Divino tesoro: las edades de la literatura
Recorrido por grandes t¨ªtulos que nos ayudan a recordar c¨®mo se luch¨® contra el paso del tiempo en cada siglo
Cervantes era m¨¢s aficionado a la poes¨ªa que a la estad¨ªstica, pero seguro que al escribir que la edad de don Quijote ¡°frisaba con los 50 a?os¡± sab¨ªa que en su tiempo ¨Ccomienzos del siglo XVII¨C la esperanza de vida no pasaba de los 30, de ah¨ª que la sobrina del hidalgo manchego hable de su t¨ªo como de un viejo ¡°por la edad agobiado¡±. Aunque los avances cient¨ªficos y los cambios de mentalidad pueden llevarnos a pensar que el presente es eterno, ah¨ª est¨¢n las novelas para recordarnos que cuando Balzac, dos siglos despu¨¦s que Cervantes, se lanz¨® a fabular sobre las cuitas sexuales y amorosas de una dama madura, el resultado fue La mujer de treinta a?os.
No es casual que, legendariamente, la b¨²squeda de la fuente de la eterna juventud transcurra paralela a la de la piedra filosofal. En ambos casos se trataba, al final, de transformar el plomo en oro. No otra cosa pretende la publicidad moderna. Si los j¨®venes van a ser clientes, primero han de ser protagonistas. Por eso el gran siglo burgu¨¦s, el XIX, est¨¢ llen¨® de tensiones sociales que anuncian futuras tensiones generacionales. La misma centuria que empez¨® con El s¨ª de las ni?as de Morat¨ªn culminar¨ªa, entrando ya en el XX, con el alumbramiento de Peter Pan. Por el medio dio tiempo a que se consagrara esa nueva unidad de negocio que ahora llamamos literatura infantil y juvenil. Tambi¨¦n a que el genio de Oscar Wilde atara en El retrato de Dorian Gray los hilos que la tradici¨®n hab¨ªa dejado sueltos en los mitos de Narciso y de Fausto. El rock no tardar¨ªa en reclamar cad¨¢veres hermosos.
La lucha contra el tiempo termina mal. Ese es el gran aviso del arte. La obra de Borges est¨¢ llena de gente infeliz que no puede morir y no puede olvidar. Alterando la naturaleza, dos autores tan distintos como Francis Scott Fitzgerald y Alejo Carpentier se atrevieron a invertir en sendos relatos (El curioso caso de Benjamin Button y Viaje a la semilla) el camino que lleva del nacimiento a la muerte. El resultado es brillante. Y antiguo: la Biblia est¨¢ llena de patriarcas longevos ¨C?recuerdan a Matusal¨¦n?¨C, pero dios hecho hombre muri¨® con 33 a?os.
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