Si quiere adelgazar, no siga estas dietas
?Comer solo pi?a durante una semana? ?Desayunar filete? ?El m¨¦todo 'detox'? Sentimos decepcionarle, pero hay cosas que no funcionan
Existen dietas para todos los gustos. Si no le gusta la alcachofa, puede probar con la del esp¨¢rrago. Y si esta no funciona, darle una oportunidad a la pi?a (desayuno, merienda y cena durante una eterna semana). ¡°Si quieres, nos inventamos otra ahora mismo: la dieta del orden alfab¨¦tico¡±, bromea Irene Bret¨®n, de la Sociedad Espa?ola de Endocrinolog¨ªa y Nutrici¨®n (SEEN). Hoy comes A-celgas, ma?ana B-onito, pasado C-arne de C-aballo¡ y as¨ª hasta la zeta. A continuaci¨®n, desmentimos las cinco dietas m¨¢s populares y le contamos por qu¨¦ no son la mejor opci¨®n para un plan de adelgazamiento (en ocasiones, incluso son la peor).
1. Dietas depurativas: no cumplen su objetivo. ¡°Cualquier dieta que te haga comer menos calor¨ªas te va a inducir a una p¨¦rdida de peso¡±, comenta Bret¨®n, quien, sin embargo, alerta de que muchas de ellas son deficitarias de alg¨²n nutriente esencial. El objetivo de un plan depurativo (el famoso fen¨®meno detox) pasa por fintar la retenci¨®n de l¨ªquidos y la hinchaz¨®n debido a los excesos: "regular el organismo y eliminar toxinas", dicen los que se pasan unos d¨ªas a base de infusiones, verduras y frutas, o incluso en ayunas. ¡°Nuestro cuerpo elimina toxinas a trav¨¦s del sudor, la orina y la defecaci¨®n¡±, desmiente Xavier Formiguera, presidente de la fundaci¨®n de la Sociedad Espa?ola para el Estudio de la Obesidad. Este experto tambi¨¦n explica que no pasa nada por pasarse un d¨ªa en ayunas, pero advierte de que no suceder¨¢ la ansiada depuraci¨®n, "m¨¢s all¨¢ de una sensaci¨®n subjetiva".
2. Dietas monotem¨¢ticas: rompiendo el equilibrio. Se estructuran a partir de un alimento con pocas kilocalor¨ªas. El r¨¦gimen de la alcachofa, la pi?a y el esp¨¢rrago son tres de los m¨¢s populares. ¡°Una dieta basada en un alimento concreto provoca un d¨¦ficit de macronutrientes, b¨¢sicamente de hidratos de carbono¡±, valora Formiguera. El especialista compara este plan nutricional con las dietas paleol¨ªticas, hace un tiempo tan en auge. Esta dieta se compone en alimentos disponibles en la ¨¦poca de las cavernas (excluye granos, legumbres y l¨¢cteos), ¡°cuando la esperanza de vida era de entre 30 y 35 a?os¡±, evoca. El equilibrio nutricional est¨¢ ¡°muy bien estudiado y contrastado¡±. Seg¨²n este especialista en endocrinolog¨ªa, una dieta equilibrada se compone por un 15% de prote¨ªnas, un 30% de grasas (de las cuales, m¨¢ximo, un 10% son saturadas) y un 55% de hidratos de carbono, preferiblemente de absorci¨®n lenta, como el pan, la pasta y el arroz.?
