Antibi¨®ticos: se nos rompieron de tanto usarlos
La toma indiscriminada de esta sustancia limita su eficacia. Nuevas investigaciones la relacionan con la obesidad. ?Por qu¨¦ hay que emplearlos con cautela?
A finales del siglo XX, la ciencia gan¨® la batalla a las bacterias: el desarrollo de distintos antibi¨®ticos super¨® en velocidad a la destreza de estos microorganismos para esquivar el ataque. Pero este poderoso y eficaz medicamento, que nos ha salvado durante d¨¦cadas, comienza a dar se?ales de agotamiento. El uso indiscriminado, tanto en personas como en animales, ha originado resistencias, un proceso por el que algunas bacterias consiguen sortear sus efectos e incluso "reclutar" a otras para que se conviertan en inmunes. "Es lo que se conoce como el efecto de selecci¨®n, donde sobreviven las resistentes que adem¨¢s reemplazan a las sensibles, es la selecci¨®n natural, la supervivencia del m¨¢s fuerte", explica uno de los mayores expertos en la materia, el doctor Fernando Baquero, microbi¨®logo y director cient¨ªfico del Instituto Ram¨®n y Cajal de Investigaci¨®n Sanitaria (IRYCIS). Pero adem¨¢s de la ineficacia del f¨¢rmaco, las resistencias esconden una cara m¨¢s perniciosa: "Tomar antibi¨®ticos tiene consecuencias acumulativas porque las bacterias que viven en el propio cuerpo tambi¨¦n se hacen resistentes, y si en un momento dado hay debilitamiento en el organismo, estas bacterias pueden invadirlo y producir infecci¨®n. Adem¨¢s, al ser capaces de tolerar el ataque, la infecci¨®n causada por ellas mismas no se curar¨¢ o tardar¨¢ m¨¢s en hacerlo", indica el microbi¨®logo.
Superbacterias viajeras
En India, la resistencia a antibi¨®ticos ya es una epidemia. Incluso los beb¨¦s nacen con lo que se ha dado en llamar superbacterias. Un estudio realizado en varios hospitales p¨²blicos de Nueva Delhi revela que alrededor del 70% de las 12.000 infecciones detectadas en beb¨¦s no responden a antibi¨®ticos. ?Podr¨ªa ocurrir en Espa?a? El doctor Fernando Baquero opina que existe un riesgo global de la resistencia a antibi¨®ticos. "La globalizaci¨®n facilita el viaje de estos microorganismos. De hecho, se calcula que un 30% de las personas que viajan a India o a algunas zonas de Am¨¦rica del Sur traen bacterias resistentes", apunta. Pero este especialista tambi¨¦n matiza que estos pa¨ªses en desarrollo cuentan con un bajo nivel sanitario que facilita la transmisi¨®n de bacterias entre individuos, algo que no ocurre en nuestro pa¨ªs.
Una de estas superbacterias importada desde India es la Klebsiella pneumoniae, resistente a los antibi¨®ticos m¨¢s modernos (los carbapenems), y que provoca infecci¨®n grave en hospitales. Adem¨¢s, posee la capacidad de transferir la resistencia a otras bacterias aunque no sean de su misma familia, como la Escherichia coli, que habita en el intestino.
Otro da?o colateral de los antibi¨®ticos es la destrucci¨®n de la flora bacteriana beneficiosa, lo que puede provocar infecci¨®n por hongos en la zona vaginal y bucal. O la aparici¨®n de diarrea si el antibi¨®tico incluye ¨¢cido clavul¨¢nico, un ingrediente que se a?ade al f¨¢rmaco para que sea m¨¢s eficaz.
