?Qu¨¦ es el cambio?
Las ¨¦lites tratar¨¢n de convencernos de que Espa?a necesita un plan renove
Dec¨ªa Olof Palme que los derechos de la democracia no pueden estar reservados a un grupo selecto de la sociedad, sino que corresponden a todas las personas. La reflexi¨®n de aquel socialdem¨®crata sueco que caminaba sin escolta adquiere en nuestros d¨ªas una notable radicalidad, ya que se?ala, con enorme precisi¨®n, la diferencia entre el cambio pol¨ªtico y el mero recambio, algo que se puede aplicar a las alternativas a los partidos tradicionales en Espa?a.
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Que el mapa pol¨ªtico espa?ol va a cambiar con la llegada de nuevos actores a las instituciones es un hecho. Tambi¨¦n lo es que la causa fundamental del retroceso de los partidos pol¨ªticos tradicionales se explica por su gesti¨®n de la crisis econ¨®mica y por la percepci¨®n que tienen los ciudadanos de las ¨¦lites pol¨ªticas y econ¨®micas, a las que identifican con la corrupci¨®n y con el saqueo de lo p¨²blico. Llegados a este punto hay que preguntarse qu¨¦ ser¨ªa necesario hacer para que las cosas cambiaran en nuestro pa¨ªs.
Hace poco me reun¨ª en Madrid con Economistas Frente a la Crisis (EFC), un grupo plural e independiente de economistas, muchos de cuyos miembros proceden de la tradici¨®n socialdem¨®crata. No tienen ninguna intenci¨®n de vincularse con partido alguno, pero s¨ª de que sus propuestas sean asumidas por las formaciones pol¨ªticas progresistas de nuestro pa¨ªs. Tras leerlas con atenci¨®n y escucharles les dije que para m¨ª ser¨ªa un honor llegar a acuerdos y formar parte de un Gobierno que asumiera tales propuestas. Precisamente porque se?alan las claves del cambio pol¨ªtico en nuestro pa¨ªs, que pasan por se?alar que las pol¨ªticas econ¨®micas aplicadas hasta ahora han sido un desastre y que es necesario rectificar.
Sin embargo, en los ¨²ltimos meses, ciertos sectores de las ¨¦lites econ¨®micas saludan alborozados algunas propuestas de supuesta regeneraci¨®n que resultan incapaces de poner soluci¨®n a la estafa cotidiana que padecen los ciudadanos.
Frente a la injusticia fiscal de nuestro pa¨ªs ¡ªdonde la presi¨®n fiscal sobre las grandes fortunas est¨¢ a la cola de Europa al tiempo que los asalariados, los aut¨®nomos y la peque?a y mediana empresa cargan con la mayor parte de los impuestos¡ª cambio significa, como plantea EFC, llevar a cabo una reforma fiscal progresiva para que paguen m¨¢s quienes m¨¢s tienen, acercando los tipos reales a los tipos nominales. Proponer, como hacen los abanderados del recambio, subir el IVA a los productos de primera necesidad y bajar el de los art¨ªculos de lujo, no es solo una insensatez: es adem¨¢s una forma de prorrogar la ineficacia de nuestro sistema fiscal.
Frente a una legislaci¨®n laboral que fomenta la temporalidad, la precariedad y la destrucci¨®n de empleo, cambio significa derogar por ineficaz e injusta la reforma laboral para acabar con la precariedad, fortaleciendo la inspecci¨®n laboral que acabe con las contrataciones temporales fraudulentas y favoreciendo el empleo estable. Establecer el contrato ¨²nico significar¨ªa hacer temporales e inestables todos y cada uno de los empleos que se crearan en Espa?a: una propuesta de recambio, y adem¨¢s insensata. En un pa¨ªs en el que la pobreza afecta cada vez m¨¢s personas en edad de trabajar, cambio significa apostar por un sistema nacional de seguridad social que garantice la protecci¨®n frente al desempleo, un sistema de formaci¨®n eficaz para los trabajadores y rentas m¨ªnimas de inserci¨®n con las que hacer frente a la exclusi¨®n. Proponer seguros individuales contra el despido es poco menos que volver al siglo XIX, cuando apenas exist¨ªa el derecho laboral.
Si algo humilla nuestra dignidad como pa¨ªs es que buena parte de nuestros j¨®venes mejor formados se hayan visto obligados a emigrar y est¨¦n produciendo riqueza en el extranjero
En nuestro pa¨ªs las pymes y los aut¨®nomos son quienes m¨¢s empleo generan. Cambio significa facilitarles el cr¨¦dito (para eso deber¨ªa estar el ICO), racionalizar las cuotas que pagan los aut¨®nomos y agilizar los tr¨¢mites burocr¨¢ticos. Plantear, como quieren los promotores del recambio, que hay que favorecer la concentraci¨®n empresarial, subir las multas a los aut¨®nomos y eliminar los incentivos fiscales que favorecen a la microempresa no solo es bailar el agua a la ¨¦lite de privilegiados que ha dictado la pol¨ªtica econ¨®mica a los gobiernos espa?oles: es tambi¨¦n atacar a quien genera empleo en Espa?a.
Si algo humilla nuestra dignidad como pa¨ªs es que buena parte de nuestros j¨®venes mejor formados se hayan visto obligados a emigrar y est¨¦n produciendo riqueza en el extranjero. Cambio significa trabajar para que esos j¨®venes puedan volver a nuestro pa¨ªs. Proponer un ¡°plan de importaci¨®n del talento extranjero¡± porque en Espa?a no hay ¡°mentalidad emprendedora¡± no solo es despreciar el enorme esfuerzo de nuestros mayores para que las nuevas generaciones pudieran prepararse: es no entender las potencialidades productivas de los talentos que se han formado aqu¨ª.
En los pr¨®ximos meses los portavoces de las ¨¦lites tratar¨¢n de convencernos de que los problemas de Espa?a se solucionan con un plan renove, con leves cambios de caras y con medidas cosm¨¦ticas alineadas con el discurso de recuperaci¨®n del Gobierno. Por eso hay que recordar algunas cosas evidentes, como las que se?alaba Olof Palme: no se puede estar con los privilegiados y con los golpeados por la crisis al mismo tiempo.
Pablo Iglesias es secretario general de Podemos.
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