Qui¨¦n decide las piezas de fruta que hay que comer al d¨ªa
Un sanedr¨ªn de expertos estudia en funci¨®n de los siguientes criterios las cantidades diarias recomendadas
Si es capaz de comerse cada d¨ªa, como m¨ªnimo, cuatro raciones de pan, pasta o arroz; cinco de frutas y verduras; tres de aceite de oliva; dos de l¨¢cteos; otras dos raciones entre carne, pescado o huevos, una de legumbres o frutos secos (o ambos) y todo bien regado con dos litros de agua, llegar¨¢ a la noche ah¨ªto y tal vez pregunt¨¢ndose que qui¨¦n le mandar¨ªa a usted tragarse todo eso. No busque a un ¨²nico responsable y h¨¢gase a la idea de que hay cerca de 200 especialistas detr¨¢s de esas cantidades de alimentos, ingeridos no tanto para satisfacer sus apetencias diet¨¦ticas como por cumplir las recomendaciones para una nutrici¨®n saludable.
¡°La Sociedad Espa?ola de Nutrici¨®n Comunitaria (SENC) es la que, bas¨¢ndose en la evidencia cient¨ªfica, suele hacer las recomendaciones sobre las cantidades diarias de alimentos que hay que tomar en nuestro pa¨ªs¡±, revela Javier Aranceta, vicepresidente de la Academia Espa?ola de Nutrici¨®n. La SENC convoca a un comit¨¦ de expertos (20 o 25), que redactan sendos documentos sobre los diferentes componentes de la dieta bas¨¢ndose en los estudios publicados, y posteriormente ¡°unos 200 profesionales los discuten, y de ah¨ª salen las recomendaciones y gu¨ªas nutricionales¡±, a?ade Lluis Serra Majem, presidente de la Academia y de la Fundaci¨®n para la Investigaci¨®n Nutricional.
En otros pa¨ªses, como Italia o Estados Unidos, los consejos los da la administraci¨®n p¨²blica, mientras que de esta tarea se ocupa la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) en aquellas zonas donde no hay organismos oficiales que abarquen estos asuntos. Las recomendaciones var¨ªan para adaptarse a las condiciones y cultura de cada estado, pero en el fondo las cosas son m¨¢s iguales de lo que parece. Da lo mismo que se coma un filete de ternera, una hamburguesa de buey o un plato de insectos, lo que importa es que coma la cantidad de prote¨ªnas necesarias. ¡°La ciencia es universal y los grupos cient¨ªficos de todos los pa¨ªses se van a nutrir de la misma evidencia, porque todo el mundo lee los mismas estudios y luego lo traducen a su realidad¡±, dice Aranceta. ¡°Por lo tanto, las recomendaciones pueden ser diferentes, pero son casi equivalentes¡±.
Es verdad que las necesidades diet¨¦ticas var¨ªan con la edad, el sexo y la actividad de las personas (y esto es as¨ª en todo el mundo), pero tambi¨¦n al cambiar de pa¨ªs de residencia. Por ejemplo, es lo que sucede con la vitamina D en la raza negra. ¡°Las personas de color suelen vivir cerca de los tr¨®picos y est¨¢n protegidas del sol por el color de su piel, pero si se trasladan hacia otros pa¨ªses en los que tienen menos exposici¨®n al sol, tendr¨¢n falta de vitamina D¡±, comenta Serra Majem. Tendr¨¢n que compensarlo con la dieta.
Las t¨¦cnicas culinarias tambi¨¦n se integran en las nuevas directrices. Y el colof¨®n: ¡°Comer felices y mejor en compa?¨ªa¡±
Si usted se cree a salvo de los cambios porque no se ha movido de su ciudad (y mucho menos de su pa¨ªs), salga del error. Haga memoria y recuerde que hasta hace unos a?os disfrutar m¨¢s de dos d¨ªas a la semana del placer de unos huevos fritos o una tortilla de patata era una amenaza directa para su coraz¨®n (por su contenido en colesterol). Ahora, se ha levantado la veda sobre los huevos, y hasta la Fundaci¨®n Espa?ola del Coraz¨®n ha emitido un comunicado en su defensa.
Se avecinan m¨¢s cambios. El profesor Aranceta est¨¢ coordinando las nuevas recomendaciones diet¨¦ticas que se har¨¢n p¨²blicas en los pr¨®ximos meses. ¡°Lo que m¨¢s ha cambiado en los ¨²ltimos a?os es el protagonismo de la actividad f¨ªsica, que aunque no es un alimento forma parte de lo que se llama dieta¡±, resalta. El segundo cambio es insistir en aumentar la ingesta de alimentos poco procesados, ¡°se introduce el concepto de sostenibilidad, fomentado el consumo de alimentos estacionales, ir mejor al mercado del barrio para hacer una compra m¨¢s adecuada¡±. En estas nuevas indicaciones nutricionales aparece un nuevo alimento, ¡°que nos parece clave¡±: el equilibrio emocional. ¡°Las personas no compramos ni comemos lo mismo cuando no estamos en equilibrio. Una persona sana mentalmente tiene m¨¢s potenciales para cocinar platos m¨¢s complicados que casi siempre son m¨¢s saludables¡±. Las t¨¦cnicas culinarias tambi¨¦n se integran en las nuevas directrices. Y el colof¨®n: ¡°Comer felices y mejor en compa?¨ªa¡±.
