_
_
_
_

La victoria del reportaje literario

Dentro de una semana, Svetlana Alexi¨¦vich, de 67 a?os, a mitad de camino entre la literatura y el periodismo, recibir¨¢ el Premio Nobel de Literatura en Estocolmo Pocos escritores han retratado como ella el alma de la Uni¨®n Sovi¨¦tica. Sin embargo, Putin a¨²n no la ha felicitado. Ella no se da por aludida

Pilar Bonet
Svetlana Alexi¨¦vich.
Svetlana Alexi¨¦vich.Isolde Ohlbaum (Laif / Cordon Press)

Oto?o, domingo, Minsk. En una explanada entre la avenida de la Victoria y el r¨ªo Svislach, los agricultores venden manzanas, calabazas y coles en una feria de fin de semana. Al otro lado del r¨ªo aparece el denso bloque de viviendas donde se aloja la escritora Svetlana Alexi¨¦vich siempre que recala en la capital bielorrusa. La ¨²ltima Nobel de Literatura se prepara para la ceremonia de entrega del premio, el pr¨®ximo 10 de diciembre en Estocolmo. Ha pasado gran parte de la jornada con un equipo de la televisi¨®n sueca que cada a?o realiza un exhaustivo programa con los premiados.

Ya ha oscurecido cuando por fin tiene lugar esta conversaci¨®n; un encuentro ¨ªntimo que no ser¨¢ interrumpido por tel¨¦fonos enervantes, la llamada de los diplom¨¢ticos complacientes y la continua cascada de flores. Volvemos a estar en su cocina. Como otras veces. Svetlana, que se ha resfriado durante el rodaje con los periodistas suecos, se echa una chaqueta sobre los hombros y prepara un t¨¦. Pese a mi intento inicial de excluir al presidente de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko, y su colega y l¨ªder ruso, Vlad¨ªmir Putin, de nuestra conversaci¨®n, ambos se terminan asomando a ella: son referentes del paisaje pol¨ªtico y social de la escritora. El primero de ellos, Lukashenko, inicialmente la felicit¨® haciendo gala de su astucia, para despu¨¦s acusarla de haber empa?ado la imagen del pa¨ªs. Svetlana es la madre del ¡°primer Premio Nobel de Bielorrusia¡±, seg¨²n definici¨®n de una funcionaria gubernamental; lo que quiere decir que el premio no es ya tanto de Svetlana Alexi¨¦vich, sino patrimonio y orgullo del Estado bielorruso. ¡°Si opino sobre Lukashenko y Putin no significa que me refiera al pueblo de Bielorrusia y de Rusia, donde hay mucha energ¨ªa creativa, pero las ideas son medievales y retr¨®gradas y [para esos dirigentes] es muy f¨¢cil pulsar el bot¨®n del primitivismo¡±.

Le cuento a la escritora que en la Casa del Libro de Mosc¨² (la librer¨ªa m¨¢s grande y famosa de la ciudad, en la avenida Nueva Arbat), en el lugar m¨¢s privilegiado de la monumental tienda, me encontr¨¦ con la colecci¨®n completa de libros del ministro de Cultura de Rusia, Vlad¨ªmir Medinski, unos tomos de divulgaci¨®n propagand¨ªstica sobre los or¨ªgenes y modelo de Estado ruso que han tenido una tirada de centenares de miles de ejemplares. En la misma librer¨ªa, las obras de mi interlocutora, Svetlana Alexi¨¦vich, la nueva Nobel, ocupaban un lugar discreto, casi como rescatados de un naufragio. Era una imagen impagable de su situaci¨®n actual. No hac¨ªan falta palabras. Ni el presidente ruso, Vlad¨ªmir Putin, ni el ministro-escritor Vlad¨ªmir Medinski le han dado la enhorabuena, aunque Putin s¨ª que tuvo tiempo durante ese mismo intervalo para felicitar a tres representantes de la cultura estatal, uno de ellos armenio, por sus respectivos cumplea?os. ¡°No me afecta mucho. El escritor ruso est¨¢ acostumbrado desde hace tiempo a vivir en la oposici¨®n¡±, sentencia. Luego matiza: ¡°Por otra parte, yo no he dicho ni la mitad de esas tonter¨ªas primitivas que se me atribuyen. Dicen que en San Petersburgo [ciudad natal de Putin y de su grupo de influencia pol¨ªtica] hay una f¨¢brica de trolls encargados de tergiversar las cosas. ?Qu¨¦ se puede oponer a todo eso?¡±. Las reacciones a la concesi¨®n del Nobel a ?Svetlana por parte de otros intelectuales rusos tampoco son muy halagadoras. ¡°Le he dicho a mi hija, Natasha, que me las imprima para leerlas cuando tenga tiempo. Despu¨¦s de todo, son manifestaciones del hombre rojo, el objeto de mis investigaciones¡±, dice refiri¨¦ndose a las personas que se formaron bajo el imperio de la URSS.