El gran problema de las resistencias se solucionar¨¢ en un futuro con nuevos antibi¨®ticos, algo en lo que ya se investiga: "Hay nuevos antibi¨®ticos que atacan a las enterobacterias resistentes y que estar¨¢n en el mercado en menos de un a?o", anticipa el doctor Rafael Cant¨®n, jefe de Microbiolog¨ªa en el Hospital Ram¨®n y Cajal, en Madrid. Pero este especialista tambi¨¦n resalta que el ritmo al que se est¨¢ trabajando en investigar estos nuevos f¨¢rmacos es m¨¢s lento que hace 20 a?os.
Donde est¨¢ el l¨ªmite
La cuesti¨®n es: ?existe una dosis segura para evitar resistencias? Seg¨²n el doctor Fernando Baquero, se pueden tolerar sin mucho riesgo tres o cuatro tomas de antibi¨®ticos por a?o, de no m¨¢s de cinco d¨ªas de duraci¨®n cada una. De aqu¨ª la importancia de seleccionar bien a los pacientes y, sobre todo, de no tomar antibi¨®ticos sin prescripci¨®n m¨¦dica. El microbi¨®logo aporta adem¨¢s una informaci¨®n valiosa: "La mayor¨ªa de las infecciones leves se curan sin necesidad de estos f¨¢rmacos, excepto en personas con mucha edad, con enfermedad de base o en ni?os muy peque?os, ya que tienen el sistema inmunitario d¨¦bil".
Actualmente, el 90% de los antibi¨®ticos se prescriben en Atenci¨®n Primaria (AP) y los servicios de urgencias, principalmente para tratar infecciones del tracto respiratorio (60%), seg¨²n datos de la Sociedad Espa?ola de Pediatr¨ªa Extrahospitalaria y Atenci¨®n Primaria. Un estudio del Centro Europeo para la Prevenci¨®n y Control de Enfermedades (ECDC) dice que el 46% de los pacientes ingresados en un hospital espa?ol toma en un d¨ªa al menos un antibi¨®tico, lo que supone que Espa?a supera la media europea, ya que en otros pa¨ªses son solo el 30%. La buena noticia es que existen campa?as en todos los pa¨ªses europeos para mejorar su uso y eliminar las pr¨¢cticas incorrectas. "Un uso inadecuado es prolongar m¨¢s all¨¢ de lo necesario el tratamiento, utilizarlo con m¨¢s dosis de las recomendadas o con menos, o no desescalar (bajar el nivel de cobertura si, por ejemplo, se ha aplicado un tratamiento de amplio espectro) en situaciones que lo requieran", ejemplifica el doctor Rafael Cant¨®n.
La prescripci¨®n en ni?os tambi¨¦n ha mejorado en los ¨²ltimos diez a?os, as¨ª se recoge en Estudio ABES 2012. "La elecci¨®n de antibi¨®ticos por los pediatras espa?oles es acorde con las gu¨ªas actualizadas de buenas pr¨¢cticas", afirma el pediatra Roi Pi?eiro, miembro del Comit¨¦ de Medicamentos de la Asociaci¨®n Espa?ola de Pediatr¨ªa (AEP) y autor del estudio. Un dato llamativo de dicho trabajo es que los pediatras reci¨¦n titulados se ajustan en mayor medida a las recomendaciones terap¨¦uticas de las gu¨ªas.
?Los antibi¨®ticos engordan?
La relaci¨®n entre antibi¨®ticos y obesidad es la ¨²ltima aportaci¨®n de la investigaci¨®n al curr¨ªculum de estos f¨¢rmacos. La noticia la lanz¨® el doctor Martin J. Blasser, de la Universidad de Nueva York, al exponer el resultado de sus investigaciones en la IV Cumbre Mundial de Microbiota Intestinal para la Salud. Y lo hizo mostrando un estudio epidemiol¨®gico realizado durante 2012 en EE. UU.: los estados en los que m¨¢s antibi¨®ticos se consumen coincid¨ªan sorprendentemente con los que m¨¢s obesidad padecen. Aunque esta asociaci¨®n epidemiol¨®gica entre mayor uso de antibi¨®ticos y obesidad debe confirmarse a¨²n con estudios cl¨ªnicos. ?D¨®nde reside la causa? Seg¨²n explica M? del Carmen Collado, cient¨ªfica del Instituto de Agroqu¨ªmica y Tecnolog¨ªa de los Alimentos del CSIC, una de las causas posibles es que los antibi¨®ticos alteran el equilibrio microbiano del intestino, algo que puede favorecer la obesidad.
