Las puertas que abre ser alguien de trato f¨¢cil
Sonre¨ªr, mantener la discreci¨®n, o ayudar a los dem¨¢s. Claves para ser alguien agradable con quien todos desear¨¢n relacionarse
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En ingl¨¦s se llaman easy going persons. En castellano se podr¨ªa traducir como personas flexibles, de trato f¨¢cil con las que puede relacionarse c¨®modamente. Todos tenemos en mente a alguien as¨ª: dan los buenos d¨ªas con una sonrisa sincera, se ofrecen y prestan ayuda, hablan con un tono y volumen conversacionales, son discretos y apetece estar con ellos.
Hablo a todos de la misma forma, ya seael basurero o el presidente de la universidad
Albert Einstein
Mostrarse relajadamente le llevar¨¢ a disfrutar m¨¢s. Las relaciones que establecemos pueden llegar a ser una fuente de satisfacci¨®n o todo lo contrario. Uno est¨¢ a diario en contacto con otros, desde la pareja a los hijos, pasando por los compa?eros de trabajo, el personal que le atiende en una ventanilla o el taxista que le lleva a su destino. De ah¨ª la importancia de tener alrededor a gente de trato f¨¢cil y poder entrenarse para ser uno de ellos. Es dif¨ªcil tener una vida de la que se sienta orgulloso y feliz si no la disfruta. Y si las relaciones sociales son estresantes, su vida tambi¨¦n estar¨¢ llena de tensiones.
Los hombres y mujeres agradables son gente con la que apetece contar y compartir el tiempo de ocio, se les tiene en cuenta para planificar un viaje, una barbacoa o tomar un caf¨¦ relajado, y se convierten en un modelo al que le gustar¨ªa parecerse. ?Por qu¨¦? Porque su presencia le hace sentir bien y relajado.
Cambiar nuestra forma de ser es posible. Huya del ¡°yo soy as¨ª¡± y entrene los puntos que aparecen a continuaci¨®n. Es imposible fallar en todos. Puede que necesite trabajar unos cuantos. No se agobie. Los cambios requieren el deseo de renovarse, planificarlos, pasar a la acci¨®n, entrenarlos a trav¨¦s de la repetici¨®n y tener paciencia con ellos. Interprete con benevolencia. Si tiene alguna duda de la intenci¨®n de un comentario o de la acci¨®n de alguien, es mejor que le pregunte antes que decidir que lo ha hecho o dicho para fastidiarle. Si piensa que los dem¨¢s tienen malas intenciones, no se dar¨¢ cuenta de lo bueno que puedan hacer por usted.
Expectativas positivas. El ¡°piensa mal y acertar¨¢s¡± solo le lleva a anticipar que la gente le va a fallar. ?Usted falla a los dem¨¢s, es poco fiable, deshonesto, mentiroso? No, la mayor¨ªa de nosotros somos personas de bien. Nos equivocamos y cometemos errores, pero no suelen ser intencionados. Yo creo que ese refr¨¢n lo invent¨® el mismo que dice que ¡°cree el ladr¨®n que todos son de su condici¨®n¡±. Lo que esperamos de los dem¨¢s condiciona el trato que tenemos con ellos. Si espera cosas buenas, ser¨¢ amable, sonreir¨¢, dar¨¢ tiempo, se sentir¨¢ tranquilo, confiar¨¢. Pero tambi¨¦n ocurrir¨¢ lo contrario. Si espera que le fallen se fijar¨¢ m¨¢s en detalles negativos. Est¨¢ claro que alguien en alg¨²n momento de nuestra vida va a ser injusto con nosotros. Pero sacar conclusiones de que todo el mundo ser¨¢ igual es un sinvivir. No es f¨¢cil relacionarse con personas desconfiadas porque nos hacen sentir deshonestos.
Para saber m¨¢s
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Libros
¡®C¨®mo ganar amigos e influir sobre las personas¡¯. Dale Carnegie (Elipse)
Pel¨ªculas
¡®El cartero y Pablo Neruda¡¯. Michael Radford
¡®Forrest Gump¡¯. Robert Zemeckis
¡®Gandhi¡¯. Richard Attenborough
Busque relacionarse con personas con una escala de valores parecida. Esto le allana el camino y le facilita las relaciones. Las personas parecidas nos facilitan el trato. Las similitudes permiten anticiparnos y estar en una zona confortable. Relacionarse con clientes de otras culturas o con valores distintos genera un sobreesfuerzo, porque lo que usted entiende que est¨¢ bien, a otros les puede parecer un disparate. Hay culturas en las que los comerciantes no entienden que no se les regatee, y clientes que se sienten inc¨®modos cuando tienen que pactar el precio. Por eso, ser parecidos nos convierte en personas de trato f¨¢cil con ese grupo de gente.
Flexibilidad. ?Qu¨¦ dif¨ªcil es mantener una relaci¨®n tranquila con alguien terco e inflexible! La capacidad de adaptaci¨®n es una conducta inteligente y requiere flexibilidad. Transigir no es una debilidad. Ceder es tener empat¨ªa y reconocer que la opci¨®n del otro tambi¨¦n es una buena opci¨®n. Si consiente, los dem¨¢s tambi¨¦n lo har¨¢n. Pero si no es capaz de adaptarse a los planes de los dem¨¢s y se ofusca cuando no se sale con la suya, nadie querr¨¢ contar con usted porque supondr¨¢ una barrera para las prioridades del equipo o de otra persona. La flexibilidad mejora mucho la comunicaci¨®n y facilita el entendimiento.
