Moda espa?ola a la vietnamita

La sabidur¨ªa popular dice que confiar en uno mismo y trabajar duro son las aut¨¦nticas claves del ¨¦xito. Los m¨¢s pesimistas a?adir¨ªan un pellizco de suerte y una idea original. Estos cuatro elementos se alinearon hace ya 10 a?os para una pareja de espa?oles, Diego Cortizas y Laura Font¨¢n. De su confluencia naci¨® Chula, una firma de moda con sello espa?ol, pero que ha germinado en Vietnam, desde donde ha alcanzado el reconocimiento internacional. El azar los condujo hasta el pa¨ªs asi¨¢tico; una idea original, dise?ar moda local con un toque occidental, impuls¨® la creaci¨®n de su marca; su constancia y trabajo hicieron el resto. Una d¨¦cada despu¨¦s, han sido escogidos entre los 100 mejores representantes de la marca Espa?a, compartiendo categor¨ªa con Manolo Blahnik o Pl¨¢cido Domingo. Aunque todav¨ªa tienen una cuenta pendiente con Espa?a, Chula presume de exportar a los cinco continentes desde su sede en Hanoi.

¡°La marca Chula empez¨® siendo solo Laura y yo¡±, explica Cortizas desde una calle cercana a su tienda en la capital vietnamita. El bullicio de la calle y el ruido de los coches se cuelan en la conversaci¨®n telef¨®nica. Aterrizaron en la ciudad para disfrutar de unas vacaciones, pero de vuelta en la rutina espa?ola decidieron dar marcha atr¨¢s y echar ra¨ªces. ¡°El pa¨ªs nos enamor¨®¡±, asegura. Arriesgaron su futuro a una carta, Chula: ¡°No ten¨ªamos ni idea de moda, pero a m¨ª siempre me atrajo el dise?o, nos pareci¨® una idea interesante y decidimos probar¡±.

La empresa surgi¨® entre los miedos de unos novatos que adem¨¢s iban a emprender su primer negocio. S¨®lo ten¨ªan clara una cosa, no impondr¨ªan un modelo europeo en Vietnam, sino que crear¨ªan una empresa local, con mano de obra aut¨®ctona y sin intermediarios. Aquel plan inseguro se ha convertido en el proyecto de m¨¢s de 60 trabajadores, casi todas mujeres y un 80% discapacitados.

Cortizas quiere dejar muy clara una cosa: ¡°No somos una ONG, somos una empresa competitiva llena de profesionales que aportan un plus a nuestras prendas¡±. La primera en llegar fue Duong, una chica de 28 a?os sordomuda. Empez¨® haciendo bordados y gracias a ella sus amigos, tambi¨¦n sordomudos, comenzaron a trabajar en el taller. ¡°Duong ha tenido tres hijos en el tiempo que lleva con nosotros, todos formamos una gran familia¡±. Pocos meses despu¨¦s lleg¨® Thuy, 38 a?os, fue su primer trabajo, important¨ªsimo para una mujer soltera en Vietnam. Comenz¨® como costurera pero hoy dirige un taller con 40 trabajadoras. Ha tenido que aprender lenguaje de signos para ayudar a la integraci¨®n de sus compa?eras. El salto internacional para la pareja lleg¨® a ra¨ªz de la Semana de la Moda de Vietnam, en la que ya han participado en siete ediciones como ¨²nicos extranjeros. El evento les abri¨® las puertas del World Trade Center de Nueva York, de las Torres Petronas de Kuala Lumpur o las de Par¨ªs. El ¨²ltimo ha sido el Templo de la Literatura de Hanoi gracias un desfile organizado por la UNESCO en homenaje al traje tradicional vietnamita. Pero la verdadera fama les ha llegado gracias al boca a boca, ni siquiera cuentan con una red de tiendas propias, sino que venden a trav¨¦s de Internet o de otros negocios. Han sabido d¨®nde posicionarse, como en los hoteles de la ciudad, lugares en los que no solo consiguen ventas, sino que su marca viaje. Aprovechan la gran riqueza en seda del pa¨ªs, pero tambi¨¦n el algod¨®n o el c¨¢?amo. Han optado por la producci¨®n manual, que consigue verdaderas piezas de sastrer¨ªa con materiales siempre locales. Ofrecer prendas limitadas, inspiradas en la ciudad, en sus s¨ªmbolos y colores, es su principal se?a de identidad.

Se alejan de las tendencias para crear su propio universo de ropa policrom¨¢tica y ¡°con sentido del humor¡±. Esa es la base de su filosof¨ªa, transmitir felicidad aunando lo mejor de Vietnam y Espa?a. Sus dise?os son atemporales, tanto es as¨ª que uno de sus deseos es modernizar el traje tradicional e impedir as¨ª que quede relegado a la memoria de los museos. En su camino por conseguir esta meta y formar parte del pueblo vietnamita han decidido dar un paso m¨¢s y contribuir al desarrollo cultural de la comunidad. Su sede en las afueras de Hanoi es m¨¢s que una tienda, se trata de un espacio en el que confluyen el arte y la moda a trav¨¦s de exposiciones de pintura, escultura y fotograf¨ªa a las que se suman conciertos de m¨²sicos locales y ahora tambi¨¦n espa?oles. Sus jardines est¨¢n abiertos para celebraciones, conviertiendo as¨ª su casa y lugar de trabajo en un centro cultural y de encuentro en el que ¡°se puede meter uno hasta la cocina¡± y ver con sus propios ojos la elaboraci¨®n de las prendas. Chula tiene nuevos proyectos en Vietnam a punto de hacerse realidad: dos nuevas tiendas. La pareja se siente reconocida por su hogar de acogida, pero todav¨ªa tienen pendiente su pa¨ªs de origen: ¡°Estamos hu¨¦rfanos de Espa?a, nos gustar¨ªa volver a tener alguna presencia all¨ª, no descartamos volver a intentarlo en un futuro no tan lejano¡±.