El humano del futuro da miedo

Existe un ic¨®nico dibujo de c¨®mo la especie humana evoluciona del simio encorvado al erguido y orgulloso homo sapiens, con los progresivos estadios caminando en fila india. Hay quien incluso dibuja al fin del camino a un nuevo hombre tecnol¨®gico encorvado, otra vez, sobre su ordenador.

La evoluci¨®n biol¨®gica para los humanos parece haber llegado a la irrelevancia. Sucede por selecci¨®n natural, pero hemos logrado que el medio se adapte a nosotros (el agua sale del grifo, el alimento est¨¢ en la nevera y la calefacci¨®n combate el fr¨ªo, cuando se dispone de todo esto, claro), y sucede en tiempos geol¨®gicos de millones de a?os, con lo que ser¨ªa dif¨ªcil de apreciar en nuestras cortas existencias.

Pero la evoluci¨®n continuar¨¢ por otros derroteros: incorporaremos la tecnolog¨ªa a nuestros cuerpos o mentes. Adem¨¢s, experimentando un aceler¨®n: los cambios pueden ocurrir en unos a?os o d¨¦cadas.

Iremos m¨¢s all¨¢ del c¨ªborg, hasta el poshumano, un ser que todav¨ªa ni imaginamos. ?Se parecer¨¢ m¨¢s a un robot o a un inaprensible perfil de Facebook?

?Ser¨¢ m¨¢quina o consciencia pura? Estamos ante el salto de la humanidad a la poshumanidad. Como periodo de transici¨®n, el transhumanismo.?

¡°Los transhumanistas creen que debemos usar la tecnolog¨ªa para superar nuestras limitaciones biol¨®gicas¡±, dice el fil¨®sofo David Pearce. ¡°Usada sabiamente, la tecnolog¨ªa puede propiciar un futuro de superinteligencia, superlongevidad y superfelicidad. Sin embargo, abundan los escollos¡±. Junto con Nick Bostrom, Pearce fue cofundador de la Asociaci¨®n Transhumanista Mundial (ahora Humanity Plus o H+) y hoy es director de BLTC Research, una organizaci¨®n que tiene el fin de promover lo que denomina ¡°ingenier¨ªa celestial¡±. Es decir, ¡°la abolici¨®n de los sustratos biol¨®gicos del sufrimiento y la creaci¨®n de estados gloriosos de placer sublime¡±.

En la base de todo, la implosi¨®n tecnol¨®gica. Se ha bautizado la Singularidad Tecnol¨®gica como la confluencia de ramas como la nanotecnolog¨ªa, la biotecnolog¨ªa, la ingenier¨ªa gen¨¦tica, la inteligencia artificial, la clonaci¨®n terap¨¦utica, la farmacolog¨ªa o la ciencia espacial, que pronto, seg¨²n futuristas como el ingeniero de Google Ray Kurzweil, cambiar¨¢ el mundo tal como lo conocemos. Porque la tasa de avance tecnol¨®gico es exponencial y, gracias a ello, dice Kurzweil, el ser humano se librar¨¢ de las cadenas biol¨®gicas.

Hay ¡®softwares¡¯ que superan a los humanos en el ajedrez o el diagn¨®stico m¨¦dico

Pearce da ejemplos de los ¨²ltimos pasos en la direcci¨®n poshumana: el software que supera a los humanos en cuestiones como jugar al ajedrez (la supercomputadora Deep Blue que en 1997 venci¨® a Gary Kasp¨¢rov) o el diagn¨®stico m¨¦dico (como la inteligencia artificial de Watson de IBM, que procesa la informaci¨®n m¨¢s como un humano que como una m¨¢quina, aprende, responde preguntas o genera hip¨®tesis).

La duraci¨®n de la vida puede ser extendida en animales induciendo mutaciones, y en biotecnolog¨ªa, la revoluci¨®n de la edici¨®n de los propios genes anuncia una era en la que la r¨¢pida edici¨®n de tu propio genoma puede ser la norma. Y¨¦ndonos a ejemplos m¨¢s de andar por casa, en la pel¨ªcula Her, de Spike Jonze, el protagonista se enamora de un sistema operativo de voz dulce parecido al actual asistente personal Siri que llevamos en nuestros smartphones. Y las Google Glasses y otros wearables nos hacen ver el mundo de otro modo, colocados en nuestro propio cuerpo.?

