El prototipo de avi¨®n espacial europeo ¡®IXV¡¯ cumple con ¨¦xito su vuelo

El?prototipo de nueva nave espacial europea IXV ha realizado este mi¨¦rcoles con ¨¦xito su primer vuelo sobrevolando en cien minutos el Atl¨¢ntico, ?frica y parte del Pac¨ªfico, desde el lanzamiento desde la base de Kourou, en la Guyana Francesa, hasta su ca¨ªda controlada en el oc¨¦ano, al sur de California, donde estaba esper¨¢ndole un buque de recuperaci¨®n. El objetivo de este vuelo es ¡°evaluar los rendimientos de sistemas cr¨ªticos y aspectos tecnol¨®gicos del regreso de veh¨ªculos espaciales de forma controlada desde ¨®rbitas bajas de la Tierra (hasta 2.000 kil¨®metros de altura)¡±, explic¨® Jos¨¦ Longo, responsable de An¨¢lisis Aerodin¨¢mico y Propulsi¨®n de la Agencia Europea del Espacio (ESA), en ESAC, el centro de dicha instituci¨®n en Villanueva de la Ca?ada (Madrid), que recibi¨® toda la transmisi¨®n en directo del lanzamiento, el vuelo y la ca¨ªda al oc¨¦ano del IXV. Es la primera vez que el sector espacial europeo ensaya en vuelo un prototipo de veh¨ªculo espacial capaz de realizar de forma controlada la reentrada en la atm¨®sfera terrestre, una tecnolog¨ªa que dominan hace tiempo potencias espaciales como EE UU y Rusia. Europa lo intent¨® en los a?os ochenta con su programa Hermes, un avi¨®n espacial del tipo del transbordador de la NASA, que no lleg¨® a volar y que se cancel¨® en 1992.

Con 40 minutos de retraso sobre el horario inicialmente previsto debido a un problema surgido en el ¨²ltimo momento en la plataforma de lanzamiento, el peque?o cohete Vega inici¨® el ascenso con el IXV alojado en su punta, a las 14.40 hora peninsular espa?ola; 18 minutos despu¨¦s, ya a 6.000 kil¨®metros de distancia, viajando a una velocidad de 7,15 kil¨®metros por segundo a 350 kil¨®metros de altura sobre la superficie terrestre, el IXV se separ¨® de la ¨²ltima etapa del lanzador e inici¨® su vuelo en solitario.

El IXV, de casi dos toneladas de masa y el tama?o de un coche (5 metros de largo, 2,2 de ancho y 1,2 de alto), no es todav¨ªa un avi¨®n con alas, sino un veh¨ªculo cuyo fuselaje, por su forma, genera suficiente fuerza de sustentaci¨®n para planear. Dos aletas traseras y cuatro peque?os motores le confieren alto rendimiento de maniobrabilidad y control, ¡°pero con la simplicidad de una c¨¢psula espacial¡±, se?al¨® Longo. En el vuelo suborbital alcanz¨® una altura de 420 kil¨®metros, pr¨¢cticamente la distancia de la superficie terrestre a la que orbita la Estaci¨®n Espacial Internacional (ISS), antes de iniciar el descenso hacia el Pac¨ªfico. La fase de reingreso en la atm¨®sfera terrestre se inici¨® 64 minutos despu¨¦s del lanzamiento, a 120 kil¨®metros de altura, cuando el IXV viajaba a una velocidad de 7,5 kil¨®metros por segundo. En esa fase, el veh¨ªculo debi¨® soportar (gracias a recubrimientos cer¨¢micos y de fibra de carbono especial) temperaturas de hasta 1.700 grados cent¨ªgrados por la fricci¨®n con el aire. Un sistema de paraca¨ªdas aminor¨® su velocidad hasta los 0,5 kil¨®metros por segundo para caer en el Pac¨ªfico y quedarse a flote con un sistema de globos hasta que lleg¨® el buque de rescate.

Es la primera vez que el sector espacial europeo ensaya un prototipo de veh¨ªculo espacial capaz de realizar de forma controlada la reentrada en la atm¨®sfera terrestre

¡°El objetivo del IXV es probar tecnolog¨ªas de reentrada que son cr¨ªticas para misiones, por ejemplo, la recogida de muestras de otros planetas y de cometas, para retornos de la ISS, para reparaci¨®n de sat¨¦lites averiados o retirada de los que est¨¦n en desuso o incluso para vuelos de turismo espacial¡±, apunt¨® Diego Rodr¨ªguez, de la empresa espa?ola Sener, una de las tres (junto a Elecnor Deimos y GMV) que se han responsabilizado de los sistemas de guiado, navegaci¨®n y control del IXV, que suponen el piloto autom¨¢tico de la misi¨®n. ¡°El guiado indica d¨®nde va la nave, la navegaci¨®n, d¨®nde est¨¢ y el control pilota el veh¨ªculo, como el mapa, el GPS y el volante del coche¡±, explic¨®, Mariano S¨¢nchez, de Elecnor Deimos, empresa responsable del dise?o completo de la trayectoria de la misi¨®n, que defini¨® como ¡°un hito fundamental en el desarrollo y experimentaci¨®n de tecnolog¨ªas de reentrada¡±. Mariella Graziano, de GMV, destac¨® en ESAC ¡°la elevada capacidad de maniobra del IXV gracias a sus superficies aerodin¨¢micas¡±, as¨ª como su capacidad de vuelo aut¨®nomo.

A los 90 minutos de vuelo del IXV, el centro de control de la misi¨®n, en Tur¨ªn, anunci¨® la recepci¨®n de la se?al de apertura del sistema de paraca¨ªdas para reducir la velocidad de la nave en la ¨²ltima fase. A los 99 minutos de vuelos, apenas uno menos de lo previsto, el IXV cay¨® al Pac¨ªfico culminando con ¨¦xito la misi¨®n.

En cuanto al cohete Vega, el del IXV ha sido su cuarto lanzamiento y el primero realizado en direcci¨®n este, en lugar de norte, como es habitual para la puesta en ¨®rbita polar de cargas espaciales.

El IXV, cuyo coste asciende a 150 millones de euros, arranc¨® con la fase de dise?o en 2006, y participan en el programa 40 empresas e instituciones de siete pa¨ªses europeos (no es un programa obligatorio para todos los miembros de la agencia, sino solo de aquellos que deciden participar en ¨¦l), bajo la coordinaci¨®n de la compa?¨ªa italiana Thales Alenia Espacio como contratista principal.

El ¨¦xito del vuelo del IXV no se plasmar¨¢ en un nuevo paso a corto plazo hacia el desarrollo de un avi¨®n espacial europeo. Habr¨¢ que esperar hasta 2018, como m¨ªnimo, para ver el resultado del Pride, el siguiente programa de la Agencia Europea del Espacio (ESA) en esta trayectoria hacia ese tipo veh¨ªculos de reingreso controlado en la atm¨®sfera y aptos para volar al espacio m¨¢s de una vez. Mientras se produce un intervalo poco productivo para centenares de ingenieros en la ESA y en las empresas que han adquirido la gran experiencia del IXV y ahora se quedan a la espera del siguiente paso. El dilatado tiempo entre uno y otro programa llama la atenci¨®n sobre todo teniendo en cuenta la competitividad y agilidad del sector en Estados Unidos, por ejemplo, donde algunas empresas privadas est¨¢n trabajando para la NASA con programas potentes, r¨¢pidos y efectivos de lanzadores y naves espaciales reutilizables.