Alexi¨¦vich compone sus obras a partir de la memoria oral de sus protagonistas, que ella ordena y organiza como un coro de seres marcados por sus experiencias en la URSS. Su ¨²ltima obra,?El fin del 'Homo sovieticus'?(2013), es la cr¨®nica de los traum¨¢ticos efectos de la desaparici¨®n de aquel imperio. Sin esperar a que le pregunte, Svetla?na se adelanta y menciona un ensayo que dedic¨® a F¨¦lix Dzherzhinski, el fundador de la polic¨ªa pol¨ªtica de la Rusia sovi¨¦tica. Sus detractores esgrimen aquella obra de juventud para demostrar que ella tambi¨¦n fue sovi¨¦tica. Los Dzherzhinski pertenec¨ªan a la peque?a nobleza rural polaca y su hacienda, convertida en museo, est¨¢ cerca de Minsk. Svetlana la visit¨® y qued¨® impresionada por la correspondencia del fundador de la Cheka, ese cuerpo policial represor creado por Dzherzhinski en 1917. Ante m¨ª insiste en que ¡°las cartas de F¨¦lix Dzherzhinski son muy interesantes, porque al leerlas se comprende que la revoluci¨®n de 1917 no la hicieron los bandidos, como algunos hemos imaginado. Dzherzhinski era uno de esos rom¨¢nticos que aspiraban a purificar la humanidad. Tomaron el poder y para mantenerlo y realizar su revoluci¨®n comenzaron a derramar sangre y se transformaron en horrendos verdugos. Fue una tragedia. Entonces yo no lo comprend¨ªa, pero nunca he pretendido ser una disidente desde la cuna. Mi padre era un comunista convencido que nunca entreg¨® su carn¨¦ y yo era un sovok [una partidaria recalcitrante del modelo sovi¨¦tico], como los dem¨¢s, y solo me liber¨¦ de esa condici¨®n en Afganist¨¢n¡±, afirma, recordando el viaje que realiz¨® a aquel pa¨ªs en 1988 cuando el Ej¨¦rcito sovi¨¦tico a¨²n manten¨ªa su ocupaci¨®n militar sobre ¨¦l.

¡°Nos propusieron llevar juguetes a un hospital de Kabul. Era una barraca, un corral, donde se hacinaba la gente, sobre todo mujeres y ni?os. Comenzamos a repartir los juguetes. Yo ten¨ªa un mont¨®n de osos de peluche y le di uno a una mujer que ten¨ªa un hijo. El ni?o, acostado, tom¨® el juguete con los dientes. Cuando yo le pregunt¨¦ torpemente por qu¨¦ lo cog¨ªa as¨ª, la madre, con rabia, apart¨® la s¨¢bana de un tir¨®n y vi que no ten¨ªa ni brazos ni piernas. Sent¨ª que me desvanec¨ªa y ella me espet¨® cruelmente: ¡®Mira lo que han hecho tus sovi¨¦ticos, como hizo Hitler¡±. ¡°A partir de ah¨ª, el camino de mi liberaci¨®n fue muy dif¨ªcil. Nuestra generaci¨®n cre¨ªa en el socialismo de rostro humano¡±.

