¡®Juego de tronos¡¯ necesita un ERE
Con el estreno de su quinta temporada y una exposici¨®n reci¨¦n inaugurada en Matadero Madrid, la fiebre de la serie de la HBO est¨¢ m¨¢s viva que nunca. Sin embargo, sufre de una alarmante superpoblaci¨®n de personajes. Le ofrecemos unas cuantas ideas a George R. R. Martin para que use su guada?a.
Pocas veces la televisi¨®n ha visto un fen¨®meno similar. El pasado mes de junio, la HBO celebraba que Juego de tronos hab¨ªa desbancado a Los Soprano como la serie m¨¢s vista en la historia de la cadena, con una media de 18,4 millones de espectadores. Como dato es impresionante, pero ni siquiera cifras de muchos ceros pueden explicar el nivel de infiltraci¨®n en la cultura popular de la criatura de George R. R. Martin. Sus historias de intriga pol¨ªtica, guerra, sexo y muerte han conseguido atraer por igual a todo tipo de p¨²blico. Juego de tronos sirve como met¨¢fora de la pol¨ªtica actual, de relectura de los cl¨¢sicos y de regalo para monarcas. Sin embargo, algunos fans llevan varias temporadas rumiando algo. Al principio no se atrev¨ªan a decirlo en alto pero, poco a poco, se est¨¢ verbalizando esa inquietud: en esta serie sobra gente.
S¨ª, hay muchos, demasiados personajes. Este temor se acrecienta a¨²n m¨¢s cuando se descubre que la versi¨®n televisiva va camino de superar a las novelas de un R. R. Martin que, a su vez, se muestra cada vez m¨¢s enfadado ante las presiones de los fans, que le piden insistentemente acelerar el ritmo de escritura en su ordenador antediluviano. Nosotros, querido George, nos hemos permitido la libertad de darte algunas sugerencias para aligerar la marcha. Ya que has dado muestras de un importante car¨¢cter s¨¢dico en el pasado, ?por qu¨¦ no nos quitas de en medio a algunos personajes?
No nos referimos a los malvados que caen mal (que el Se?or de la Luz os bendiga, Cersei, Littlefinger y Melisandre), sino a aquellos a los que se les dedican subtramas que no aportan nada y enfangan el camino. Esos personajes que son como la guarnici¨®n de un mal plato combinado. A sus actores les deseamos trabajo y ¨¦xitos, pero en otras series con una menor densidad de poblaci¨®n. George, si est¨¢s leyendo esto¡ si est¨¢s leyendo esto, deber¨ªas dejarlo inmediatamente y ponerte a escribir, pero si insistes en seguir leyendo, aqu¨ª te proponemos algunos nombres que podr¨ªas tachar de tu lista, al estilo Arya Stark. Y, por supuesto, a continuaci¨®n hay spoilers.
Theon Greyjoy
El m¨¢s joven de los v¨¢stagos del clan Greyjoy ya resultaba un personaje dif¨ªcil de aguantar cuando era un hombre con todos sus atributos intactos pero, si el lig¨®n prisionero/hijo adoptivo de los Stark se nos antojaba odioso, su transformaci¨®n en el lobotomizado Reek ya cruza la l¨ªnea roja de lo tolerable. En esta serie solo hay espacio para un personaje con afasia expresiva, y ese es Hodor. Ver al pobre Alfie Allen encorvado, emitiendo gru?idos y poniendo su mejor cara de trastornado es una continua llamada a la misericordia. Por favor, acabemos con su sufrimiento.
Ramsay Bolton
El causante del dolor de Theon es, sin duda, el personaje m¨¢s repugnante de todos los siete reinos. La expresi¨®n de psic¨®pata que le otorga el actor Iwan Rheon y sus pr¨¢cticas crueles podr¨ªan hacer de ¨¦l un gran malvado, uno de esos que siempre son necesarios en una serie como esta. Pero no: su perversidad no tiene un fin; hace da?o solo por placer. Eso le convierte en un personaje in¨²til, al menos hasta el momento, ya que los acontecimientos recientes le deparan un nuevo papel en el futuro. La pregunta es: ?estamos preparados para aguantar sus muecas grotescas durante mucho m¨¢s tiempo?