Dulzura. La dulzura se encuentra en el volumen, el tono, en la expresi¨®n facial, en las palabras que elige o en su mirada. Las personas dulces proyectan una calidez sincera. Su expresi¨®n facial invita a devolverles una mirada o sonrisa iguales. Su manera relajada de pedirle algo hace que se sienta valorado y querido. La dulzura es la mejor rival de la agresividad y del trato seco.
Transparencia. Guarde un as en la manga para los trucos de magia, pero no para relacionarse con los dem¨¢s. Hable, exprese c¨®mo se siente, qu¨¦ le ocurre o lo que le preocupa. H¨¢galo con naturalidad. Las personas que hablan de s¨ª mismas con naturalidad nos parecen cercanas. Por el contrario, hay personas que parecen misteriosas y que esperan que los dem¨¢s adivinen lo que les pasa. Es gente que no nos hace sentir c¨®modos.
Deje la seriedad para las emergencias. No es sin¨®nimo de responsabilidad. Sea divertido y desenfadado. Relacionarse con personas serias a veces es inc¨®modo. No provoca un ambiente relajado y distendido en el que los dem¨¢s se sientan con confianza para ser ellos mismos.
La flexibilidad mejora la comunicaci¨®n y facilita el entendimiento
Trabaje su expresi¨®n facial y sus gestos. La sonrisa invita al otro a sonre¨ªr, y los dem¨¢s le interpretan como una persona asequible, relajada y abierta a relacionarse. Sonre¨ªr es gratis y le abrir¨¢ muchas puertas. No mire por encima del hombro, ni levante el dedo acusador. La naturalidad a la hora de expresarse de forma agradable requiere un entrenamiento. Si ha decidido sonre¨ªr m¨¢s, lo normal es que al principio su gesto risue?o no le salga con toda la naturalidad del mundo. Pero conc¨¦dase un tiempo.
Sea un tipo divertido y p¨¢selo bien. Cuanto m¨¢s disfrute de la vida y m¨¢s desarrolle su sentido del humor, mayor satisfacci¨®n y bienestar tendr¨¢. No es atractivo ni grato relacionarse con personas rencorosas, envidiosas y victimistas. Lo mismo que hace ahora puede realizarlo con m¨¢s diversi¨®n: ponga m¨²sica, sea creativo, caricaturice la situaci¨®n y recuerde emociones positivas que le hagan sentir vivo durante un momento de estr¨¦s. Hay muchas maneras de cambiar su estado emocional. No permita que las situaciones ni otras personas le superen y le sumerjan en la apat¨ªa y la rabia. Modifique su mundo y se transformar¨¢ usted.
Escuche y preste atenci¨®n. Nos gusta relacionarnos con las personas que se interesan por nosotros y nos escuchan. Haga sentir bien a los dem¨¢s prest¨¢ndoles atenci¨®n, reforzando las pasiones del otro, valorando sus progresos, elogiando detalles, desde la ropa que llevan a su ¨²ltimo logro laboral. Deje la cr¨ªtica y los consejos no pedidos. Se trata de pasar un buen rato, no de dar lecciones a otros.
La forma en que ves a la gente es la forma en la que la tratas, y la forma en la que la tratas es en lo que se convierte
Goethe
Pregunte e inter¨¦sese por los otros. A las personas les gusta hablar de ellas mismas y se sienten a gusto cuando se les da la oportunidad de contar sus cambios, su vida en pareja, el futuro de sus hijos, intereses, el trabajo¡ No sea el protagonista de las conversaciones. No necesita tener una relaci¨®n ¨ªntima con la persona para interesarse.
Sea servicial, que no servil. Haga favores gratuitos, de esos que salen de uno con la ¨²nica finalidad de ayudar y contribuir al bienestar de otra persona. No mida, act¨²e en funci¨®n de su coraz¨®n, valores y sentimientos. Las personas serviciales se ofrecen: ¡°?Puedo ayudarte en algo?¡±. No se trata de estar al servicio de los dem¨¢s y perder espacio para nosotros. Pero tambi¨¦n hay que olvidarse de vez en cuando de uno mismo para pensar en qu¨¦ y c¨®mo puedo contribuir y prestar ayuda. Busque el t¨¦rmino medio para tener tiempo para todo.
Mejor tener paz que tener raz¨®n. ?Qu¨¦ tranquilidad da poder permitirse no justificar todo, no tener que argumentar las ideas para sentirse comprendido y qu¨¦ relax para cualquier intercambio, sobremesa o conversaci¨®n! Las personas que siempre quieren llevar raz¨®n son agotadoras. Muestran con orgullo sus conocimientos, argumentos y se creen en posici¨®n de la verdad. No es agradable conversar con ellos.
Sea discreto, sobre todo con la informaci¨®n de otros. En este mundo de cotilleo en el que muchos viven la vida de los dem¨¢s por no vivir la suya propia, se ha terminado por convertir el hablar de otros en algo normal. La indiscreci¨®n y la imprudencia le alejan de las relaciones de confianza. No hable de la vida privada, chismes o intimidades de nadie, y menos sin haber pedido permiso. No espere que le digan: ¡°Esto no lo cuentes¡±. Coja la costumbre de no hacerlo.
Dice un proverbio del libro C¨®mo ganar amigos e influir sobre las personas, de Dale Carnegie: Si quiere coger miel, no pegue puntapi¨¦s a la colmena. Esperamos ser bientratados porque forma parte del respeto que merecemos y porque nos hace sentir especiales. Pero este deseo debe acompa?arse de comportamientos rec¨ªprocos y bidireccionales.
elpaissemanal@elpais.com
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