La dieta paleol¨ªtica se compone de alimentos disponibles en la ¨¦poca de las cavernas, cuando la esperanza de vida era de 30 a?os¡±, comenta Xavier Formiguera
3. Dietas hiperproteicas: maltratan el ri?¨®n. El m¨¦todo Dukan es la dieta hiperproteica por excelencia, basada en el consumo excesivo de prote¨ªnas de origen animal (los c¨¦lebres desayunos de filete a la plancha). Numerosos estudios ya han demostrado las consecuencias sobre la salud despu¨¦s de haber seguido pautas alimentarias de este estilo. Justo hace un a?o, cient¨ªficos de la Universidad de Granada probaron en ratas que dietas altas en prote¨ªnas destinadas a la p¨¦rdida f¨¢cil y r¨¢pida de peso aumentan el riesgo de desarrollar enfermedades de ri?¨®n a largo plazo. Los investigadores andaluces formaron dos grupos de diez ratas. Uno sigui¨® una dieta hiperproteica mientras que el otro se aliment¨® de forma normal. Despu¨¦s de 12 semanas, los roedores que estuvieron a r¨¦gimen perdieron un 10% de su peso corporal, mientras que el del ri?¨®n aument¨® casi una cuarta parte y empeor¨® su perfil morfol¨®gico. ¡°El ri?¨®n necesita trabajar m¨¢s para excretar el exceso de urea proveniente de las altas dosis de prote¨ªna¡±, comenta Virginia Aparicio Garcia-Molina, autora principal del estudio y profesora de la Universidad de Granada. El magnate de las dietas hiperproteicas se defiende de las pol¨¦micas en su web argumentando: ¡°Pierre Dukan est¨¢ dispuesto a aceptar esos ataques, ya que para cambiar la sociedad, a veces, hay que atreverse a sacudirla¡±.
Cuente flexiones, no calor¨ªas
Irene Bret¨®n expresa que el cuerpo interpreta la restricci¨®n cal¨®rica de una dieta como una falta de patrimonio, y pone en marcha mecanismos fisiol¨®gicos para tirar de reservas. "Esto nos permiti¨® sobrevivir como especie cuando llegaba una ¨¦poca de hambruna", ejemplifica. "Pero cuando dejes la dieta vas a ganar m¨¢s peso del que hab¨ªas perdido", sentencia con seguridad sobre lo que se conoce como efecto yo-yo. Su consejo es compensar el gasto cal¨®rico con actividad f¨ªsica, ya que el ejercicio es "determinante" en la p¨¦rdida de peso y un estilo de vida m¨¢s saludable. En ese sentido, Formiguera tambi¨¦n destaca la importancia de la alimentaci¨®n: "La dieta es como un medicamento que te tomas tres veces al d¨ªa durante toda la vida".
4. Dieta macrobi¨®tica: sin rigor cient¨ªfico. "Este tipo de dieta es m¨¢s un estilo de vida que influye en la persona que una pauta alimentaria", asegura su creador, George Ohsawa. Sus defensores comen productos de temporada, la mayor¨ªa de origen vegetal. La base nutricional son los cereales, que se consumen preferiblemente en forma de grano integral, como el arroz. La dieta macrobi¨®tica se inspira en tradiciones gastron¨®micas orientales y en el equilibro entre el Yin y el Yang. La ciencia poco tiene que decir sobre ella, pues el m¨¦todo cient¨ªfico se basa en calor¨ªas, nutrientes y otras propiedades que poco ligan con los conceptos del tao¨ªsmo. El periodista Robert Christgay, heredero del nuevo periodismo impulsado por Tom Wolfe, escribi¨® el reportaje novelado Beth Ann y la macrobi¨®tica, que relata la muerte de la chica.
5. El crudiveganismo: un trabajo extra. Los crud¨ªvoros y veganos se alimentan de productos vegetales sin cocinar ni procesar. Sus practicantes, vegetarianos, aseguran que los alimentos crudos son mejores para la salud porque no eliminan vitaminas ni minerales, pero cocinar es b¨¢sico en la alimentaci¨®n, aunque sea complicado para la ciencia determinar si los vegetales se consumen mejor crudos o cocidos. Un estudio, publicado hace unos a?os en The British Journal of Nutrition, hizo un seguimiento a 198 crud¨ªvoros. Y determin¨® que sus niveles de vitamina A eran correctos y los de beta-carotenos un poco altos, mas los niveles de licopeno luc¨ªan baj¨ªsimos. Hay numerosas investigaciones en curso sobre el papel que cumple este antioxidante, cuya carga aumenta con la cocci¨®n, en la prevenci¨®n del c¨¢ncer, aunque falta evidencia cient¨ªfica. Lo que s¨ª est¨¢ claro es que el vegetarianismo ha de ser una opci¨®n vital, y no un plan de adelgazamiento, adem¨¢s de requerir de una dosis extra de planificaci¨®n.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.