El escritor ruso est¨¢ acostumbrado hace tiempo a vivir en la oposici¨®n¡±

La cruda experiencia afgana de Svetlana Alexi¨¦vich se convirti¨® en su obra Tsinkovii Malchii (Los chicos de zinc), publicada en 1989 y no traducida hasta ahora al castellano. Se trata de una novela sobre el efecto de aquella guerra ajena en aquellos que volvieron lisiados f¨ªsica o moralmente, y tambi¨¦n en sus familias y las familias de los muertos. Construido tambi¨¦n como un relato coral, el libro fue muy controvertido. Y la ?respuesta no tard¨® en llegar. Un grupo de familiares de veteranos de aquella guerra olvidada la llevaron a los tribunales bajo la acusaci¨®n de tergiversar sus testimonios. Entre los demandantes estaba ¡°la protagonista de una de las mejores historias del libro¡±, explica Svetlana. ¡°Me sorprend¨ª cuando la vi en el juzgado. De pronto me solt¨®: ¡®No necesito tu verdad. Mi hijo era un h¨¦roe y t¨² lo has convertido en un asesino. Me has robado a mi hijo por segunda vez. Antes de que escribieras tu libro ven¨ªan a pedirme sus cosas, sus cuadernos escolares, para el museo. Era un h¨¦roe y t¨² me lo has robado¡±.

A los militares tampoco les gust¨® la obra. El general Bor¨ªs Gr¨®mov, jefe del ej¨¦rcito sovi¨¦tico en Afganist¨¢n, le hab¨ªa pedido a Svetlana que escribiera ¡°un libro tan heroico como mi obra La guerra no tiene rostro de mujer [una obra monumental que recorre la II Guerra Mundial a trav¨¦s de centenares de testimonios de ciudadanos sovi¨¦ticos que la vivieron]. Yo le contest¨¦ que aquella era otra guerra y de pronto vi un brillo de acero en sus ojos¡­¡±. En 1993, los tribunales obligaron al peri¨®dico Komsom¨®lskaya Prav?da a rectificar algunos fragmentos del libro de Alexi¨¦vich sobre Afganist¨¢n que hab¨ªa reproducido en sus distintas ediciones. Se hab¨ªa intentado cerrar la boca de Svetlana, pero aquellos h¨¦roes tr¨¢gicos de Afganist¨¢n hab¨ªan cobrado vida propia al margen de sus modelos originales.

Svetlana naci¨® en Stanislav (hoy Ivano-Frankovsk, una ciudad de 220.000 habitantes en Ucrania Occidental) en 1948. Su padre, un bielorruso que estudiaba Periodismo cuando lo movilizaron para la II Guerra Mundial, acab¨® la contienda en aquella localidad y no fue desmovilizado de inmediato. Trabajaba como t¨¦cnico en un regimiento de aviaci¨®n y, como le gustaba leer, frecuentaba la biblioteca. All¨ª comenz¨® el romance con la bibliotecaria, que era de la regi¨®n ucrania de Vinnitsa, y la relaci¨®n acab¨® en boda y en el nacimiento de Svetlana. La poblaci¨®n local era hostil a los representantes del poder sovi¨¦tico y la ni?a Svetlana estuvo a punto de morir de hambre, dice, cuando ¡°nos robaron todo lo que ten¨ªamos en casa y no pod¨ªamos comprar nada en el mercado. Entonces mi padre salt¨® la valla de un monasterio y logr¨® llegar hasta la priora, a la que le dijo que entend¨ªa que le viera como enemigo, pero que necesitaba salvar a su hija del hambre. La priora, una mujer madura, pens¨® mucho tiempo antes de acceder a su demanda. Prohibi¨® a mi padre que volviera a acercarse al monasterio, pero orden¨® que mi madre pasara cada d¨ªa a recoger medio litro de leche de cabra para m¨ª¡±.

