Lo que la contaminaci¨®n provoca (y ni sospech¨¢bamos)
Los tent¨¢culos de un medio ambiente adulterado son alargados. ?Fracaso escolar? Podr¨ªa ser la causa
Hace un d¨ªa resplandeciente, el sol brilla, el aire agita las hojas de los ¨¢rboles y apetece respirar hondo. Si vive en una gran ciudad sepa que con cada inhalaci¨®n introduce en sus pulmones di¨®xido de nitr¨®geno (producido por el tr¨¢fico y la industria), part¨ªculas en suspensi¨®n (generadas por el tr¨¢fico) y ozono troposf¨¦rico. Son tres contaminantes nocivos para la salud que, seg¨²n advierte Juan B¨¢rcena, responsable del ?rea de Calidad del Aire de Ecologistas en Acci¨®n, en Espa?a superan los valores l¨ªmite legales marcados por la Uni¨®n Europea. Sepa tambi¨¦n que vivir en la periferia de la ciudad no siempre ofrece garant¨ªas, ya que es precisamente en esa zona donde se acumula el ozono troposf¨¦rico durante los meses de m¨¢s sol, un contaminante que, en palabras de Juan B¨¢rcena, "se forma a partir de reacciones qu¨ªmicas con otros contaminantes y los rayos de sol, por eso es m¨¢s elevado cuando hace buen tiempo".
Pero la contaminaci¨®n no se perpet¨²a en el aire, se expande al agua, a la tierra y llega a los alimentos. Este es el caso de los contaminantes org¨¢nicos persistentes: DDT (un plaguicida utilizado contra los mosquitos que transmiten la malaria), endosulf¨¢n (insecticida), hexaclorobenceno (plaguicida) y policlorobifenilos (PCB), presentes en equipos el¨¦ctricos y edificios antiguos. Se han encontrado restos en zonas remotas: "Estos compuestos, adem¨¢s de transmitirse por la cadena alimentaria, tambi¨¦n viajan por el aire: su volatilidad hace que se mezclen con las corrientes de aire caliente y se depositen en lugares fr¨ªos. Por eso se han hallado restos de DDT en ping¨¹inos y osos polares, animales que habitan lugares donde nunca se ha utilizado este producto", explica Juan Pedro Arrebola, experto en contaminaci¨®n ambiental e investigador del Instituto de Investigaci¨®n Biosanitaria, en Granada.
Ninguno de los citados contaminantes se utiliza ya en Espa?a, aunque siguen presentes en el medio ambiente porque han sido dise?ados para persistir durante a?os. Eso s¨ª: las dosis de exposici¨®n est¨¢n por debajo de los l¨ªmites establecidos por los organismos reguladores internacionales. Sin embargo, Arrebola plantea una duda: "No sabemos si la exposici¨®n continua se traduce en efectos nocivos a largo plazo, adem¨¢s hay que tener en cuenta que estamos expuestos a varios contaminantes, no solo a uno".
La Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) revela un v¨ªnculo estrecho entre la exposici¨®n a contaminantes ambientales y el desarrollo de enfermedades cardiovasculares, como los accidentes cerebrovasculares y las cardiopat¨ªas isqu¨¦micas, las pulmonares e incluso el c¨¢ncer. En los ¨²ltimos a?os, adem¨¢s, distintas investigaciones y estudios comienzan a se?alar a la contaminaci¨®n como un factor que contribuye al incremento de otros problemas de salud, como las alergias. Pero hay otros menos conocidos.
1. Contribuye a la obesidad
Mascarilla, ?sirve para algo?
