Por qu¨¦ las mentes m¨¢s brillantes necesitan soledad
Conectar con uno mismo es fuente de beneficios. Darwin rechazaba todas las invitaciones a fiestas. Y del aislamiento naci¨® el primer ordenador Apple
Seg¨²n el profesor Robert Lang de la Universidad de Nevada (Las Vegas), experto en din¨¢micas sociales, muchos de nosotros acabaremos viviendo solos en alg¨²n momento de nuestra vida, ya que cada d¨ªa nos casamos m¨¢s tarde, las tasas de divorcio aumentan y las personas viven m¨¢s. La prosperidad tambi¨¦n fomenta este estilo de vida, elegido en la mayor¨ªa de los casos voluntariamente por el lujo que representa. La periodista Maruja Torres en su autobiograf¨ªa Mujer en guerra (editada por Planeta) ya se vanagloriaba del placer que le produc¨ªa meterse en la cama y dormir sola, con las extremidades extendidas en forma de aspa. A?esto se le a?ade la comodidad de disponer del sof¨¢, poder cambiar de canal sin tener que negociar, improvisar planes sin avisar ni dar explicaciones, pasearse por la casa de cualquier guisa, comer a cualquier hora¡
Por si fuera poco, el soci¨®logo Eric Klinenberg, de la Universidad de Nueva York, autor del estudio GOING SOLO: The Extraordinary Rise and Surprising Appeal of Living Alone, est¨¢ convencido de que vivir solo significa, adem¨¢s, disfrutar de relaciones de m¨¢s calidad, ya que la mayor¨ªa de singles tiene claro que la soledad es mucho mejor que el hecho de sentirse mal acompa?ado. Incluso hay estudios que aseguran que la soledad facilita el desarrollo de la empat¨ªa. Otra soci¨®loga, Erin Cornwell, de la Universidad Cornell en Ithaca (Nueva York), ha determinado tras distintos an¨¢lisis que es m¨¢s probable que la gente mayor de 35 a?os que vive sola pase una velada entre amigos que no aquellos que viven en pareja. Esto tambi¨¦n ocurre con las personas mayores que, aun viviendo solas, poseen una red social de amistades tan amplia o m¨¢s que las personas de su misma edad que viven acompa?adas. Es la conclusi¨®n a la que lleg¨® el estudio llevado a cabo por el soci¨®logo Benjamin Cornwell y que public¨® en American Sociological Review.
La base de la creatividad y de la innovaci¨®n
Las personas somos seres sociales, pero tras pasarnos el d¨ªa rodeados de gente, de reuni¨®n en reuni¨®n, atentos a las redes sociales y al m¨®vil, hiperactivos e hiperconectados, la soledad ofrece un espacio de reposo sanador. Una de las conclusiones m¨¢s sorprendentes es que la soledad resulta b¨¢sica para la creatividad, la innovaci¨®n y el buen liderazgo. Un estudio realizado en 1994 por Mihaly Csikszentmihalyi (el gran psic¨®logo de la felicidad) comprob¨® que los adolescentes que no soportan la soledad son incapaces de desarrollar el talento creativo.
Susan Cain, autora del libro Quiet: The Power of Introverts in a World That Can¡¯t Stop Talking, cuya conferencia en Ted Talks es una de las favoritas de Bill Gates, defiende a ultranza la riqueza creativa que surge de la soledad y reivindica, por el bien de todos, la pr¨¢ctica de la introversi¨®n. ¡°Siempre me hab¨ªan dicho que deb¨ªa mostrarme m¨¢s abierta, aunque yo sent¨ªa que ser introvertida no era algo malo. As¨ª que durante a?os fui a bares abarrotados, muchos introvertidos lo hacen, lo que representa una p¨¦rdida de creatividad y de liderazgo que nuestra sociedad no se puede permitir. Tenemos la creencia de que toda creatividad y productividad proviene de un lugar extra?amente sociable. Sin embargo, la soledad es el ingrediente crucial de la creatividad. Darwin daba largas caminatas por el bosque y rechazaba enf¨¢ticamente invitaciones a fiestas. Steve Wozniak invent¨® la primera computadora Apple encerrado en su cub¨ªculo de Hewlett Packard, donde trabajaba entonces. La soledad importa. Para algunas personas, incluso, es el aire que respiran¡±.
Cain recuerda que cuando estamos rodeados de gente nos limitamos a seguir las creencias de los dem¨¢s para no romper con la din¨¢mica de grupo. La soledad, en cambio, significa abrirse al pensamiento propio y original. Denuncia que las sociedades occidentales han privilegiado m¨¢s a la persona activa que a la contemplativa. Y nos ruega: ¡°Detengan la locura del trabajo constante en equipo. Vayan al desierto para tener sus propias revelaciones¡±.
