Bacterias en el cuerpo: razones para amarlas
'Domesticar' microorganismos era una tarea pendiente de la medicina. Probi¨®ticos y preobi¨®ticos han contribuido al logro
?Qui¨¦n no ha o¨ªdo hablar de la importancia de consumir alimentos prebi¨®ticos y probi¨®ticos? O lo que es lo mismo, ?de tomar yogures activos, leches fermentadas y quesos enriquecidos? ?A qui¨¦n no le suena la existencia de nuevos productos en este campo? No nos podemos escapar: estos nutrientes est¨¢n de moda, pero, adem¨¢s, cuentan con el aval de la ciencia. Y es que la nutrici¨®n ha evolucionado gracias a la investigaci¨®n constante y seg¨²n un informe de la Universidad de Buenos Aires, ¡°ahora, el foco de inter¨¦s no est¨¢ tanto en lo que comemos como en la prevenci¨®n de enfermedades cr¨®nicas¡±. Los prebi¨®ticos y probi¨®ticos son lo que los expertos denominan alimentos funcionales, que act¨²an de ¡°forma espec¨ªfica y positiva, promoviendo un efecto fisiol¨®gico y psicol¨®gico m¨¢s all¨¢ de su valor nutritivo ya conocido¡±. En el caj¨®n de los alimentos funcionales, tambi¨¦n se encuentra la fibra. Como dato de inter¨¦s, la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) recomienda la ingesta de 27 a 40 gramos al d¨ªa de fibra diet¨¦tica, mientras que la Agencia de Control de Alimentos y Medicamentos de EE. UU. (FDA) propone que los adultos ingieran 25 gramos de fibra cada 2.000 kcal. consumidas.
Al grano: ?cu¨¢l es la diferencia entre prebi¨®ticos y probi¨®ticos?
Los probi¨®ticos son seres vivos ¨Cmicroorganismos (bacterias y levaduras)¨C que permanecen activos en el intestino ejerciendo importantes efectos fisiol¨®gicos y que est¨¢n presentes en alimentos como los yogures frescos, las leches fermentadas o el k¨¦fir, entre otros. "Cuando se consumen en cantidades adecuadas tienen unos efectos positivos sobre nuestra salud y organismo (sobre todo, en el intestino)¡±, explic¨® el doctor Francesc Guarner, presidente de la Sociedad Espa?ola de Probi¨®ticos y Prebi¨®ticos (SEPyP) y jefe del Servicio de Aparato Digestivo del Hospital Vall d?Hebron de Barcelona, el pasado julio, en el marco del Curso de la Escuela de Nutrici¨®n Instituto Danone¨CFrancisco Grande Covi¨¢n, que cada verano se organiza en la Universidad Men¨¦ndez Pelayo de Santander. ¡°Esta es la definici¨®n cient¨ªfica. La que proponen la FAO y la OMS¡±, a?ade el experto. Efectivamente, la FAO asevera: ¡°Los probi¨®ticos desempe?an una importante acci¨®n en las funciones inmunol¨®gica, digestiva y respiratoria, y podr¨ªan tener un efecto significativo en el alivio de las enfermedades infecciosas de los ni?os y de otros grupos en alto riesgo (embarazadas y personas mayores). En 1965, Lilly y Stillwell acu?aron el t¨¦rmino¡±.
Por su parte, los prebi¨®ticos, seg¨²n Guarner, son ingredientes que comemos pero que no nos alimentan directamente. "Dan de comer a las bacterias que habitan en nosotros y saben dirigirse hacia las m¨¢s beneficiosas. La mayor¨ªa de los prebi¨®ticos hacen que aumente la cantidad de las bifidobacterias en nuestro organismo, que son aquellas que degradan los hidratos de carbono [en su versi¨®n no digerible, como la fibra, una vez en el colon, son parcialmente degradados por enzimas de la flora bacteriana]", apunta el experto.
Qu¨¦dese con sus nombres
? Bifidobacterium. Bifidobacterium animalis subespecie lactis DN ¨C 173 010. Se ha demostrado cl¨ªnicamente que el consumo diario de este probi¨®tico mejora el tr¨¢nsito intestinal lento, especialmente en mujeres y en personas de edad avanzada.
? Lactobacillus. Lactobacillus de la especie casei, cepa DN-114 001. Otro probi¨®tico beneficioso: en este caso, para potenciar la acci¨®n de las defensas.
Referencia:?Organizaci¨®n Mundial de Gastroenterolog¨ªa
¡°Los prebi¨®ticos se encuentran en las alcachofas, los pl¨¢tanos o las endivias ¨Cprimer producto en el que se descubrieron¨C, entre otros alimentos, y hay que consumirlos de forma constante y regular, ya que su ingesta rutinaria mejora la eficiencia de nuestras bacterias. El consejo es comer pocas cantidades de verdura o leguminosas todos los d¨ªas y con mucha diversidad¡±, a?ade. Los dos prebi¨®ticos m¨¢s estudiados son los fructooligosac¨¢ridos y FOS, conocidos como oligofructosa e inulina. Si se analizan los h¨¢bitos de alimentaci¨®n de la poblaci¨®n general, se consumen unos 800 miligramos al d¨ªa, cuando los expertos dicen que hay ingerir en 2.000 y 6.000. Tambi¨¦n hay productos que tienen probi¨®ticos y prebi¨®ticos: se llaman simbi¨®ticos.