"Las mascarillas m¨¢s simples, sin filtro de carbono activo, solo retienen part¨ªculas grandes (el humo de los coches), pero no sirven para evitar las part¨ªculas en suspensi¨®n de la contaminaci¨®n, ya que son muy peque?as (como una bacteria) y atraviesan la mascarilla. Las m¨¢s sofisticadas, que incorporan un filtro de carbono activo, pueden tener alg¨²n efecto positivo, ya que el carbono posee la capacidad de atraer algunas part¨ªculas, pero no todas", explica Juan B¨¢rcena, bi¨®logo y responsable del ?rea de Calidad del Aire de Ecologistas en Acci¨®n. Pero, adem¨¢s, existen otros dos contaminantes, el ozono troposf¨¦rico y el di¨®xido de nitr¨®geno, que al ser gases no pueden ser filtrados por las mascarillas.
Si vive en una gran ciudad y le gusta realizar deporte al aire libre, evite las zonas con m¨¢s tr¨¢fico. "Al realizar un esfuerzo f¨ªsico se inhala m¨¢s aire y aumenta la exposici¨®n a los contaminantes. Y los lugares de mayor tr¨¢fico dentro de la ciudad es donde se concentran las part¨ªculas en suspensi¨®n y el di¨®xido de nitr¨®geno", advierte B¨¢rcena. ?Y en la periferia? Tambi¨¦n hay que tomar precauciones: el ozono troposf¨¦rico se acumula en las ¨¢reas circundantes de las ciudades y su concentraci¨®n es mayor en las horas de m¨¢s calor, por lo que se ha de eludir el ejercicio f¨ªsico en los momentos de una mayor temperatura.
Desde hace diez a?os se estudia la relaci¨®n entre contaminaci¨®n y obesidad: "Se ha visto en ensayos in vitro que los compuestos org¨¢nicos persistentes tienen capacidad para que proliferen las c¨¦lulas de grasa, adem¨¢s de estar relacionados con alteraciones en el metabolismo de las grasas", dice el investigador Juan Pedro Arrebola. Al mismo tiempo, la grasa parece funcionar como un im¨¢n para estos compuestos. As¨ª se desprende del estudio llevado a cabo por este especialista con 300 personas, a las que se les midi¨® la concentraci¨®n de contaminantes en el organismo.
"Vimos que los m¨¢s obesos ten¨ªan mayor concentraci¨®n de contaminantes. Estos tienden a acumularse en la grasa, tanto de los alimentos como de las personas", dice. Por eso, uno de sus consejos es cuidar la dieta y disminuir la ingesta de productos con grasa, sobre todo de pescados azules grandes (at¨²n, pez espada, etc.) que acumulan mayores concentraciones de grasa y de contaminantes, porque suelen tener una vida m¨¢s larga. "Hay que moderar su consumo sobre todo en la infancia y en el embarazo, que son ¨¦pocas importantes en el desarrollo", concluye.
2. Disminuye el rendimiento en ni?os
Investigadores del Centro de Investigaci¨®n en Epidemiolog¨ªa Ambiental (CREAL), en Barcelona, han realizado un estudio con 2.897 ni?os de siete a diez a?os procedentes de 39 escuelas de Barcelona y San Cugat del Vall¨¦s (Barcelona) que estaban expuestos a la contaminaci¨®n ambiental originada por el tr¨¢fico. Durante m¨¢s de un a?o evaluaron si la exposici¨®n a contaminantes atmosf¨¦ricos se asociaba con el desarrollo cognitivo de los menores mediante pruebas que valoraban la memoria en el trabajo y la capacidad de atenci¨®n. Tambi¨¦n midieron la contaminaci¨®n debida al tr¨¢fico tanto en el patio del colegio como dentro del aula. Sorprendentemente, los ni?os de las escuelas con m¨¢s contaminaci¨®n presentaban un menor crecimiento en el desarrollo cognitivo que los de las escuelas menos contaminadas. Hallaron, por ejemplo, que la contaminaci¨®n por part¨ªculas de carbono elemental reduc¨ªa en un 13% el crecimiento de la memoria de trabajo.
