Contra el neoliberalismo sexual
El ¨²ltimo libro de la profesora Ana de Miguel, Neoliberalismo sexual, nos interpela directamente a nosotros -¡°Agradecer¨ªamos a nuestros hermanos, los hombres, que se sentaran a pensar qui¨¦nes son, qu¨¦ hace la sociedad patriarcal con ellos y qu¨¦ quieren llegar a ser, que plantaran cara a lo que el sistema espera de ellos¡±- , tras haberse preguntado ¡°d¨®nde est¨¢ el hombre nuevo¡±. Esa es una de las conclusiones a las que llega la fil¨®sofa feminista tras haber reflexionado sobre la perversi¨®n de un momento hist¨®rico en el que vivimos ¡°sociedades formalmente igualitarias¡± pero en las que asistimos a una permanente reproducci¨®n de las relaciones de poder propias del patriarcado.
Un orden cultural y simb¨®lico que se ha convertido, siguiendo la brillante categorizaci¨®n de Alicia Puleo, en un ¡°patriarcado por consentimiento¡±, es decir, en un orden que propiciala aceptaci¨®n de la desigualdad mediante la socializaci¨®n diferencial encubierta, las arraigadas pr¨¢cticas discriminatorias en el mercado laboral y la difusi¨®n de mitos patriarcales a trav¨¦s de los medios de comunicaci¨®n. Esta suma de factores ha visto potenciadas sus negativas consecuencias en un momento en el que, con el pretexto de la crisis econ¨®mica y la "necesidad" de pol¨ªticas de austeridad, se est¨¢ abriendo la puerta a una cada vez m¨¢s descarada discriminaci¨®n, directa e indirecta, de la mitad de la Humanidad.
El subt¨ªtulo del libro, El mito de la libre elecci¨®n, nos sit¨²a ante la clave a la que pretende dar respuesta la autora, que no es otra que la conversi¨®n de una aparente libertad ¡°en igualdad de condiciones¡± en la justificaci¨®n perversa de la pr¨®rroga de un sistema sexo/g¨¦nero que contin¨²a situando a las mujeres en inferioridad de condiciones.
Ana de Miguel analiza tres ¨¢mbitos en los que en la actualidad no solo se prorrogan, sino que incluso se potencian, los esquemas patriarcales: el amor, el sexo y la prostituci¨®n. Este tri¨¢ngulo de la virilidad hegem¨®nica contin¨²a frenando la autonom¨ªa de las mujeres, cosific¨¢ndolas y haci¨¦ndolas parte de relaciones en las que falta reciprocidad. Todo ello mientras aumentan los discursos que justifican ciertas pr¨¢cticas en nombre de una pretendida liberaci¨®n sexual -que responde a los intereses del var¨®n como sujeto dominante¨C y que incluso justifican la prostituci¨®n identific¨¢ndola como una mera prestaci¨®n de servicios. De esta manera, y como dice Celia Amor¨®s, el cuerpo de las mujeres contin¨²a siendo el libro abierto donde se inscriben las reglas del patriarcado.
La autora analiza como las ni?as siguen siendo marcadas por raz¨®n de su sexo desde que nacen ¨C los agujeros en las orejas para los pendientes, el apellido paterno en el nombre¨C y como sus compa?eros varones se socializan, sin que se produzca ruptura entre los valores que reciben en la adolescencia y los que se espera de ellos en la edad adulta, en los itinerarios cl¨¢sicos de la masculinidad tradicional. De esta manera, continuamos alimentando el binomio masculino/femenino, la l¨®gica de la complementariedad y las relaciones de poder que durante siglos han definido las subjetividades masculina y femenina. Precisamente por ello es necesario, como bien hace la autora, analizar de d¨®nde venimos y c¨®mo el feminismo se ha ido construyendo hist¨®ricamente no solo como un movimiento reivindicativo sino tambi¨¦n como una propuesta cr¨ªtica del orden establecido.
Justo en unos momentos en los que sometemos a cr¨ªtica unos sistemas democr¨¢ticos tan imperfectos, en los que aparecen nuevos movimientos sociales (que sin embargo en cuestiones de g¨¦nero se parecen tanto a los viejos) y en los que muchos sentimos la necesidad de transformar radicalmente nuestra manera de construirnos y relacionarnos, tanto en lo privado como en lo p¨²blico, es m¨¢s necesario que nunca analizar con perspectiva de g¨¦nero lo que est¨¢ pasando y lo que nos est¨¢ pasando. Ello supone reaccionar frente a las posiciones neomachistas y por supuesto frente a los privilegios masculinos. Porque, como bien concluye Ana de Miguel en el ¨²ltimo cap¨ªtulo, ¡°sin conocer y debatir la visi¨®n feminista del ser humano, no puede haber una transformaci¨®n social profunda, capaz de cambiar el rumbo desbocado de esta crisis social¡±
Lo que hemos de evitar en todo caso es que, como ha pasado en tantos momentos de la historia, las mujeres vuelvan a ser las grandes traicionadas en los procesos que se abren en b¨²squeda de mayor justicia y de mejores garant¨ªas de los derechos fundamentales del individuo. De ah¨ª que, el feminismo, que mucho m¨¢s que una teor¨ªa, o que un movimiento de lucha, o que una llave para sumar energ¨ªas y crear redes, es un aut¨¦ntico ¡°estilo de vida¡±, deba convertirse en la herramienta esencial para mejorar no solo la vida de las mujeres, sino de toda la comunidad.
Algo de lo que deber¨ªamos tomar buena nota los varones que hace tiempo que tendr¨ªamos que habernos posicionado como c¨®mplices y compa?eros de las que, por ejemplo, por el simple hecho de ser mujeres comparten el riesgo de sufrir todo tipo de violencias. Deber¨ªa ser pues una exigencia ¨¦tica consustancial a nuestro coraz¨®n de dem¨®cratas. De ah¨ª que la respuesta a la invitaci¨®n final de Ana admita solo una respuesta posible. El ¡°?Ven con nosotras!¡± con el que se cierra este necesario libro ha de llevarnos a asumir, no solo como pancarta, sino tambi¨¦n como vivencia personal y ciudadana, que solo desde la igualdad sustancial de mujeres y hombres ser¨¢ posible una ¡°democracia avanzada¡±. Lo contrario supondr¨¢ hacerle el juego c¨®mplice a la despiadada alianza de neoliberalismo y patriarcado, la cual insiste en hacernos creer que las mujeres son libres incluso para continuar sometidas a los dictados del patriarca.
Neoliberalismo sexual, El mito de la libre elecci¨®n. Ana de Miguel, Madrid, C¨¢tedra, 2015. 352 p¨¢ginas. 17,99 euros.
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