La microbiota, una palabra que se ha puesto de moda, es el conjunto de bacterias beneficiosas que habitan en el organismo y al que cada vez se otorgan m¨¢s funciones. "Tiene efectos a tres niveles: protege de determinados g¨¦rmenes, ayuda a absorber los nutrientes y a obtener energ¨ªa de la dieta y estimula el desarrollo del sistema inmunitario en el ni?o", explica Carmen Collado. La alteraci¨®n de la microbiota por los antibi¨®ticos no es una situaci¨®n irreversible, ya que, en palabras de esta especialista, "se puede restaurar si se sigue una dieta adecuada con el uso de probi¨®ticos (preparados comerciales que contienen bacterias beneficiosas) y prebi¨®ticos (compuesto que utilizan ciertas bacterias beneficiosas para crecer)". Estos ¨²ltimos se encuentran en alimentos ricos en fibra como la remolacha, los esp¨¢rragos, la zanahoria o la alcachofa.
Manual de uso
- "Los antibi¨®ticos deben emplearse en infecciones bacterianas y nunca en las v¨ªricas (gripe o resfriados). "Las infecciones v¨ªricas son autolimitadas en el tiempo y su tratamiento se basa en medidas higi¨¦nico-diet¨¦ticas, como reposo o dieta y, a veces, analg¨¦sicos. En casos especiales como son los ancianos o pacientes pluripatol¨®gicos (con varias patolog¨ªas), si no mejoran en el tiempo habitual, que suele ser unos 5 o 6 d¨ªas, o tienen s¨ªntomas importantes como una fiebre que no remite, deben de ser valorados por su medico de familia", indica la doctora Mercedes Ricote, coordinadora del Grupo de Trabajo del Medicamento de la Sociedad Espa?ola de M¨¦dicos de Atenci¨®n Primaria (SEMERGEN).
- Las infecciones m¨¢s graves se producen en los hospitales. "Las m¨¢s frecuentes que requieren antibi¨®ticos son las infecciones urinarias asociadas al uso de sondas y tambi¨¦n bacteriemia (presencia de bacterias en sangre) asociadas al uso de cat¨¦teres o secundarias a otro proceso infeccioso, como neumon¨ªa o infecci¨®n abdominal", afirma el doctor Rafael Cant¨®n.
- En los ¨²ltimos a?os ha aparecido una nueva forma de aplicar el tratamiento en ni?os, se trata de la prescripci¨®n diferida, que consiste en recetar el antibi¨®tico para ser utilizado en caso de empeoramiento o persistencia de los s¨ªntomas tras un periodo de 48 a 72 horas. "La antibioterapia condicionada a la evoluci¨®n parece ¨²til y segura en el manejo de faringitis, otitis y bronquitis aguda. Esta estrategia demuestra a los padres que los antibi¨®ticos no siempre son necesarios", se afirma en La gu¨ªa pr¨¢ctica de utilizaci¨®n de antimicrobianos para el tratamiento de las infecciones bacterianas m¨¢s prevalentes (Sociedad Espa?ola de Pediatr¨ªa Extrahospitalaria y Atenci¨®n Primaria).
- La pauta de administraci¨®n de los antibi¨®ticos comienza a cambiar: "En algunas infecciones leves (digestivas, respiratorias de v¨ªas altas y urinarias leves) la tendencia se orienta a reducir el n¨²mero de d¨ªas de tratamiento, dej¨¢ndolo en cinco o incluso tres, para disminuir el efecto de selecci¨®n sobre las bacterias resistentes", anticipa el microbi¨®logo Fernando Baquero.
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