerizada seguir¨¢ siendo parte de la cultura popular. Aparece mezclada con el punteo de la guitarra de David Gilmour en Talkin¡¯ Hawking, el tema que Pink Floyd, la legendaria banda de rock sinf¨®nico, le ha dedicado en su ¨²ltimo ¨¢lbum. Se rumorea que The Theory of Everything?(La teor¨ªa del todo), la pel¨ªcula de James Marsh sobre la vida del genio ya estrenada en EE UU, podr¨ªa darle al actor Eddie Redmayne su primer Oscar por su sorprendente transformaci¨®n.
Hawking aparece en The Big Bang Theory, Los Simpson y Star Trek. ?Por qu¨¦ se ha convertido en un icono de la cultura popular? ¡°Lo siento, la cultura no es mi campo. Mi negocio es la ciencia¡±, nos responde Kip Thorne, el f¨ªsico que asesor¨® a Christopher Nolan en Interestellar y uno de los mejores amigos de Hawking, a quien ayud¨® en momentos dif¨ªciles en su carrera. Lawrence Krauss ¨Cuno de los m¨¢s inteligentes cosm¨®logos y h¨¢bil escritor cient¨ªfico¨C s¨ª accede a enviarnos sus impresiones por correo electr¨®nico. Hawking combina dos cosas que lo convierten en el cient¨ªfico perfecto para el p¨²blico. ¡°Inspira a la gente por su dolencia, su coraje personal para seguir adelante a pesar de obst¨¢culos muy notables. Y tambi¨¦n porque su trabajo versa sobre la relatividad general, la teor¨ªa que desarroll¨® Einstein. As¨ª que para los periodistas es m¨¢s f¨¢cil arroparlo con la manta de Einstein, lo que fascina al p¨²blico¡±. Nicol¨¢s Cardiel, astrof¨ªsico de la Universidad Complutense de Madrid, no lo duda. ¡°Gracias a su popularidad, la divulgaci¨®n de ideas tan poco intuitivas y relacionadas con el origen mismo del universo, o los agujeros negros, consigue ver la luz¡±.
Martin Rees explica que esa ecuaci¨®n que Hawking quiere ver grabada en su l¨¢pida demuestra que los agujeros negros no lo son tanto, y dejan escapar radiaci¨®n. Es una idea que espera confirmaci¨®n experimental, esencial en la teor¨ªa de las supercuerdas y objeto de debate 40 a?os despu¨¦s. Por eso Hawking no ha recibido (a¨²n) el Nobel, pero s¨ª el Premio Milner, que reconoce los avances en f¨ªsica te¨®rica con tres millones de d¨®lares.
Hawking mantiene intacta su capacidad de sorpresa. Alguien que rompe l¨ªmites: as¨ª nos lo resume Rees, una de las personas que m¨¢s le han acompa?ado a lo largo de su vida. ¡°El concepto de una mente prisionera viajando a trav¨¦s del cosmos ha atrapado la imaginaci¨®n de la gente. Si ¨¦l hubiera obtenido la misma distinci¨®n en otra ciencia, pongamos la gen¨¦tica, en vez de la cosmolog¨ªa, el triunfo de su intelecto contra la adversidad probablemente no hubiera adquirido la misma resonancia ante el p¨²blico de todo el mundo¡±.
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