Tomar conciencia de los ¨¢rboles
El D¨ªa Mundial del Medio Ambiente pide este a?o consumir con moderaci¨®n. Pocos lugares como los bosques agradecer¨¢n que se interiorice este eslogan
Tapones de corcho, folios, guitarras, envases y embalajes de papel y cart¨®n, muebles de jard¨ªn, pellets de madera utilizados como biocombustibles, resina, etc¨¦tera. Miles de productos se pueden adquirir en el mercado certificados por est¨¢ndares de gesti¨®n que garantizan que en Espa?a y en el mundo se lleva a cabo una explotaci¨®n sostenible de los bosques de los que proceden. Son las marcas FSC, correspondientes a las siglas Forestry Stewardship Council; PEFC, del Programme for the Endorsement of Forest Certification; y el m¨¢s incipiente Madera Justa, impulsado en Espa?a por la Fundaci¨®n Comercio para el Desarrollo (Copade).
Una de las principales contribuciones que las personas podemos realizar en nuestro quehacer cotidiano para fomentar una mejor gesti¨®n de las forestas y de paso cumplir con el lema de este a?o del D¨ªa Mundial del Medio Ambiente (Siete mil millones de sue?os. Un solo planeta. Consume con moderaci¨®n) es buscar estas referencias en tiendas y comercios. Todo sin olvidar otras conductas y compromisos, como prevenir y evitar incendios forestales, no irrumpir en los bosques con ruidos y ¡°malos humos¡±, optar por la reutilizaci¨®n y el reciclado y consumir preferentemente madera y otros productos forestales de origen local.
En la actualidad, las mayores presiones proceden de la transformaci¨®n completa del bosque en otros sistemas de producci¨®n, algo que ocurre en especial en lugares como Sudam¨¦rica o el Sudeste Asi¨¢tico, donde millones de hect¨¢reas sucumben ante plantaciones de soja y palma o pastos para el ganado. El asunto se agrava con la tala ilegal. Greenpeace, muy activa en la preservaci¨®n de los ¨²ltimos bosques primarios (solo queda una quinta parte de la superficie original), subraya la necesidad de frenar la explotaci¨®n forestal desmedida. Miguel ?ngel Soto, responsable de la campa?a de Bosques, recuerda que ¡°aunque en Espa?a la superficie forestal haya aumentado en el ¨²ltimo siglo, debemos ser conscientes de que nuestros h¨¢bitos de consumo est¨¢n vinculados con la deforestaci¨®n planetaria¡±.
Espa?a ha aumentado su superficie boscosa, pero a¨²n padece de una d¨¦bil gesti¨®n
Recientemente, la ONG Forests and the European Union Resource Network publicaba un estudio en el que denunciaba que la Uni¨®n Europea es la mayor importadora en valor (6.000 millones de euros) de productos procedentes de terrenos desforestados ilegalmente. Holanda, Reino Unido y Alemania est¨¢n a la cabeza de las importaciones. En Madera Justa quieren vencer esta din¨¢mica centrando su trabajo en peque?os productores y propietarios y en comunidades y cooperativas locales para poner en valor los primeros productos certificados que salen de Honduras, Guatemala o Chile.
Un plan de ordenaci¨®n
Pero, por encima de sellos y marcas, lo ideal es que todos los bosques, sin distinci¨®n de cobertura, ubicaci¨®n o especie arb¨®rea, tuvieran una gesti¨®n sostenible, y para ello es b¨¢sico contar con un plan de ordenaci¨®n. ¡°Nosotros no nos metemos en un proceso de certificaci¨®n con un monte que no cuente con un instrumento de ordenaci¨®n debidamente elaborado y supervisado por t¨¦cnicos forestales que tienen en cuenta los tres pilares de nuestro sistema: lograr beneficios ambientales, sociales y econ¨®micos¡±, asegura Gonzalo Anguita, director ejecutivo de FSC Espa?a. El programa Dinamiza dehesa sostenible, de PEFC, fomenta tambi¨¦n entre propietarios la puesta en marcha de planes de gesti¨®n forestal sostenible en el monte m¨¢s mediterr¨¢neo presente en Andaluc¨ªa, Castilla y Le¨®n, Catalu?a y Extremadura.
A pesar de todos estos esfuerzos, Espa?a suspende clamorosamente en la ordenaci¨®n de sus bosques, ya que solo el 14% cuenta con planes al efecto. Mal asunto para el segundo pa¨ªs de la Uni¨®n Europea con mayor extensi¨®n forestal, tras Suecia, y en un momento de crecimiento. ¡°Los bosques espa?oles est¨¢n abandonados¡±, clamaba el titular de la nota de prensa que emiti¨® el Colegio Oficial de Ingenieros T¨¦cnicos Forestales y Graduados en Ingenier¨ªa Forestal y del Medio Natural durante la celebraci¨®n del ¨²ltimo D¨ªa Internacional de los Bosques (21 de marzo). Otro dato demoledor afianzaba la denuncia: ¡°la inversi¨®n p¨²blica en gesti¨®n ha ca¨ªdo un 50% en los ¨²ltimos a?os¡±. ¡°Estamos hartos de ver planes sobre el papel acumulados en cajones de administraciones p¨²blicas que no se ejecutan por falta de inversi¨®n, con lo que se mantienen y acrecientan los riesgos de incendios y plagas¡±, afirma Ra¨²l de la Calle, secretario general del colegio de Forestales.