Cuando la ni?a Alexi¨¦vich ten¨ªa cinco a?os la dejaron a cargo de su abuela materna en la regi¨®n de Vinnitsa. Aquella mujer, con la que pas¨® un par de a?os, fue ¡°el ser que m¨¢s he querido en mi vida; una ucrania de pura raza con una bonita trenza, que llevaba siempre una blusa bordada y desprend¨ªa energ¨ªa; una mujer impresionante¡±. Despu¨¦s, la familia se traslad¨® a Bielorrusia, a la regi¨®n de Polesie. El padre trabajaba en la redacci¨®n de un peri¨®dico y lleg¨® a ser considerado para que ocupara un cargo de responsabilidad en el Partido Comunista, hasta que ¡°descubrieron que la hermana de mi madre hab¨ªa vivido en el territorio ocupado, lo que supon¨ªa un gran pecado, y, por si fuera poco, era profesora de alem¨¢n¡±. Esa t¨ªa fue enviada a ¡°excavar en las minas de Donb¨¢s¡± y al padre le dieron a elegir entre su carrera y su esposa. Un amigo comunista le aconsej¨® que se esfumara lo antes posible, y el padre se fue de maestro a un pueblo apartado y solo as¨ª logr¨® salvarse.

Alexi¨¦vich, en 1988 en Kabul, durante la invasi¨®n sovi¨¦tica de Afganist¨¢n.
Alexi¨¦vich, en 1988 en Kabul, durante la invasi¨®n sovi¨¦tica de Afganist¨¢n.Archivo personal de la autora

En el recuerdo de Alexi¨¦vich, el ambiente rural en Ucrania y en Bielorrusia, las dos rep¨²blicas occidentales de la URSS, se diferencia porque en la ¨²ltima ¡°solo hab¨ªa mujeres, ya que todos los hombres hab¨ªan muerto en la guerra¡±. Alexi¨¦vich trabaj¨® como maestra y reportera, ingres¨® despu¨¦s en la Facultad de Periodismo y se incorpor¨® a la redacci¨®n de una revista literaria en Minsk. A sus primeros pasos en la literatura pertenece la obra teatral Mariutka, un intento de retomar una novela sovi¨¦tica sobre la guerra civil entre blancos y rojos escrita por Bor¨ªs Lavreniov, titulada El 41 y publicada en 1924. En ella, la protagonista, la bolchevique Mariutka, mata por razones ideol¨®gicas al blanco del que est¨¢ enamorada. En su secuela dram¨¢tica, Alexi¨¦vich trat¨® de imaginarse a esa bolchevique muchos a?os despu¨¦s, ya mayor, desilusionada ante el materialismo del entorno y atormentada por el remordimiento del gesto que crey¨® una proeza en su momento. La obra estuvo brevemente en la cartelera en el teatro de los j¨®venes espectadores de Minsk. Hoy Alexi¨¦vich se distancia de aquella producci¨®n y asegura que no ha guardado el texto: ¡°No pude lograr la sinton¨ªa global humana a la que llamamos literatura. Fue un experimento. No era serio. Buscaba mi g¨¦nero. Escrib¨ª versos, teatro. Me busqu¨¦ durante mucho tiempo¡±, explica.

Svetlana Alexi¨¦vich parece no dar nunca por acabados sus libros, a los que a?ade nuevos p¨¢rrafos o desmiembra para utilizar esos fragmentos en otras obras, como si fueran seres vivos. ¡°Mis libros viven conmigo y con sus protagonistas. Las mujeres a las que entrevist¨¦ para La guerra no tiene rostro de mujer [concluida en 1983 y publicada en 1985] se resist¨ªan al principio a contar su experiencia porque no la consideraban bastante heroica, pero luego, durante la perestroika, su testimonio circul¨® en millones de ejemplares y la sociedad las convenci¨® de que esa era la guerra que interesaba a las siguientes generaciones. Y a partir de ese momento, aquellas mujeres que hab¨ªan temido perder el respeto de sus hijos por sus recuerdos me llamaban para contarme nuevos detalles que antes no me hab¨ªan relatado¡±. Posteriormente, la escritora incorpor¨® al libro los textos vetados por la censura, sobre sexo, violencia, crueldad y, en definitiva, sobre el precio de la victoria.

