?Por qu¨¦ los hombres nunca se acuerdan de nada?
La memoria de pez masculina es un hecho asumido en la eterna confrontaci¨®n entre sexos. Esto dice la ciencia al respecto
?Qui¨¦n no ha visto alguna vez la cara de p¨®ker de un hombre cuando, en una animada charla entre amigos, alguna f¨¦mina le espeta la fat¨ªdica pregunta: "?Te acuerdas de¡?". Por mucho que rebusque el apurado caballero, las puertas de su memoria permanecer¨¢n herm¨¦ticamente cerradas para ese recuerdo. Su locuaz interlocutora recurrir¨¢ a todo tipo de detalles en un intento de que el pasado regrese a la conciencia masculina. La escena se volver¨¢ a repetir en una reuni¨®n familiar, en la intimidad del hogar y tambi¨¦n en el trabajo con id¨¦ntico resultado: el olvido. De acuerdo, no pasa siempre ni con todos los hombres, pero es un suceso que las mujeres, a menudo, se quejan de revivir.
?Realmente es cierto que ellas tienen mejor memoria que ellos? Que existen diferencias entre el cerebro masculino y el femenino se ha demostrado en numerosas investigaciones, y es sobradamente conocido que los varones tienen mayor capacidad espacial mientras que las mujeres tienen m¨¢s desarrolladas las ¨¢reas del lenguaje. Pero en el caso de la memoria, las diferencias neurobiol¨®gicas no son tan claras.
El profesor de investigaci¨®n Javier de Felipe, del Laboratorio Cajal de Circuitos Corticales, de la Universidad Polit¨¦cnica de Madrid, reconoce diferencias biol¨®gicas, pero, en el campo de los recuerdos, pone el acento en la educaci¨®n. ¡°Aunque las cosas est¨¦n cambiando, generalmente la educaci¨®n no es igual en ambos sexos y desde la infancia ya se les va conduciendo a unas diferencias de comportamiento y psicol¨®gicas¡±, explica.
Existen diferencias biol¨®gicas entre el cerebro masculino y el femenino, pero en el caso de la memoria, la educaci¨®n es m¨¢s importante
Diferentes ensayos confirman el peso de la instrucci¨®n en la cimentaci¨®n de la memoria; y en c¨®mo el modo en que las madres cuentan las cosas a sus hijos influye, tambi¨¦n, en la formaci¨®n de recuerdos. ¡°Esto no niega las diferencias biol¨®gicas, pero no son muy acusadas. Los hombres y las mujeres somos muy parecidos, siempre y cuando estemos educados de la misma forma. El resto son leyendas urbanas¡±, insiste De Felipe.
Pero existe un camino intermedio: que la educaci¨®n recibida deje una huella f¨ªsica. "El cerebro es muy pl¨¢stico, y si desde la infancia se educa en una direcci¨®n [la atenci¨®n hacia el detalle y esfuerzo por registrarlo], al final tambi¨¦n le afecta. Cuando nacemos, el cerebro pr¨¢cticamente no tiene conexiones, pero cuando el ni?o empieza a interaccionar con el medio ambiente, con la familia, con sus padres y aprende a leer y a escribir comienzan a formarse una serie de circuitos que dependen mucho de su entorno. Si el ambiente est¨¢ orientado hac¨ªa una direcci¨®n concreta, provocar¨¢ un cambio. Y as¨ª sucede con una educaci¨®n sexista¡±, prosigue el investigador.
El psic¨®logo Sergio Garc¨ªa Soriano, que dirige talleres de bienestar y de g¨¦nero, tambi¨¦n sostiene que el hecho de que las mujeres recuerden m¨¢s cosas que los hombres es, sobre todo, consecuencia de la formaci¨®n recibida. Si el descuido afecta a la fecha del aniversario o al cumplea?os de una persona, cabr¨ªa aclarar, seg¨²n el experto, que el dato no ocupa un lugar importante en la memoria del que olvida. "Y aunque no significa una falta de inter¨¦s", dice, "s¨ª sugiere que algo ha cambiado en la relaci¨®n".
En cualquier caso, existen diferentes tipos de memoria y cada una aflorar¨¢ en distintos momentos a lo largo de nuestra vida. ¡°La memoria es inconsciente, aparece cuando se necesita¡±, anuncia el psic¨®logo. ¡°En las consulta de pareja, queda patente que ellas tienen m¨¢s memoria de situaciones y ellos dejan apartados estos detalles. Los hombres tenemos un sistema atencional un¨ªvoco, nos centramos en una cosa y luego pasamos a otra. Por el contrario, las mujeres tienen una memoria m¨¢s circular, m¨¢s emocional y engloban lo que sucedi¨® y en qu¨¦ contexto¡±.
Esta forma de memorizar depende de las conexiones neuronales que se han establecido con el feed back entre el cerebro y los actos y la educaci¨®n. ¡°Hay una ponderaci¨®n entre lo biol¨®gico y educativo¡±, subraya. Por mucho que la ciencia intente justificar las diferencias con argumentos biol¨®gicos, siempre aparece la educaci¨®n como explicaci¨®n ¨²ltima a las diferencias entre sexos. Garc¨ªa Soriano es directo: ¡°No somos tan distintos, pero estamos metidos en unos patrones de lo masculino y lo femenino. Y no nos damos ni cuenta¡±.
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