El urbanista y abogado Albert Cortina y el bi¨®logo Miquel ?ngel Serra creen que es hora de iniciar un debate abierto y multidisciplinar sobre el futuro de la humanidad. Por eso han coordinado el libro ?Humanos o posthumanos? Singularidad tecnol¨®gica y mejoramiento humano (Fragmenta Editorial), en el que 213 voces de diferentes disciplinas opinan sobre en qu¨¦ se deber¨ªa o no convertir el ser humano. ¡°Existen posturas bioconservacionistas que opinan que la

vida debe permanecer inalterada. En el otro extremo est¨¢n los tecno optimistas, a favor de cualquier avance tecnol¨®gico para mejorar la humanidad¡±, explican los coordinadores. Lo cierto es que el movimiento transhumanista genera cr¨ªticas morales y religiosas (sobre todo, con respecto a la manipulaci¨®n gen¨¦tica) o socioecon¨®micas. ¡°Una consecuencia negativa es que solo las ¨¦lites puedan acceder al mejoramiento tecnol¨®gico y se cree una humanidad que evolucione a dos velocidades¡±, manifiestan Cortina y Serra. Un escenario similar al que plantea la pel¨ªcula Elysium, dirigida por Neill Blomkamp, donde los ricos aprovechan la tecnolog¨ªa para abandonar la Tierra y vivir c¨®modamente , dejando atr¨¢s a los dem¨¢s. Sin embargo, para los m¨¢s optimistas, como Kurzweil, hay una prueba de que eso no tiene que pasar: Internet y la telefon¨ªa m¨®vil han llegado a todo el planeta, incluidos los pa¨ªses menos desarrollados.

Se ha avanzado much¨ªsimo, pero no es nada comparado con lo que vamos a ver en adelante. En los pr¨®ximos 20 a?os, experimentaremos m¨¢s cambios que en los ¨²ltimos dos milenios Jos¨¦ Luis Cordeiro, cient¨ªfico y profesor de la?Universidad de la Singularidad de Silicon Valley

El panorama parece de ciencia ficci¨®n: ¡°Tenemos la evoluci¨®n de las m¨¢quinas, que pueden lograr alcanzar la inteligencia artificial y, c¨®mo un hijo adolescente, querer emanciparse de sus creadores, los humanos¡±, relata Cortina. Da v¨¦rtigo. ¡°Se ha avanzado much¨ªsimo, pero no es nada comparado con lo que vamos a ver en adelante. En los pr¨®ximos 20 a?os, experimentaremos m¨¢s cambios que en los ¨²ltimos dos milenios¡±, explica el cient¨ªfico Jos¨¦ Luis Cordeiro, cofundador de la Asociaci¨®n Transhumanista Venezolana y profesor de la Universidad de la Singularidad de Silicon Valley, creada por instituciones como Google o la Nasa para ¡°educar e inspirar¡± un cuadro de l¨ªderes que comprendan y gu¨ªen la Singularidad Tecnol¨®gica. Cordeiro cree que la inteligencia artificial alcanzar¨¢ a la humana en menos de dos d¨¦cadas y que los cerebros artificiales vendr¨¢n a complementar a los humanos, no a sustituirlos. En tres o cuatro d¨¦cadas podremos prevenir todas las enfermedades. La humanidad est¨¢ a punto de dar el salto a la poshumanidad; la tecnolog¨ªa, seg¨²n Cordeiro, sustituir¨¢ a la biolog¨ªa: ¡°Los poshumanos no depender¨¢n solo de sistemas basados en la qu¨ªmica del carbono, sino en el silicio y otras plataformas m¨¢s convenientes para diferentes entornos, como los viajes espaciales¡±.?

?Y qu¨¦ aspecto tendr¨ªan los poshumanos del futuro? Los transhumanistas defienden la libertad morfol¨®gica, aclara Pearce: ¡°El derecho de cada uno a tener el g¨¦nero, cuerpo e imagen que desee. Se pueden anticipar algunas elecciones corporales extraordinarias, tanto en la realidad virtual como el mundo de carne y hueso¡­ Pero, sospecho que muchos elegiremos dise?os corporales que expresen los c¨¢nones de belleza ideal adaptativa de nuestros ancestros de la sabana africana¡±.

?Seremos c¨ªborgs? ¡°El futuro es m¨¢s complejo que eso¡±, dice Cordeiro. ¡°Veremos una explosi¨®n de nuevas formas de vida inteligentes¡±. Surgen t¨¦rminos como los bio-orgs (organismos modificados prote¨ªnicamente), los geborgs (modificados gen¨¦ticamente), o los silorgs (organismos basados en silicio). Una nueva fauna¡­

Ya estamos asistiendo a la existencia de transhumanos. Neil Harbisson ve en blanco y negro, pero lleva un tercer ojo que, mediante vibraciones, le permite percibir colores. Al corredor sudafricano Oscar Pistorius le extirparon las piernas de ni?o pero, gracias a sus implantes bi¨®nicos de fibra de carbono, particip¨® en los Juegos Ol¨ªmpicos de Londres. O Tim Cannon, biohacker fundador de la compa?¨ªa Grindhouse Wetware en Pittsburgh, implicada en mejorar al ser humano mediante la tecnolog¨ªa: ¨¦l mismo se ha implantado chips y aparatos electr¨®nicos en su cuerpo, mediante cirug¨ªa casera, para mejorar sus habilidades: ¡°Ahora, gracias a la medicina moderna y la ciencia, somos por primera vez capaces de tomar control de la Evoluci¨®n¡±.