¡°La asociaci¨®n observada fue consistente en mediciones cognitivas, aunque fue m¨¢s evidente para la memoria de trabajo, buen indicador de los logros del aprendizaje. Por lo tanto, la reducci¨®n del desarrollo cognitivo de los ni?os que asisten a las escuelas con mayor contaminaci¨®n del aire podr¨ªa dar lugar a una situaci¨®n de desventaja que deber¨ªa tenerse en cuenta en el control de la calidad del aire", explica Jordi Sunyer, investigador principal del estudio.
3. Genera problemas de piel
Parece l¨®gico pensar que un aire contaminado afecte a la calidad de la piel (sequedad, arrugas) y hay trabajos realizados por marcas de cosm¨¦ticos que as¨ª lo reflejan: un estudio realizado por Olay entre m¨¢s de 200 mujeres de Pek¨ªn muestra que las que viven en distritos altamente contaminados tienen peor hidrataci¨®n de la piel que las de zonas libres de contaminaci¨®n. Sin embargo, no existen estudios en la comunidad cient¨ªfica sobre estos efectos. "Es dif¨ªcil cuantificar c¨®mo afecta la contaminaci¨®n a la piel porque no hay escalas objetivas validadas a nivel internacional de medici¨®n de las cualidades de la piel (luminosidad, brillo, densidad¡)", explica la doctora Cristina Eguren, adjunta al Servicio de Dermatolog¨ªa del Hospital Infanta Leonor, en Madrid.
En cambio, seg¨²n la dermat¨®loga, s¨ª se ha encontrado una relaci¨®n entre contaminaci¨®n y dermatitis at¨®pica analizando los datos epidemiol¨®gicos. "En los ¨²ltimos 30 a?os se ha triplicado la incidencia de este problema en pa¨ªses industrializados y se cree que el factor m¨¢s influyente es la contaminaci¨®n. En los pa¨ªses no industrializados tienen una tasa baja de dermatitis at¨®pica, pero cuando los inmigrantes de esos pa¨ªses llegan aqu¨ª adquieren nuestra misma tasa de incidencia. Los cambios gen¨¦ticos no lo pueden explicar porque es un periodo de tiempo corto para que se produzcan", concluye.
La rebeli¨®n de las plantas
?Por qu¨¦ hay m¨¢s al¨¦rgicos en la ciudad que en el campo? Esta es una cuesti¨®n clave, sobre todo si tenemos en cuenta que en las zonas rurales abundan las plantas. Un estudio realizado por el doctor ?ngel Moral, presidente del Comit¨¦ de Aerobiolog¨ªa de la Sociedad Espa?ola de Alergolog¨ªa e Inmunolog¨ªa Cl¨ªnica (SEAIC), ha demostrado que las plantas expuestas a la contaminaci¨®n por di¨¦sel contienen en su polen unas prote¨ªnas nuevas (prote¨ªnas de estr¨¦s) que lo hacen m¨¢s agresivo para el hombre. El estudio se realiz¨® con 200 pacientes al¨¦rgicos al cipr¨¦s procedentes de varios puntos de la geograf¨ªa (Madrid, Toledo, Girona y Barcelona). Se comprob¨® que el polen de los cipreses procedente de lugares donde no hab¨ªa contaminaci¨®n (Girona y Toledo) no conten¨ªa prote¨ªnas de estr¨¦s, pero s¨ª se encontraron en el polen de Madrid y Barcelona.
"Vimos que el polen con prote¨ªnas de estr¨¦s era m¨¢s agresivo que el que no las conten¨ªa y produc¨ªa s¨ªntomas m¨¢s intensos en los pacientes al¨¦rgicos. Esta 'rebeli¨®n de las plantas' no es m¨¢s que su sistema de adaptaci¨®n a un entorno nocivo y los humanos estamos en medio y sufrimos las consecuencias", explica ?ngel Moral. Algunas de las recomendaciones para los al¨¦rgicos en las ¨¦pocas de mayor concentraci¨®n de polen son: utilizar mascarilla con filtro de carbono para retener las part¨ªculas, colocar filtros antipolen en los aparatos de aire acondicionado de los coches y de las viviendas y utilizar gafas de sol para evitar que entre en contacto con los ojos.
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