La conquista de la libertad
¡°Solo cuando estoy sola me siento completamente libre. Me reencuentro conmigo misma y eso me resulta agradable y reparador. Es cierto que, por inercia, cuanto menos solo est¨¢s, m¨¢s te cuesta estarlo. No obstante, en una sociedad que te obliga a estar enormemente pendiente del afuera, los espacios de soledad representan la ¨²nica posibilidad de contactar otra vez con uno mismo. Es un movimiento de contracci¨®n necesario para recuperar el equilibrio¡±, asegura la psic¨®loga Mireia Darder, autora del libro Nacidas para el placer (Ed. Rigden).
Tambi¨¦n el gran fil¨®sofo del momento, Byung-Chul Han, autor de La sociedad del cansancio (Ed. Herder), abandera la necesidad de recuperar nuestra capacidad contemplativa para compensar nuestra hiperactividad destructora. Seg¨²n este autor, solo tolerando el aburrimiento y el vac¨ªo seremos capaces de desarrollar algo nuevo y de desintoxicarnos de un mundo lleno de est¨ªmulos y de sobrecarga informativa. Byung-Chul Han tiene muy presente las palabras de Cat¨®n: ¡°Nos olvidamos de que nunca est¨¢ nadie m¨¢s activo que cuando no hace nada, nunca est¨¢ menos solo que cuando est¨¢ consigo mismo¡±.
Conciencia de s¨ª y auditor¨ªa interior
¡°Para m¨ª la soledad representa la ocasi¨®n de revisar nuestra gesti¨®n, de proyectar el futuro y evaluar la calidad de los v¨ªnculos que hemos construido. Es un espacio para llevar a cabo una auditor¨ªa existencial e indagar qu¨¦ es esencial para nosotros m¨¢s all¨¢ de las exigencias del entorno social¡±, asegura el fil¨®sofo Francesc Torralba, autor de El arte de estar solo (Ed. Milenio) y director de la c¨¢tedra Ethos de la Universidad Ramon Llull. En soledad dejamos ese espacio en blanco para escuchar sin interferencias lo que sentimos y necesitamos. ¡°La soledad nos da miedo porque con ella caen todas las m¨¢scaras. Estamos viviendo siempre de cara a la galer¨ªa en busca de reconocimiento, pero raramente nos tomamos tiempo para mirar hacia dentro¡±, dice Torralba.
Las 5 claves para disfrutar de la soledad
1. Usted es su mejor compa?¨ªa. La premisa b¨¢sica es cambiar la creencia de que uno, acompa?ado, est¨¢ mejor.
2. Una oportunidad para conocerse mejor y descubrir nuestro rico mundo interior.
3. En lugar de torturarse, hay que aprovechar la soledad para leer, pintar o hacer deporte.
4. Escribir un diario. Ayudar¨¢ a expresar sentimientos y a contemplarse uno mismo con m¨¢s conocimiento y cari?o.
5. Como indica el psic¨®logo Javier Urra, con la soledad recuperamos "el gusto por el silencio y por el dominio del tiempo".
Efectivamente, la soledad despierta temor porque suele asociarse al vac¨ªo y la tristeza, sobre todo cuando ha sido postergada largo tiempo por una actividad fren¨¦tica y anestesiante. Para Mireia Darder conviene enfrentarse a ese momento teniendo en cuenta que la tristeza es resultado simplemente del hecho de aflojarse despu¨¦s de tanta tensi¨®n y de haber hecho un enorme esfuerzo por aparentar fortaleza y aguantar la presi¨®n ante los que nos rodean. ¡°No se puede olvidar que para ser realmente aut¨®nomo has de aprender a transitar la soledad. El?amor no es lo contrario de la soledad sino la soledad compartida¡±, se?ala Darder.
En nuestra sociedad, la inactividad ¡ªque surge a menudo de la soledad¡ª se teme y despierta la culpa. Nos han preparado para la acci¨®n y para realizar muchas cosas al mismo tiempo, pero es cuando estamos solos cuando podemos reflexionar sobre lo que hacemos y c¨®mo lo hacemos. El escritor Irvin Yalom, catedr¨¢tico de Psiquiatr¨ªa en la Universidad de Stanford, confesaba que desde que ten¨ªa conciencia se hab¨ªa sentido ¡°asustado por los espacios vac¨ªos¡± de su yo interior. ¡°Y mi soledad no tiene nada que ver con la presencia o ausencia de otras personas. De hecho detesto a los que me privan de la soledad y, adem¨¢s, no me hacen compa?¨ªa¡±. Algo que, seg¨²n Francesc Torralba, es muy frecuente: ¡°Aunque estemos rodeados de gente y de formas de comunicaci¨®n existe un alto grado de aislamiento. No hay peor sensaci¨®n de soledad que aquella que se experimenta al estar en pareja o con gente¡±.
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