Democracia e igualdad
Los pol¨ªticos deben plantear soluciones contra el paro y la pobreza en este a?o electoral
Tras siete a?os de grave crisis econ¨®mica y de recortes sociales, los pol¨ªticos parecen haberse dado cuenta de la situaci¨®n de desigualdad que existe en nuestro pa¨ªs. El nivel de paro, precariedad laboral, pobreza y exclusi¨®n social no solo es injusto, sino que pone en peligro la propia esencia de la democracia. En un informe que publica hoy EL PA?S se pone de manifiesto la situaci¨®n de emergencia social en Espa?a: una de cada cuatro personas que quiere trabajar est¨¢ en paro; uno de cada tres parados no cobra prestaci¨®n; uno de cada dos j¨®venes no tiene trabajo; unas 120 familias pierden su vivienda cada d¨ªa; 2,3 millones de ni?os viven bajo el umbral de la pobreza; 13 millones de personas est¨¢n en riesgo de pobreza; 2,5 millones de personas reciben ayudas de C¨¢ritas Espa?a...
Las principales formaciones pol¨ªticas han empezado a anunciar propuestas para atajar este terrible problema que nos sit¨²a a la cola de la Uni¨®n Europea en igualdad, justicia social, calidad democr¨¢tica y capital humano.
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La reacci¨®n coincide con el a?o en el que habr¨¢ m¨¢s citas electorales desde que estrenamos democracia. Es de agradecer que los partidos pol¨ªticos afronten estas cuestiones, aunque hay que pedirles que no planteen solamente propuestas coyunturales, sino que aprovechen la ocasi¨®n para realizar reformas estructurales que ayuden a cerrar esa brecha a medio y largo plazo.
Adem¨¢s de debatir medidas para crear empleo y recuperar las ayudas y subsidios que se han recortado en estos a?os de crisis, son imprescindibles varias reformas de calado. La primera de ellas, sin duda, es la de la educaci¨®n. No se puede cerrar la brecha social sin asegurar la igualdad de oportunidades; para ello es imprescindible reformar el sistema educativo de forma que salgan de ¨¦l unos ciudadanos con habilidades profesionales adecuadas a los nuevos tiempos.
En segundo lugar, se hace imprescindible una reforma fiscal que permita al Estado hacer frente a las necesidades sociales de la gente. Es incongruente plantear bajadas de impuestos cuando la econom¨ªa empieza a recuperarse; al contrario, habr¨ªa que mantener las tasas, o incluso subirlas, para aumentar los ingresos p¨²blicos y poder recuperar las ayudas a la educaci¨®n y la sanidad que se han recortado estos ¨²ltimos a?os. Y, por supuesto, plantear una agresiva pol¨ªtica de lucha contra la econom¨ªa sumergida y el fraude fiscal. Adem¨¢s, ser¨ªa conveniente blindar constitucionalmente los derechos sociales de los ciudadanos, plantear pol¨ªticas activas de empleo y garantizar unos ingresos b¨¢sicos para las personas m¨¢s desfavorecidas.
La buena noticia es que la mayor¨ªa de las fuerzas pol¨ªticas se han dado cuenta del dilema: o se buscan soluciones contra la desigualdad, o el ambiente social puede enrarecerse hasta posiciones de riesgo del sistema democr¨¢tico espa?ol.
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