Tardo al menos diez a?os en escribir un libro y no soy de las que van, hacen una entrevista y asunto resuelto. El proceso es muy largo, hay que volver sobre el tema muchas veces, como sobre la composici¨®n de un retrato. Mis relatos exigen muchas conversaciones, porque de repente el interlocutor consigue formular sus ideas como no lo hab¨ªa hecho antes. Es un trabajo muy delicado¡±. Cada obra ha tenido su dificultad espec¨ªfica. En La guerra no tiene rostro de mujer se trataba de ¡°encontrar una mirada que no fuera masculina, liberarse de la prisi¨®n del lenguaje ?masculino. Los hombres son rehenes de la cultura de la guerra. Por ejemplo, Putin, con su culto al cuerpo, al ej¨¦rcito y a la flota, esgrime un lenguaje masculino. Pero las mujeres pueden ser implacables¡±. Alexi¨¦vich se refiere a una de sus protagonistas, que tom¨® la decisi¨®n de matar a tres alemanes presos porque comprend¨ªa que sus compa?eras partisanas, m¨¢s j¨®venes que ella, no ser¨ªan capaces de hacerlo. ¡°No se le ocurri¨® liberarlos y lo m¨¢s impresionante es que me lo cont¨® con total tranquilidad. Creo que era una maestra¡±, agrega.

Nunca he pretendido ser disidente desde la cuna. Mi padre era comunista¡±

En Voces de Chern¨®bil (1997), a Alexi¨¦vich le result¨® ¡°muy dif¨ªcil encontrar el ¨¢ngulo¡± adecuado porque el accidente de la central nuclear era algo nuevo y ¡°la gente estaba tan impresionada que se expresaba de un modo distinto¡±. En su ¨²ltima obra, El fin del 'Homo sovieticus', el reto era ¡°encontrar la columna vertebral¡± de aquella fragmentaci¨®n de la URSS, que iba acompa?ada de ¡°una misma atomizaci¨®n personal¡±. Alexi¨¦vich dice haber trabajado entre 12 y 13 a?os en este libro, si se considera que su origen est¨¢ en Fascinados por la muerte (1994), una historia sobre j¨®venes suicidas. Opina la escritora que el fin de la URSS y el derrumbe del sistema socialista ¡°fue una cat¨¢strofe para muchos. No es verdad que fuera un final esperado, ni siquiera por Gorbachov. La gente no estaba preparada. Las ideas comunistas tambi¨¦n atra¨ªan a los mejores, y puedo juzgar por mi padre¡±.

?Conserva Alexi¨¦vich los documentos sobre los que teje su obra? ¡°No los guardo¡±, dice, y explica que tras conservar durante un tiempo las grabaciones de las cintas empleadas en La guerra no tiene nombre de mujer, acab¨® entreg¨¢ndolas al museo del Komsomol (las Juventudes Comunistas) de Minsk, que fue posteriormente desmantelado. ¡°Es una pena, pero de todas maneras creo que las cintas se hubieran echado a perder, porque no interesan a nadie. Nosotros, a diferencia de los alemanes, no tenemos una cultura archiv¨ªstica¡±, dice. En cuanto a los documentos que sirvieron para construir Voces de Chern¨®bil, la escritora dice haber entregado v¨ªdeos y grabaciones a la fundaci¨®n del financiero y fil¨¢ntropo George Soros, ¡°y creo que los conserva en Hungr¨ªa. Durante un tiempo intent¨¦ entregar mis documentos al Museo de la Guerra Patria [la denominaci¨®n sovi¨¦tica de la II Guerra Mundial], pero se negaron a hacerse cargo de ellos porque me ve¨ªan como alguien de la oposici¨®n. Luego, cuando escrib¨ª Los chicos de zinc, la sociedad se dividi¨® en torno a esa obra, unos me aceptaron y otros me demandaron, y no pod¨ªa darle las cintas a nadie, y eran casetes antiguos y se estropeaban¡±.

Alexi¨¦vich reconoce como maestro a Al¨¦s Adam¨®vich, el escritor bielorruso que fue partisano en la II Guerra Mundial y que uso la t¨¦cnica del montaje documental para abordar el bloqueo de Leningrado o la experiencia de la ocupaci¨®n nazi y la resistencia partisana en Bielorrusia.

