Una casa sin (apenas) ¨¢ngulos rectos
FOTO: H¨¦ctor Santos-D¨ªez / BISImages
La casa parece un barco. Blanca, de acabados industriales con grandes pa?os de vidrio evoca tambi¨¦n una modernidad domesticada, la que suaviza los ¨¢ngulos rectos hasta convertirlos en curvas. La industria de la fachada met¨¢lica ¨Cel aluminio esmaltado- tambi¨¦n contrasta con el oficio de los vidrieros de la empresa Cricursa, capaces de curvar las cristaleras. As¨ª, ante esta casa en Oleiros (La Coru?a) uno queda desubicado, sin saber por la propia arquitectura ni d¨®nde est¨¢ ni cu¨¢ndo ha sido construida. Y, sin embargo, los due?os llevan medio siglo pasando en ella sus vacaciones.
Ha sido ese paso del tiempo, con la llegada de hijos y nietos, lo que les hizo encargar a los arquitectos Ignacio Peydro e Isabel Collado (Dosis Arquitectura) una rehabilitaci¨®n y ampliaci¨®n de su vivienda, un proyecto original del arquitecto Andr¨¦s Fern¨¢ndez-Albalat Lois.
As¨ª, este es un proyecto de convivencia, de tiempos y de personas. Son tres las generaciones familiares que comparten la casa en verano. Por eso, los due?os optaron por ampliarla doblando su espacio con un ala lateral articulada con el edificio original. En la nueva casa vivir¨ªan los m¨¢s j¨®venes de la familia y sobre esta se ubicar¨ªa un jard¨ªn privado para los mayores.
Las zonas p¨²blicas quedaron relegadas a la vivienda original, tambi¨¦n los dormitorios de los abuelos. Se trataba de que cada miembro de la familia tuviera independencia y, sin embargo, formara tambi¨¦n parte del conjunto. Es ese objetivo el que explica el muro multicapa, la pieza clave de esta intervenci¨®n, que sirve tanto de estructura ¨Cen las zonas de miradores- como de envolvente, y abrigo t¨¦rmico. Ese muro serpentea el per¨ªmetro para recoger los diversos espacios de la casa. La envolvente, neutra, sin aristas, sin color, sin texturas, se adapta a lo que sucede en el interior de la vivienda. ?Por qu¨¦? Porque para los arquitectos la vida en el interior es la protagonista de la arquitectura y su actuaci¨®n un marco para la misma, explican. Sin embargo, como marco, la presencia ondulante de la fachada no es exactamente neutral. La falta de ¨¢ngulos rectos en los espacios, en la mayor¨ªa de los miradores y hasta en los marcos interiores remite a algo m¨¢s vinculado a la propia arquitectura que al lugar, convierte la casa en refugio y escenario.
La vivienda original no ten¨ªa esa condici¨®n ondulante. ?Por qu¨¦ recurrieron a esa se?a de identidad para reformarla? ¡°Nuestra intenci¨®n fue crear un espacio neutro para la vida. Esa es la raz¨®n de la falta de aristas¡±, explican Collado y Peydro. ¡°Topol¨®gicamente las aristas son discontinuidades de la envolvente. Si se evitan, la transici¨®n entre una direcci¨®n del muro y otra se diluye. Dejas de percibir los l¨ªmites¡±. A esta b¨²squeda de neutralidad tambi¨¦n obedece la elecci¨®n del blanco en el interior de la casa ¡°para que el espacio se active con la presencia de sus ocupantes y objetos¡±, dicen. Y comparan la sensaci¨®n con ¡°los cicloramas de los estudios de fotograf¨ªa, lugares m¨¢gicos en los que los objetos flotan¡±. Lo dicho, escenograf¨ªa para una convivencia sin fisuras.
Precio por metro cuadrado no desvelado a petici¨®n del cliente.
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