La evoluci¨®n de la ciencia
¡°Hace 10.000 o 20.000 a?os el hombre descubri¨® que ten¨ªa que domesticar a los animales para sobrevivir. Y fue consciente de a cu¨¢les pod¨ªa domesticar y a cu¨¢les no. No es lo mismo un perro que un le¨®n¡±, contin¨²a Guarner. ¡°En cuanto a la importancia de domesticar a los microorganismos, es algo de lo que nos estamos dando cuenta ahora, en estos ¨²ltimos a?os, y gracias a la investigaci¨®n, ahora sabemos que hay algunas bacterias malas, pero que hay otras que no solo no son peligrosas, sino todo lo contrario¡±, agrega. ¡°Y esta mentalidad ha tardado mucho en entrar en la medicina, aunque no ha sido as¨ª en el mundo de la industria, que usan desde hace a?os bacterias para hacer el vino, la cerveza, los quesos o los yogures, entre otros. Gracias a su importancia y al estudio, sabemos, por ejemplo, que los microorganismos del tubo de digestivo ayudan a que este funcione bien, e igual ocurre en otras partes del cuerpo humano. Por ello es fundamental que cuidemos de nuestras bacterias¡±.
La mentalidad sobre la importancia de las bacterias ha tardado mucho en entrar en la medicina, aunque no ha sido as¨ª en el mundo de la industria, que las usa desde hace a?os para hacer vino, cerveza, quesos o yogures¡±
Como explica el experto, cuando la ciencia de la bioqu¨ªmica descubri¨® las prote¨ªnas, los hidratos de carbono o los amino¨¢cidos, cre¨® una dieta basada en alimentar al organismo anfitri¨®n y se olvid¨® de las bacterias. "Y esto no puede ser", apostilla: "Si cada organismo cuenta con un lugar para alojarlas (en nuestro caso, en su mayor¨ªa, en el col¨®n, aunque tambi¨¦n en el intestino delgado) es porque son importantes para nuestra supervivencia y calidad de vida. Comer para alimentar a estos inquilinos es fundamental. Lo mejor son las verduras ¨Clas aceitunas son excepcionales¨C y los productos fermentados como los yogures y los quesos¡±, prosigue Guarner. Adem¨¢s, gracias a que hoy tenemos los instrumentos adecuados, los cient¨ªficos se han dado cuenta de muchas m¨¢s cosas.
¡°Somos capaces de saber que cuando se aplica un antibi¨®tico a un paciente, de hecho, no disminuye el n¨²mero total de bacterias, sino que una poblaci¨®n disminuye y otra aumenta. Matan al pat¨®geno y a las bacterias beneficiosas, lo que lleva de nuevo al desequilibrio de la flora intestinal y, m¨¢s preocupante, a la aparici¨®n de resistencia, una de las cuestiones que m¨¢s preocupa en t¨¦rminos de salud p¨²blica¡±, aclar¨® el doctor.
?Qu¨¦ significa esta resistencia?
Lavar los alimentos ha provocado que tengamos en nuestro organismo microorganismos mucho m¨¢s resistentes y que se alejan de las bacterias ancestrales"
¡°Lavar los alimentos ha provocado que tengamos en nuestro organismo microorganismos mucho m¨¢s resistentes y que se alejan de las bacterias ancestrales¡±, cuenta el especialista. Esta resistencia, propia de los pa¨ªses desarrollados, permite superar muy bien las enfermedades infecciosas, "pero, a la vez, nos hace m¨¢s d¨¦biles ante enfermedades inflamatorias del sistema inmune, como las alergias, la enfermedad de Crohn o la celiaqu¨ªa, entre otras, en las que se ha visto un aumento de la incidencia en los ¨²ltimos a?os¡±. En las personas aquejadas de estas dolencias es frecuente observar una dr¨¢stica reducci¨®n (de hasta el 50%) del n¨²mero de especies de bacterias que habitan en el intestino, seg¨²n el experto. ¡°Antes se pensaba que el sistema inmune reaccionaba ante lo malo y lo dem¨¢s lo ignoraba. Pero ahora sabemos que lo que hace es diferenciar entre amigos y enemigos ¨Cun mecanismo que elabora gracias a los linfocitos T¨C. Si perdemos el contacto con las bacterias, con esas c¨¦lulas T reguladoras, tendremos menos tolerancia a ciertos alimentos¡±. En la dieta cuenta con su aliado para que esto no ocurra, porque aunque pat¨®genos externos o una toma excesiva de antibi¨®ticos puedan romper el equilibrio de la microbi¨®tica, "elegir c¨®mo alimentarse desempe?a un papel fundamental", concluye Francesc Guarner.
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