?No al TTIP!
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Por la Secretar¨ªa de Estudios del partido Por Un Mundo + Justo tras su visita al Parlamento Europeo.
Imagen de la jornadaEl TTIP y m¨¢s all¨¢: el comercio en la pol¨ªtica global y local, celebrada el pasado 1 de julio en el Parlamento Europeo.
Hay momentos en los que una sociedad y un planeta se juegan su futuro y el de futuras generaciones; este es uno de ellos. Tiene, adem¨¢s, unos desaf¨ªos claros: un planeta en declive ambiental, una gobernanza global incapaz y una desigualdad creciente e insultante en el acceso a recursos y derechos.
Ante eso, ?qu¨¦ hace nuestra Uni¨®n Europea, una Uni¨®n Europea responsable y protagonista por acci¨®n y omisi¨®n de muchos de estos desaf¨ªos? La negociaci¨®n del Acuerdo Transatl¨¢ntico para el Comercio y la Inversi¨®n (conocido por el acr¨®nimo en ingl¨¦s TTIP)entre la UE y Estados Unidos -que se somete en estos d¨ªas a la aprobaci¨®n del Parlamento Europeo-es una buena ocasi¨®n para contestar a esta pregunta.
El TTIP es, seg¨²n es definido por sus promotores como "un tratado para aumentar el comercio y la inversio?n entre la UE y los EE.UU que genere nuevas oportunidades econo?micas de creacio?n de empleo y crecimiento mediante un mejor acceso al mercado y una mayor compatibilidad reglamentaria y marcando una pauta en materia de normas mundiales". Para lograr este objetivo,"el Acuerdo estara? formado por tres componentes: a) acceso al mercado, b) cuestiones reglamentarias y barreras no arancelarias y c) normas, que se est¨¢n negociando de forma paralela y formara?n parte de un acto u?nico".
Muchos son los puntos y los riegos generales y espec¨ªficos apuntados por los grupos de la sociedad civil que est¨¢n dando seguimiento al proceso. Entre ellos:
¡¤ P¨¦rdida de derechos laborales, ya que EEUU s¨®lo ha suscrito 2 de los 8 Convenios fundamentales de la OIT.
¡¤ Limitaci¨®n de los derechos de representaci¨®n colectiva de los trabajadores.
¡¤ Olvido del principio de precauci¨®n en materia de est¨¢ndares t¨¦cnicos y de normalizaci¨®n industrial.
¡¤ Privatizaci¨®n de servicios p¨²blicos, por el establecimiento de una lista reducida de aquellos que no se pueden privatizar.
¡¤ Imposibilidad de aplicar pol¨ªticas distintas a los enunciados neoliberales que laten en el TTIP y har¨ªan materialmente imposible su modificaci¨®n en el caso de que nuevas mayor¨ªas plantearan otras sendas.
¡¤ La privatizaci¨®n de la justicia, al someter todas las discrepancias sobre las inversiones exteriores a procedimientos arbitrales privados.
Para algunos, especialmente los socialdem¨®cratas, un ajuste de algunos puntos como los Comit¨¦s/Tribunales Privados de Arbitraje de Inversiones (ISDS) ser¨ªa suficiente para continuar dando su apoyo al Tratado. Para nosotros no es una cuesti¨®n de detalles, sino de fondo y de modelo. Especialmente ilustrativas son las palabras de Pierre Defrigne, Director Ejecutivo de la Fundaci¨®n Madariaga, Democristiano y ¡°miembro rebelde¡± del PP Europeo al que tuvimos la oportunidad de escuchar en la JornadaLos Mitos del TTIP, el comercio en la pol¨ªtica global y localorganizada por el Grupo Verde Europeo el 1 de Julio en el propio Parlamento Europeo:
¡°El TTIP va en la l¨ªnea de construir una polarizaci¨®n del mundo¡±, ¡°nos organizamos para enfrentarnos¡±, ¡°si queremos hablar de paz y prosperidad sostenible en el mundo, no podemos excluir a los pa¨ªses emergentes y fomentar pol¨ªticas de bloqueo¡±, adem¨¢s ¡°la asimetr¨ªa en la negociaci¨®n y en la relaci¨®n EEUU-UE es evidente¡± que se a?ade ¡°al choque de modelos sociales y ambientales¡±.
¡°Las promesas de empleo y crecimiento no son relevantes y no se han constatado en acuerdos similares¡±, ¡°liberalizaci¨®n sin lucha contra la desigualdad en igual o mayor medida es un error craso¡±, ¡°no acabamos de controlar el mercado Europeo y adecuarlo para que genere bienes comunes; como para abrirlo a¨²n m¨¢s sin control pol¨ªtico, deleg¨¢ndolo en organismos de arbitraje privados¡± . Es necesario impulsar ¡°la descarbonizaci¨®n de la econom¨ªa¡± que no parece muy compatible y coherente con el impulso del crecimiento de los flujos transatl¨¢nticos.
¡±Es tiempo de m¨¢s ¨¦tica en los procesos sociales, pol¨ªticos y econ¨®micos, no de m¨¢s mercantilismo¡±.
Fil¨®sofos, polit¨®logos, l¨ªderes sociales y religiosos, personas preocupadas por el planeta, su entorno y sociedades no pueden sentir ilusi¨®n antes este proyecto de la Comisi¨®n Europea y los grandes lobbies de las multinacionales europeas y estadounidenses. Existen precedentes como los Tratados de Libre Comercio firmados con Am¨¦rica Latina: el NAFTA o el CAFTA y que han contribuido a la intensificaci¨®n de la desigualdad y la violencia tanto en M¨¦xico como en Centroam¨¦rica.
No queremos que Europa avance en esta direcci¨®n ya que, sin duda, hay alternativas. Otra Europa y otro mundo es posible si no equivocamos los valores fundamentales: la justicia y la fraternidad.
Es desde ah¨ª desde donde debemos afirmar de forma conjunta:
?NO al TTIP! M¨¢s ¨¦tica y solidaridad y menos mercantilismo y abuso de las posiciones dominantes.
[NOTA:El Parlamento Europeo en Estrasburgo finaliza hoy un debate y votaci¨®n sobre algunos aspectos del TTIP. Si el Parlamento se opone el Tratado, este no podr¨¢ avanzar. Entre los grupos pol¨ªticos el TTIP es apoyado fundamentalmente por los tres grandes partidos que mantienen el control de la Comisi¨®n Europea y Parlamento Europeo: PPE (PP, Uni¨®), Socialdem¨®cratas (PSOE), Liberales (UPyD, Convergencia, Ciudadanos, PNV¡). Los Grupos Verdes-ALE (Equo, ICV, Compromis, M+J, CHA, Bildu¡) y GUE (IU, Podemos) est¨¢n siendo los grupos que se est¨¢n oponiendo al Tratado desde el inicio y solicitando transparencia en su negociaci¨®n y procesos de aprobaci¨®n. En cada uno de los grupos hay distintas posiciones y sensibilidades. Pese a empezar a escucharse algunas voces disonantes con el TTIP en el Partido Popular Europeo y en los Socialdem¨®cratas a la hora de la verdad contin¨²an con su impulso decidido. Solicitemos a nuestros Eurodiputados que sean verdaderamente valientes y responsables con la historia y no vendan los valores m¨¢s dignos de la Europa en la que creemos.]
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