Antes de la ceremonia de entrega del Nobel, en menos de dos semanas, la escritora deber¨¢ cumplir con una serie de rituales. Tiene que preparar su discurso de aceptaci¨®n, ¡°de 45 minutos¡±, y anda pensando qu¨¦ temas plantear¨¢. ¡°Tengo la idea de que de mis libros se puede extraer odio y tambi¨¦n amor, y yo creo que ha llegado la hora de sacar amor. He tomado unas notas sobre eso, pero tengo que desarrollarlo, demostrarlo de forma sistem¨¢tica¡±, dice, y suspira. ¡°Cuarenta y cinco minutos, 10 folios, un texto enorme, que debe ser filos¨®fico, pero no teor¨ªa pura¡±. Adem¨¢s del aspecto intelectual, el premio tambi¨¦n incluye aspectos m¨¢s prosaicos. Le pregunto si ya ha encargado el traje para la ceremonia. Como si fuera una colegiala prepar¨¢ndose para una fiesta, Alexi¨¦vich dice: ¡°Me lo est¨¢n cosiendo, pero, de acuerdo con el c¨®digo de vestuario establecido, necesito cuatro modelos distintos¡±.

El l¨ªder ruso Vlad¨ªmir Putin y el presidente de Bielorrusia. Ambos han ninguneado el trabajo literario de Svetlana Alexi¨¦vich. De ellos habla en esta entrevista.
El l¨ªder ruso Vlad¨ªmir Putin y el presidente de Bielorrusia. Ambos han ninguneado el trabajo literario de Svetlana Alexi¨¦vich. De ellos habla en esta entrevista.Sasha Mordovets (Getty)

Asegura la autora que su ciclo sobre la ¡°utop¨ªa¡± socialista est¨¢ concluido, con independencia de que el hombre sovi¨¦tico siga vivo, por ejemplo en la violencia que ha aflorado en Donb¨¢s (Ucrania). Actualmente, Alexi¨¦vich trabaja en una obra sobre el amor y otra sobre la vejez, ¡°los dos ejes en torno a los cuales gira la vida¡±. Para El ciervo maravilloso de la eterna caza, su libro sobre el amor, solicit¨® voluntarios an¨®nimos para que relataran sus experiencias, aunque ¡°el amor es una cosa muy ¨ªntima y no es f¨¢cil que la gente se preste a hablar de ello. La idea me surgi¨® hace 10 a?os y llevo mucho tiempo reuniendo material, aunque a¨²n no s¨¦ c¨®mo lo voy a materializar¡±. ¡°Para estos dos nuevos libros tengo que ser otra persona distinta, con otro vocabulario, con otro sistema de sensibilidades, pero la vida, constantemente, me arrastra a las barricadas¡±.

A prop¨®sito del amor, le pregunto si hay en su vida un ¡°ser querido¡±. ¡°Los hubo, pero no ahora¡±, dice, y puntualiza que no se siente sola. ¡°No est¨¢ en mi naturaleza. Tengo a mi hija, mis amigos, la naturaleza, la m¨²sica¡±. Dice que le gustan compositores como el ucranio Valent¨ªn Silv¨¦strov, que ha musicado pel¨ªculas de la directora de cine Kira Mur¨¢tova, y Sof¨ªa Gubaid¨²lina, una compositora de Tatarist¨¢n de tendencia vanguardista y residente en Alemania. Tambi¨¦n le gustan las instalaciones de Marina Abramovic, una artista que le es ¡°muy cercana¡±.

Alexi¨¦vich marca las distancias entre periodismo y literatura. Su obra, dice, ¡°es una concepci¨®n del mundo, un trabajo infernal, no solo para reunir las voces, sino para encontrarles una forma, para convertir este caos humano de voces y sonidos en una sinfon¨ªa. Escucho el texto como m¨²sica¡±.

La ¨²ltima obra de la nueva premio Nobel, El fin del Homo sovieticus, est¨¢ editada por Acantilado. Voces de Chern¨®bil y La guerra est¨¢n editados por Debate.

elpaissemanal@elpais.es

Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo

?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?

Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.

?Por qu¨¦ est¨¢s viendo esto?

Flecha

Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.

En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.

Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 a?os fue corresponsal de EL PA?S en la URSS, Rusia y espacio postsovi¨¦tico.

