Los primeros humanos eran tan diferentes entre s¨ª como los actuales
Una revisi¨®n de decenas de restos de los primeros hom¨ªnidos rechaza que hubiera una tendencia lineal hacia m¨¢s estatura y peso corporal
A los humanos de hoy les gusta creerse los protagonistas del lema ol¨ªmpico m¨¢s r¨¢pido, m¨¢s alto, m¨¢s fuerte (Citius, altius, fortius). En nuestra diversidad, creemos que somos el ¨²ltimo paso de la evoluci¨®n humana, el fruto acabado del progreso. Sin embargo, una revisi¨®n de una gran cantidad de restos de los primeros hom¨ªnidos muestra que ya hace casi dos millones de a?os, el g¨¦nero Homo era tan diverso como hoy. S¨ª, los hab¨ªa bajitos y rudos, pero tambi¨¦n tan altos y fuertes como los actuales.
La idea del progreso como una sucesi¨®n de pasos hacia algo mejor, de lo m¨¢s simple a lo m¨¢s complejo, es una deformaci¨®n de las ideas de Charles Darwin que a¨²n tiene sus adeptos entre los cient¨ªficos. Para muchos paleoantrop¨®logos, el g¨¦nero Homo fue evolucionando desde espec¨ªmenes m¨¢s peque?os, menos b¨ªpedos y emparentados con los simiescos australopitecos hasta las formas refinadas del Homo sapiens. Lo peor es que, para muchos, fue ese refinamiento lo que permiti¨® la expansi¨®n de los primeros humanos fuera de su para¨ªso original, ?frica, al resto del planeta.
Sin embargo, una revisi¨®n de decenas de restos de aquellos primeros hom¨ªnidos muestra una gran diversidad de tama?o corporal y estatura a¨²n antes de la primera gran emigraci¨®n humana. De hecho, hace entre 1,8 y 1,7 millones de a?os coincidieron espec¨ªmenes africanos tan altos como los humanos actuales con especies de hom¨ªnidos de metro y medio de altura que ya viv¨ªan en Europa.
"No podemos dar por hecho que la evoluci¨®n a cuerpos m¨¢s grandes y piernas m¨¢s largas fue el principal motor que estuvo detr¨¢s de las primeras excursiones de nuestro g¨¦nero en Eurasia", dice en una nota el investigador de la Universidad de Tubinga (Alemania) y coautor del estudio, Manuel Will. Y no se puede dar por hecho porque los restos dicen lo contrario.
Lo que estamos viendo es el inicio de una caracter¨ªstica ¨²nica de nuestra especie, los or¨ªgenes de la diversidad Jay Stock, antrop¨®logo
Los investigadores revisaron los estudios publicados sobre restos de unos 40 ejemplares de tres especies de Homo anteriores a la nuestra, el Homo habilis, Homo rudolfensis y el Homo ergaster. Estudios anteriores han sostenido que los dos primeros eran muy parecidos a los australopitecos de hace dos millones de a?os en masa corporal y estatura. El ergaster, de mayor estatura, tama?o y unas proporciones en las extremidades similares a la de los humanos actuales, habr¨ªa estado en condiciones de iniciar la aventura por otras tierras. Sin embargo, hallazgos como el de Dmanisi (Georgia) de un ergaster de hace 1,8 millones de a?os con una estatura de 1,49 cent¨ªmetros puso en aprietos a los defensores del Citius, altius, fortius.
En paleoantropolog¨ªa el tama?o y la estatura s¨ª importan. Unas piernas m¨¢s largas, mayor proporcionalidad entre las extremidades inferiores y posteriores y ser m¨¢s alto dan ventajas adaptativas. Parejo a la mejora de la dieta y la ampliaci¨®n del nicho ecol¨®gico iba el desarrollo del cerebro. Pero el problema es que la mayor parte de los restos encontrados, adem¨¢s de su dispersi¨®n temporal y geogr¨¢fica, son craneales y de una pieza dental no se puede saber lo alto que era uno. Los trozos de huesos m¨¢s largos, como la cabeza del f¨¦mur, son los mejores indicadores antropom¨¦tricos, pero no abundan.
