Olvidar a un ex, tan dif¨ªcil como dejar de fumar
Estudios cient¨ªficos demuestran que las rupturas sentimentales provocan efectos similares a los que se producen cuando se abandona una droga
Como si se tratara de una pel¨ªcula de mutantes, el ej¨¦rcito de tiernas mariposas, que parece revolotear dentro de nosotros cuando nos enamoramos, se transforma en una fiera tropa que ataca en el momento en el que la relaci¨®n se termina. No consigue dormir, pierde el apetito, le duele todo el cuerpo y, aunque lo intenta, no logra pensar en otra cosa. Le han roto el coraz¨®n.
La explicaci¨®n es tan simple como dolorosa: el amor es como una droga y usted est¨¢ pasando el mono porque le privan de su dosis.
¡°El enamoramiento, especialmente en las fases iniciales, genera comportamientos que recuerdan mucho a las conductas observadas en las personas adictas a las drogas¡±, afirma Emilio Ambrosio, catedr¨¢tico de Psicobiolog¨ªa de la Universidad Nacional de Educaci¨®n a Distancia (UNED). Esta adicci¨®n tan potente tiene su reflejo en el cerebro.
Cuando estamos enamorados, el organismo genera sustancias como la dopamina (la hormona del placer) y la oxitocina (la hormona del apego)
Cuando estamos enamorados, el organismo genera sustancias como la dopamina (la hormona del placer) y la oxitocina (la hormona del apego). Ambas act¨²an en regiones cerebrales asociadas con el placer (el denominado sistema neuronal del reforzamiento). De hecho, seg¨²n un estudio publicado en la revista PLOS ONE, el efecto del amor es similar al de algunos analg¨¦sicos, ya que activa zonas cerebrales que reducen el dolor.
Con la ruptura sentimental se dejan de segregar estas hormonas y el cerebro reacciona generando un estado de tristeza y s¨ªntomas de abstinencia (ansiedad, obsesi¨®n e incluso dolor f¨ªsico) que tambi¨¦n sufren los drogodependientes, como contin¨²a en ensayo.
¡°En la persona que sigue queriendo a otra se da, durante ese tiempo de carencia afectiva, de tristeza y de a?oranza de la persona amada, algo similar a lo que ocurre con las personas adictas, que es un deficiente funcionamiento de la comunicaci¨®n neuronal¡±, mantiene Ambrosio.
El cerebro sufre
Estos efectos se han comprobado en otro estudio llevado a cabo en 10 mujeres y 5 hombres del ¨¢rea de Nueva York (Estados Unidos), a los que se les practicaron resonancias magn¨¦ticas funcionales para observar qu¨¦ ¨¢reas cerebrales se les activaban cuando ve¨ªan im¨¢genes de la pareja con la que acababan de romper.
El desamor activa regiones asociadas con el dolor f¨ªsico, la adicci¨®n a las drogas y la recompensa" Lucy Brown, neur¨®loga
¡°El desamor activa regiones asociadas con el dolor f¨ªsico, la adicci¨®n a las drogas y la recompensa¡±, explica Lucy Brown, neur¨®loga en el Einstein College of Medicine (Estados Unidos) y una de las autoras de la investigaci¨®n.
La edad media de los participantes en el experimento era de 20 a?os y la duraci¨®n de las relaciones que acababan de terminar se situaba en torno a los 21 meses. Durante los cuestionarios previos, todos ellos mostraron un alto grado de obsesi¨®n, reconociendo que pasaban m¨¢s del 85% del d¨ªa pensando en sus exparejas.
Adem¨¢s, reconocieron que quer¨ªan que estas personas volvieran con ellos y manifestaron falta de control en sus emociones, incluyendo llamadas fuera de lugar, emails, s¨²plicas de reconciliaci¨®n, llantos desconsolados y recurrencia al alcohol.
Las im¨¢genes cerebrales dieron una posible explicaci¨®n a estos comportamientos irracionales. ¡°La activaci¨®n de ¨¢reas relacionadas con la adicci¨®n a la coca¨ªna podr¨ªa explicar los comportamientos obsesivos asociados a las rupturas sentimentales¡±, apuntan los autores en el estudio, publicado en la revista Journal of Neurophysiology.
No distingue de sexos
Aunque la investigaci¨®n no pudo determinar si hab¨ªa diferencias entre hombres y mujeres, los expertos creen que ambos cerebros sufren de forma similar. ¡°No lo sabemos con seguridad pero lo m¨¢s seguro es que as¨ª sea¡±, sugiere Brown.
Una opini¨®n que comparte Ambrosio, aunque puntualiza que existen las diferencias propias de la psicolog¨ªa masculina y femenina. ¡°Hombres y mujeres tienen un sistema neuronal de reforzamiento igual. Se enamoran igual y sufren los embates del desamor de la misma forma, aunque sientan esos momentos de un modo ligeramente diferente¡±, destaca.
Y la pregunta del mill¨®n para el alma en pena: ?cu¨¢nto tiempo tarda en pasar el dolor? ¡°Ese deficiente funcionamiento vuelve a la normalidad pasado un tiempo, que es variable seg¨²n la persona que ha sufrido el desamor¡±, admite el psic¨®logo. Las investigaciones al respecto hablan desde 3 meses necesarios (Journal of Positive Psychology) hasta 18 (la web de citas Fifties.com).
Si la pena no se marcha, podr¨ªa deberse m¨¢s a factores puramente emocionales que biol¨®gicos, seg¨²n el experto. En cualquier caso, recuerde que el cerebro tiene una asombrosa capacidad de adaptaci¨®n y que, por suerte, no hay mal que cien a?os dure. Y si pudo dejar de fumar, esto ser¨¢ pan comido.
"?Quedamos como amigos?" Mejor no
La neur¨®loga Lucy Brown y la antrop¨®loga Helen Fisher dan una serie de consejos para superar estas rupturas, que parece que ni el cerebro ni el coraz¨®n quieren aceptar.
- Elimine los emails, las cartas y los mensajes de esa persona, y guarde todos los recuerdos en una caja al fondo de un armario (lo ideal ser¨ªa deshacerse de ellos).
- Nada de llamadas ni cartas. Evite cualquier tipo de contacto. Hasta que no lo olvide no podr¨¢ ser su amigo.
- Piense un aforismo, una frase corta optimista a la que recurrir cuando recuerde a esa persona, para desviar la mente. Puede ayudar pensar en alguien nuevo, y si aun as¨ª vuelve a evocar a su expareja, no se aferre a lo positivo. Recuerde que tambi¨¦n hubo momentos grises.
- Mant¨¦ngase ocupado. Salir y estar activo es fundamental para el cerebro.
- Pruebe nuevas experiencias. La novedad estimula la liberaci¨®n de dopamina, lo que le har¨¢ sentirse m¨¢s optimista.
- Haga ejercicio. La actividad aer¨®bica tambi¨¦n libera dopamina y serotonina, que le ayudar¨¢n a calmarse.
- El tiempo es su aliado. Im¨¢genes de resonancia magn¨¦tica han demostrado que cuanto m¨¢s tiempo pasa tras la ruptura, la regi¨®n del cerebro vinculada con los sentimientos de apego muestra una menor actividad. Con el tiempo, el apego se desvanece.
- Sonr¨ªa y no se rinda. Si pasa el tiempo y sigue en este estado de duelo, puede que necesite la ayuda de un psic¨®logo, pero no tire la toalla. Un d¨ªa se dar¨¢ cuenta en que ya no piensa en esa persona y se sentir¨¢ liberado.
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