Jorah Mormont
En Juego de tronos parece que la ¨²nica manera de que un personaje desaparezca es la muerte, por otro lado siempre violenta. Nadie se muda a Braavos o a Dorne para vivir una vejez tranquila. Cuando pens¨¢bamos que nos hab¨ªamos librado del atormentado Jorah Mormont, un giro de los acontecimientos nos lo devuelve a primera l¨ªnea. M¨¢s all¨¢ de ser el nexo de uni¨®n entre dos de los personajes principales de la serie, Jorah es un personaje que inspira demasiado patetismo. Con esa cara de perro repudiado por sus due?os, capaz de hacer cualquier cosa por que le acepten, sus apariciones en pantalla minan el amor propio de cualquiera. Daenerys ya est¨¢ muy bien acompa?ada, Jorah, no insistas. Hay que saber perder.
Grey Worm
Se hace necesaria una explicaci¨®n: de entrada, no tenemos nada en contra de este fiel y abnegado soldado. Bastante tiene con haber sido esclavizado, castrado (?por qu¨¦ hay tantos eunucos en esta serie, George?) y entrenado para matar en un ej¨¦rcito con un nombre tan poco marcial como ¡°Los inmaculados¡±. Podr¨ªa ser un secundario muy secundario y no rechistar¨ªamos. Lo que no es de recibo es inventarse una historia de atracci¨®n entre ¨¦l y Missandei que no aparece en los libros. Se?ores Benioff y Weiss, showrunners de la serie: no echen m¨¢s le?a al fuego, por favor. Necesitamos algo m¨¢s de concreci¨®n, no minutos de relleno.
Tommen Baratheon
Uno de los mayores retos de Juego de tronos consiste en averiguar cu¨¢ntos hijos tiene cada clan, ya sean leg¨ªtimos o bastardos. Hagan la prueba: siempre se nos escapa alguno. En el caso de los Baratehon, Joffrey se llevaba todas las atenciones en un principio, pero ahora es Tommen el que entra en escena. Hay una tercera, Myrcella, que de momento tiene poco protagonismo, y que completa un tr¨ªo de hijos incestuosos. No, Jamie y Cersei nunca se cortaron un pelo. Pero volvamos al caso que nos ocupa: Tommen, un adolescente poco espabilado, solo vale de marioneta que pasa de las manos de su madre a las de su reina, Margaery. En el reparto gen¨¦tico, su hermano se qued¨® toda la maldad, pero tambi¨¦n todo el inter¨¦s. Necesitamos personajes fuertes, no peleles.
Robin Arryn
Por si no hubiese suficientes clanes, en un momento dado se nos present¨® a los Arryn, personificados en Lysa Tully y su hijo Robin. En una serie con un gran n¨²mero de chiflados, ellos podr¨ªan llevarse la palma. Yonki de la lactancia hasta casi la adolescencia, mimado y desconocedor del concepto de empat¨ªa, el hijo ¨²nico de los Arryn disfruta viendo c¨®mo se arroja a gente al vac¨ªo por la ¡°puerta de la luna¡±. Por un momento pensamos que acontecimientos que no podemos detallar nos har¨ªan librarnos de semejante engendro, pero no. Todav¨ªa no est¨¢ claro hasta qu¨¦ punto estar¨¢ presente, pero Robin no va a desaparecer sin m¨¢s.
High Sparrow y Lancel Lannister
A veces se trata de una cuesti¨®n de timing. La inclusi¨®n de una nueva variable, la del fanatismo religioso, no es de por s¨ª una mala idea. Veremos hasta d¨®nde se puede aprovechar la llegada de la secta de los cuervos y su posible implicaci¨®n pol¨ªtica, pero su inclusi¨®n supone a?adir m¨¢s personajes y minutos en una producci¨®n que cada vez tiene un caudal m¨¢s ancho. Recordemos, por ejemplo, que en el Norte hay unas criaturas llamadas caminantes nocturnos que apenas hemos visto todav¨ªa, pero que amenazan con dar mucha guerra. Y en esta temporada no sabremos nada de Bran Stark y su fiel Hodor, pero volver¨¢n en el futuro. Se?ores de la HBO, querido George: antes de entrar, dejen salir.
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