Lo que hicieron los investigadores fue comparar las dimensiones de los restos catalogados de los primeros hom¨ªnidos con las de una veintena de actuales pueblos primitivos. No se trata de una desviaci¨®n etnocentrista si no de que estas comunidades a¨²n viven como se suponen que lo hac¨ªan nuestros antecesores y no se han visto influidas por la reciente mejora de la especie humana fruto de los avances de la Revoluci¨®n Industrial. Con ese punto de partida pudieron hacer una serie de regresiones para obtener la estatura y peso corporal medios de nuestros antepasados.
Sus resultados, publicados en Journal of Human Evolution, muestran una mayor diversidad de peso y estatura de lo que se pensaba. Adem¨¢s, esta variabilidad no sigue un patr¨®n temporal o geogr¨¢fico. Hubo hom¨ªnidos de 1,80 metros de altura y 80 kilogramos de peso, como los encontrados en el yacimiento de Koobi Fora (Kenia), de hace 1,7 millones de a?os, coet¨¢neos de otros de apenas 1,35 cm y 30 Kg.
"Lo que estamos viendo es quiz¨¢ el inicio de una caracter¨ªstica ¨²nica de nuestra especie, los or¨ªgenes de la diversidad", dice el antrop¨®logo de la Universidad de Cambridge y coautor del estudio, Jay Stock. "Se puede interpretar nuestros resultados como una muestra de que hubo varias especies de primeros humanos, como Homo habilis, Homo ergaster y Homo rudolfensis, o una ¨²nica especie muy diversa", a?ade.
Para los investigadores, el mayor incremento en el tama?o corporal no fue un factor determinante para la expansi¨®n de los Homo fuera de ?frica ya que el principal incremento se produjo decenas de miles de a?os antes de que el Homo erectus dejara el continente, en especial en la regi¨®n de Koobi Fora.
Dudas con el m¨¦todo del estudio
Sin embargo, sus resultados y en especial como han llegado hasta ellos no convencen a todos. El profesor de prehistoria de la Universidad Complutense, Manuel Dom¨ªnguez-Rodrigo, duda del sistema de regresi¨®n que han utilizado para llegar a las mediciones. "Hacer estimaciones del tama?o corporal a partir de huesos tiene un rango de error y por eso siempre lo hacemos con los huesos m¨¢s fiables. Pero estos no son abundantes".
Para el codirector del Instituto de la Evoluci¨®n en ?frica (IDEA) y experto en el yacimiento de Olduvai (cuyos restos est¨¢n incluidos en el estudio), aplicar una regresi¨®n a partir de humanos actuales, por muy primitivos que sean, es muy aventurado. "Si nos meti¨¦ramos en una m¨¢quina del tiempo, ver¨ªamos que si han acertado ha sido por puro azar", comenta. Otro problema es el tama?o de la muestra. A pesar de todos los espec¨ªmenes revisados, se trata de un lapso temporal de al menos un mill¨®n de a?os. "Con etapas de mayor abundancia de f¨®siles que otras, esto debilita hacer una cronolog¨ªa fiable de las muestras", a?ade.
A pesar de esas limitaciones, el paleoantrop¨®logo espa?ol coincide con una de las conclusiones del trabajo: la gran diversidad de tama?os y estaturas de los primeros humanos. Lo que niega es que esta diversidad se produjera despu¨¦s de la salida de ?frica. "Hay restos de 1,7 millones de a?os de hom¨ªnidos de m¨¢s de 1,80 cm de altura". En Olduvai, por ejemplo, los restos ya catalogados pueden ser peque?os pero investigadores del IDEA est¨¢n encontrando restos de alturas comparables a las de los humanos actuales.
"Tenemos que admitir que en los primeros Homo hay diversidad en cuanto a tallas corporales, pero lo que no hay es una tendencia lineal. Hace dos millones de a?os tenemos conviviendo habilis m¨¢s peque?os y erectus mucho m¨¢s grandes. Y medio mill¨®n de a?os despu¨¦s siguen conviviendo", recuerda. Y plantea un nuevo interrogante: "Con los ¨²ltimos hallazgos, no se sostiene la creencia de que el erectus evoluciona del habilis cl¨¢sico, el erectus viene de otra cosa". As¨ª que el libro de historia de los primeros humanos a¨²n est¨¢ por encontrar un final.
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