Radiograf¨ªa del arbolado espa?ol
Los datos m¨¢s precisos parten del ¨²ltimo Anuario del Medio Ambiente publicado en 2014 por el Ministerio de Agricultura, Alimentaci¨®n y Medio Ambiente. De ¨¦l se desprende que en Espa?a hay 27,8 millones de hect¨¢reas de superficie forestal, de las cuales 18,4 millones se consideran arboladas, y el resto desarboladas. Entre las primeras dominan las frondosas (encinas, eucaliptos, robles, casta?os, fresnos¡), con 10 millones de hect¨¢reas; seguidas de las con¨ªferas (pinos, abetos, enebros¡), son siete millones; y las masas mixtas, con 1,4 millones.
Buena parte de las cifras proceden del tercer Inventario Forestal Nacional (IFN3), que cuantifica nuestro patrimonio forestal en 18.000 millones de ¨¢rboles. Castilla y Le¨®n se sit¨²a a la cabeza, con 3.200 millones de ejemplares, por delante de Catalu?a, con 2.700 millones. Los ¨²ltimos puestos los ocupan Baleares y Murcia, que no llegan a los 200 millones.
En cuanto a la propiedad forestal, la gran mayor¨ªa es privada, el 70% del total. Las entidades locales re¨²nen el 22%; el Estado y las comunidades aut¨®nomas, el 6%, y el restante 2% corresponde a comunidades de socios.
Seg¨²n el anuario de Medio Ambiente, sobre el volumen de corta para aprovechamientos forestales, madera y le?a en 2012, el eucalipto domina de forma aplastante, con 5,5 millones de metros c¨²bicos, seguido a larga distancia de los pinos resineros (3,7 millones) e insigne o de Monterrey (1,8 millones).
La certificaci¨®n forestal en Espa?a est¨¢ dominada por el sello PEFC, con 1,8 millones de hect¨¢reas y 730 cadenas de custodia (productos y servicios en el mercado). La marca FSC tiene un n¨²mero de cadenas similares (716) y menos hect¨¢reas (200.000).
La situaci¨®n de los bosques y el sector forestal en Espa?a, informe elaborado en 2013 por la Sociedad Espa?ola de Ciencias Forestales (SECF), refleja unas cifras y una tendencia que se mantienen. Con datos de Eurostat, resumen que ¡°Espa?a ha aumentado su superficie a un ritmo anual (2,19%) muy superior al de la media europea (0,51%)¡±. Otro dato importante es que desde 1975 los bosques se han densificado, pasando de un promedio de 656 a 975 ¨¢rboles por hect¨¢rea. Para la SECF, ¡°las repoblaciones forestales y las pol¨ªticas de conservaci¨®n de los recursos forestales han sido claves¡±.
Gonzalo Anguita se?ala otra causa: ¡°El abandono de tierras agrarias y ganaderas y su colonizaci¨®n por especies que originalmente las poblaban es uno de los motivos principales del aumento de la superficie arbolada¡±. Por su parte, Elena Dom¨ªnguez, responsable del programa de Bosques de WWF Espa?a, confirma que ¡°es cierto, la superficie forestal crece, pero observar solo ese par¨¢metro conlleva un an¨¢lisis muy estrecho¡±.
La aprobaci¨®n de la nueva Ley de Montes, que ha encontrado el rechazo un¨¢nime de propietarios y profesionales forestales y ecologistas, deber¨ªa servir para mejorar los n¨²meros de la gesti¨®n y la ordenaci¨®n. As¨ª lo entienden desde el Ministerio de Agricultura, Alimentaci¨®n y Medio Ambiente (Magrama), donde afirman que ¡°su objetivo es mejorar la gesti¨®n para contribuir a la conservaci¨®n de la biodiversidad, la prevenci¨®n de los incendios forestales, la lucha contra el cambio clim¨¢tico y el aprovechamiento econ¨®mico de los montes¡±. Pero hay un problema, al contrario que el texto que se reforma, el actual no obliga a presentar planes de ordenaci¨®n. Tambi¨¦n es cierto que hasta la fecha no ha servido de mucho la obligaci¨®n de la anterior normativa.
Medio Ambiente defiende una apuesta voluntaria: ¡°se establece la posibilidad de que las comunidades aut¨®nomas aprueben unos modelos t¨¦cnicos de gesti¨®n, a los que se pueden adherir voluntariamente los propietarios forestales que cumplan con las condiciones que marquen las autoridades auton¨®micas competentes, consider¨¢ndose estos montes ordenados¡±. Solo los montes de utilidad p¨²blica y los que cuenten con alguna figura de protecci¨®n est¨¢n obligados a contar con un plan de ordenaci¨®n.