Archivado En

Recomendaciones EL PA?S
Recomendaciones EL PA?S
Recomendaciones EL PA?S
_
_
seductrice.net
universo-virtual.com
buytrendz.net
thisforall.net
benchpressgains.com
qthzb.com
mindhunter9.com
dwjqp1.com
secure-signup.net
ahaayy.com
tressesindia.com
puresybian.com
krpano-chs.com
cre8workshop.com
hdkino.org
peixun021.com
qz786.com
utahperformingartscenter.org
worldqrmconference.com
shangyuwh.com
eejssdfsdfdfjsd.com
playminecraftfreeonline.com
trekvietnamtour.com
your-business-articles.com
essaywritingservice10.com
hindusamaaj.com
joggingvideo.com
wandercoups.com
wormblaster.net
tongchengchuyange0004.com
internetknowing.com
breachurch.com
peachesnginburlesque.com
dataarchitectoo.com
clientfunnelformula.com
30pps.com
cherylroll.com
ks2252.com
prowp.net
webmanicura.com
sofietsshotel.com
facetorch.com
nylawyerreview.com
apapromotions.com
shareparelli.com
goeaglepointe.com
thegreenmanpubphuket.com
karotorossian.com
publicsensor.com
taiwandefence.com
epcsur.com
southstills.com
tvtv98.com
thewellington-hotel.com
bccaipiao.com
colectoresindustrialesgs.com
shenanddcg.com
capriartfilmfestival.com
replicabreitlingsale.com
thaiamarinnewtoncorner.com
gkmcww.com
mbnkbj.com
andrewbrennandesign.com
cod54.com
luobinzhang.com
faithfirst.net
zjyc28.com
tongchengjinyeyouyue0004.com
nhuan6.com
kftz5k.com
oldgardensflowers.com
lightupthefloor.com
bahamamamas-stjohns.com
ly2818.com
905onthebay.com
fonemenu.com
notanothermovie.com
ukrainehighclassescort.com
meincmagazine.com
av-5858.com
yallerdawg.com
donkeythemovie.com
corporatehospitalitygroup.com
boboyy88.com
miteinander-lernen.com
dannayconsulting.com
officialtomsshoesoutletstore.com
forsale-amoxil-amoxicillin.net
generictadalafil-canada.net
guitarlessonseastlondon.com
lesliesrestaurants.com
mattyno9.com
nri-homeloans.com
rtgvisas-qatar.com
salbutamolventolinonline.net
sportsinjuries.info
wedsna.com
rgkntk.com
bkkmarketplace.com
zxqcwx.com
breakupprogram.com
boxcardc.com
unblockyoutubeindonesia.com
fabulousbookmark.com
beat-the.com
guatemala-sailfishing-vacations-charters.com
magie-marketing.com
kingstonliteracy.com
guitaraffinity.com
eurelookinggoodapparel.com
howtolosecheekfat.net
marioncma.org
oliviadavismusic.com
shantelcampbellrealestate.com
shopleborn13.com
topindiafree.com
v-visitors.net
djjky.com
053hh.com
originbluei.com
baucishotel.com
33kkn.com
intrinsiqresearch.com
mariaescort-kiev.com
mymaguk.com
sponsored4u.com
crimsonclass.com
bataillenavale.com
searchtile.com
ze-stribrnych-struh.com
zenithalhype.com
modalpkv.com
bouisset-lafforgue.com
useupload.com
37r.net
autoankauf-muenster.com
bantinbongda.net
bilgius.com
brabustermagazine.com
indigrow.org
miicrosofts.net
mysmiletravel.com
selinasims.com
spellcubesapp.com
usa-faction.com
hypoallergenicdogsnames.com
dailyupdatez.com
foodphotographyreviews.com
cricutcom-setup.com
chprowebdesign.com
katyrealty-kanepa.com
tasramar.com
bilgipinari.org
four-am.com
indiarepublicday.com
inquick-enbooks.com
iracmpi.com
kakaschoenen.com
lsm99flash.com
nana1255.com
ngen-niagara.com
technwzs.com
virtualonlinecasino1345.com
wallpapertop.net
casino-natali.com
iprofit-internet.com
denochemexicana.com
eventhalfkg.com
medcon-taiwan.com