A fin de cuentas, esto est¨¢ relacionado con el estilo de vida mediterr¨¢neo que, como asegura el presidente de la Academia de Nutrici¨®n, est¨¢ cogiendo fuerza en las recomendaciones nutricionales de Estados Unidos. "La situaci¨®n ha cambiado y la investigaci¨®n que desarrollamos en los pa¨ªses mediterr¨¢neos se est¨¢ tomando en consideraci¨®n¡±, afirma.
Ya sea en forma de pir¨¢mide nutricional, como aqu¨ª en Espa?a, o de plato, como en Estados Unidos, lo que buscan los expertos en nutrici¨®n es que el mensaje cale en los ciudadanos. Por eso Javier Aranceta reconoce la necesidad de adaptar la ciencia para que se pueda traducir en el plato, "porque la gente no puede vivir de espaldas a nuestras recomendaciones¡±.
Cinco casos concretos
Una vez asimilados los conceptos de recomendaciones diet¨¦ticas y cantidades diarias, llega el momento de ponerlo en pr¨¢ctica. Le ayudamos con estos nutrientes esenciales.
1. Omega 3: La Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) fija en 250 miligramos diarios la cantidad de ¨¢cidos grasos omega 3 que deben tomar las personas sanas para reducir el riesgo enfermedad y muerte cardiovascular. (Para los que tengan alto el colesterol, los triglic¨¦ridos, o la tensi¨®n arterial, las cantidades deben ser superiores a un gramo diario, seg¨²n cita la autoridad europea). O dicho de otra forma: entre el 0,5 al 2% de la energ¨ªa total de la dieta debe corresponder a los ¨¢cidos grasos omega 3. En Espa?a, nos quedamos ligeramente por debajo del m¨ªnimo, ya que la ingesta de omega 3 supone el 0,4% de la energ¨ªa de nuestra dieta. Cumplir las recomendaciones no es dif¨ªcil: consumir al d¨ªa 100 gramos de salm¨®n o at¨²n, dos vasos de leche enriquecida, dos cucharadas de aceite de oliva, 200 gramos de br¨®coli o 6 nueces (solo una de las cosas: no todas) es suficiente.
2 y 3. Calcio y vitamina D: Es el t¨¢ndem imprescindible para mantener la salud ¨®sea en todas las etapas de la vida, aunque las necesidades var¨ªan en funci¨®n de la edad. Despu¨¦s de analizar m¨¢s de mil trabajos, un comit¨¦ de expertos de Estados Unidos ha llegado a las siguientes recomendaciones:
Calcio: 700 miligramos diarios para los ni?os de uno a tres a?os; un gramo entre los 4 y 8 a?os; en la adolescencia (9 a 18 a?os) hay que subir hasta 1,3 gramos y en la etapa adulta (hasta los 50 a?os), un gramo de calcio al d¨ªa basta para mantener los huesos fuertes. Las mujeres de m¨¢s de 51 a?os y los hombres a partir de los 71, necesitan 1,2 gramos de calcio diarios. Los espa?oles nos quedamos por debajo de las recomendaciones (aproximadamente, la cuarta parte no cubre las necesidades), pero la ingesta insuficiente se dispara entre las mujeres de m¨¢s de 45 a?os (el 82%). Para ellas, 200 gramos de mozzarela al d¨ªa, cinco almendras crudas o una dorada de un kilogramo ser¨ªa suficiente.
Vitamina D: Desde el primer a?o hasta los 70 a?os, la recomendaci¨®n es de 600 UI ¨CUnidad Internacional¨C (15 microgramos). A partir de los 71 a?os, hay que subir a 800 UI (20 microgramos). La mayor¨ªa de la poblaci¨®n espa?ola (m¨¢s del 80%) tiene una dieta con menos cantidad de vitamina D de la recomendada. Estos son algunos de los alimentos que tienen m¨¢s vitamina D (cantidades en 100 gramos): salm¨®n asado o cocido (360 UI), sardina en aceite (500 UI), ostras (320 UI), setas (27 UI), huevo (20 UI) o leche fortificada (127 UI).
4. Vitamina K: Es esencial en la coagulaci¨®n de la sangre (se conoce como vitamina antihemorr¨¢gica) y protege la p¨¦rdida de hueso relacionada con el envejecimiento. El reglamento europeo ha fijado en 75 microgramos sus recomendaciones nutricionales para esta vitamina. El 30% de la poblaci¨®n espa?ola tiene una dieta deficitaria en vitamina K, pero se puede solucionar aumentando el consumo de frutas y verduras. Los alimentos m¨¢s ricos en vitamina K (100 gramos): espinacas, 483 microgramos; nabo, 368 microgramos; br¨®coli, 176 microgramos; esp¨¢rragos cocidos, 80 microgramos; anacardos tostados, 43 microgramos.
5. Hierro: De este mineral depende la adecuada oxigenaci¨®n del organismo, la formaci¨®n de algunas prote¨ªnas o mantener fuertes el pelo y las u?as, entre otras cosas. Hay que tener especial cuidado en que los ni?os peque?os tomen la suficiente cantidad de hierro en la dieta (8 miligramos diarios), sin desatender las necesidades de los adultos (10 miligramos para los varones adultos y 18 miligramos para las mujeres en edad f¨¦rtil). Estos alimentos ayudan a alcanzar el objetivo diario (indicamos su cantidad de hierro cada 100 gramos): almejas y berberechos, 24 miligramos; pistachos, 7,3 miligramos; lentejas, 7,1 miligramos; morcilla, 6,4 miligramos; espinacas, 4 miligramos; pan integral, 2,5 miligramos; jam¨®n cocido, 1,8 miligramos.
*Pieza realizada para el Movimiento Corazones Contentos, una iniciativa del Instituto Puleva de Nutrici¨®n.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.