¡°Hay que implicar a la sociedad en la gesti¨®n de los bosques¡±. Es el mensaje que se lanza desde todos los frentes, de ah¨ª la importancia de que las personas que forman esa sociedad cuenten con referentes que les permitan dar pasos en la buena direcci¨®n.
Incentivos fiscales
Desde el Colegio de Forestales consideran b¨¢sico que se introduzcan incentivos fiscales a la inversi¨®n en gesti¨®n forestal sostenible, y que los planes de ordenaci¨®n sean redactados y su desarrollo supervisado sus por profesionales. Ra¨²l de la Calle afirma que ¡°resulta trascendental que esas inversiones se puedan desgravar porque hacer un plan de ordenaci¨®n o certificar el monte como sostenible cuesta mucho esfuerzo y dinero, que en muchas ocasiones se destina a conseguir un bosque de calidad para beneficio del medio ambiente y las personas, sin r¨¦dito econ¨®mico directo¡±. Gestionar no es f¨¢cil, insisten desde el sector forestal, y son muchas las debilidades: falta de rentabilidad, producciones a largo plazo por los turnos de corta, mercados d¨¦biles, escasez de fondos p¨²blicos, cat¨¢strofes naturales, etc¨¦tera.
Elena Dom¨ªnguez apunta que ¡°hay que asumir que los bosques y sus propietarios dan un servicio importante a la ciudadan¨ªa que hay que incentivar¡±, y se?ala como trascendental el compromiso en la compra p¨²blica y privada de productos. ¡°Hay grandes empresas y administraciones que han entrado en esta din¨¢mica, pero son minor¨ªa y encima la crisis ha parado su crecimiento¡±, resalta. El observatorio Ciudades por los Bosques de WWF mantiene muchas m¨¢s entidades p¨²blicas en la ¡°lista roja¡± por no contar con un programa de compra responsable que en la ¡°lista verde¡±, donde solo aparecen Barcelona, Benicarl¨®, Gav¨¢, Hospitalet de Llobregat, Le¨®n, Madrid, Murcia, Sant Boi de Llobregat y la Diputaci¨®n de Toledo. ¡°Muchas empresas empiezan a notar en su balance econ¨®mico que, especialmente en Europa, se apuesta s¨ª o s¨ª por productos FSC¡±, a?ade Dom¨ªnguez.
Los profesionales insisten en el potencial energ¨¦tico de la biomasa forestal
En FSC ponen algunos ejemplos de impactos beneficiosos dentro de una planificaci¨®n adecuada, como la unificaci¨®n de gesti¨®n en lugares como Galicia, donde reina el minifundio, lo que permite optimizar la inversi¨®n en certificaci¨®n para unos propietarios que a veces disponen de menos de una hect¨¢rea de monte. En Andaluc¨ªa hay cuadrillas de extracci¨®n de corcho en zonas con ordenaci¨®n que han absorbido a j¨®venes que padecieron el desplome del boom de la construcci¨®n. Adem¨¢s, junto a explotaciones principales de madera de pino y corcho en bosques de espacios naturales andaluces certificados con FSC, la diversificaci¨®n de la producci¨®n ha permitido reactivar actividades tradicionales en desuso, como la recolecci¨®n de palmas y plantas arom¨¢ticas y medicinales (poleo, cantueso, laurel, or¨¦gano, tomillo). En la actualidad se producen aceites esenciales, ambientadores, colonias, perfumes, gel y jabones.
Es un ejemplo de todo lo que aporta el bosque, que es mucho m¨¢s que madera. Es conservaci¨®n de la biodiversidad, es recogida de setas, pi?ones y casta?as, es ganader¨ªa extensiva, es caza y pesca, es turismo rural e incluso energ¨ªa. Propietarios y profesionales forestales insisten en la potencialidad energ¨¦tica de una biomasa forestal que crece cada a?o y que se podr¨ªa aprovechar de forma sostenible para producir principalmente calor en calderas dom¨¦sticas, industriales y en edificios de servicios p¨²blicos.
Elena Dom¨ªnguez advierte de que lo que tenemos encima de la mesa (la nueva Ley de Montes) no va a cambiar la situaci¨®n actual. El ministerio de Medio Ambiente defiende su pol¨ªtica forestal mostrando la eficacia en la lucha contra los incendios forestales, con un descenso en la superficie afectada por las llamas. La propia ministra, Isabel Garc¨ªa Tejerina, ha manifestado en varias ocasiones que ¡°la lucha contra los incendios forestales es una de las grandes prioridades del ministerio¡±. El resto del sector considera que ese presupuesto se podr¨ªa rebajar sustancialmente si el monte estuviera bien gestionado y se fomentara la integraci¨®n de la ciudadan¨ªa en esa gesti¨®n.
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