life-himawari.com
myriamshomes.com
nightmarevue.com
healthandfitnesslives.com
androidnews-jp.com
allstarsru.com
bestofthebuckeyestate.com
bestofthefirststate.com
bestwireless7.com
britsmile.com
declarationintermittent.com
findhereall.com
jingyou888.com
lsm99deal.com
lsm99galaxy.com
moozatech.com
nuagh.com
patliyo.com
philomenamagikz.net
rckouba.net
saturnunipessoallda.com
tallahasseefrolics.com
thematurehardcore.net
totalenvironment-inthatquietearth.com
velislavakaymakanova.com
vermontenergetic.com
kakakpintar.com
begorgeouslady.com
1800birks4u.com
2wheelstogo.com
6strip4you.com
bigdata-world.net
emailandco.net
gacapal.com
jharpost.com
krishnaastro.com
lsm99credit.com
mascalzonicampani.com
sitemapxml.org
thecityslums.net
topagh.com
flairnetwebdesign.com
rajasthancarservices.com
bangkaeair.com
beneventocoupon.com
noternet.org
oqtive.com
smilebrightrx.com
decollage-etiquette.com
1millionbestdownloads.com
7658.info
bidbass.com
devlopworldtech.com
digitalmarketingrajkot.com
fluginfo.net
naqlafshk.com
passion-decouverte.com
playsirius.com
spacceleratorintl.com
stikyballs.com
top10way.com
yokidsyogurt.com
zszyhl.com
16firthcrescent.com
abogadolaboralistamd.com
apk2wap.com
aromacremeria.com
banparacard.com
bosmanraws.com
businessproviderblog.com
caltonosa.com
calvaryrevivalchurch.org
chastenedsoulwithabrokenheart.com
cheminotsgardcevennes.com
cooksspot.com
cqxzpt.com
deesywig.com
deltacartoonmaps.com
despixelsetdeshommes.com
duocoracaobrasileiro.com
fareshopbd.com
goodpainspills.com
hemendekor.com
kobisitecdn.com
makaigoods.com
mgs1454.com
piccadillyresidences.com
radiolaondafresca.com
rubendorf.com
searchengineimprov.com
sellmyhrvahome.com
shugahouseessentials.com
sonihullquad.com
subtractkilos.com
valeriekelmansky.com
vipasdigitalmarketing.com
voolivrerj.com
zeelonggroup.com
1015southrockhill.com
10x10b.com
111-online-casinos.com
191cb.com
3665arpentunitd.com
aitesonics.com
bag-shokunin.com
brightotech.com
communication-digitale-services.com
covoakland.org
dariaprimapack.com
freefortniteaccountss.com
gatebizglobal.com
global1entertainmentnews.com
greatytene.com
hiroshiwakita.com
iktodaypk.com
jahatsakong.com
meadowbrookgolfgroup.com
newsbharati.net
platinumstudiosdesign.com
slotxogamesplay.com
strikestaruk.com
trucosdefortnite.com
ufabetrune.com
weddedtowhitmore.com
12940brycecanyonunitb.com
1311dietrichoaks.com
2monarchtraceunit303.com
601legendhill.com
850elaine.com
adieusolasomade.com
andora-ke.com
bestslotxogames.com
cannagomcallen.com
endlesslyhot.com
iestpjva.com
ouqprint.com
pwmaplefest.com
qtylmr.com
rb88betting.com
buscadogues.com
1007macfm.com
born-wild.com
growthinvests.com
promocode-casino.com
proyectogalgoargentina.com
wbthompson-art.com
whitemountainwheels.com
7thavehvl.com
developmethis.com
funkydogbowties.com
travelodgegrandjunction.com
gao-town.com
globalmarketsuite.com
blogshippo.com
hdbka.com
proboards67.com
outletonline-michaelkors.com
kalkis-research.com
thuthuatit.net
buckcash.com
hollistercanada.com
docterror.com
asadart.com
vmayke.org
erwincomputers.com
dirimart.org
okkii.com
loteriasdecehegin.com
mountanalog.com
healingtaobritain.com
ttxmonitor.com
nwordpress.com
11bolabonanza.com