Haz el comercio y no la guerra
Las guerras entre pa¨ªses se han reducido en un 90% desde el siglo XIX coincidiendo con la multiplicaci¨®n de los intercambios comerciales
El pionero de la ciencia militar moderna, Carl von Clausewitz escribi¨®: La guerra es la continuaci¨®n de la pol¨ªtica por otros medios. Por su parte, el comunista Lenin sostuvo que la I Guerra Mundial era la consecuencia l¨®gica del imperialismo. Los datos parecen apoyar tanto al militar prusiano como al revolucionario ruso. Un an¨¢lisis de las guerras desatadas desde principios del siglo XIX muestra que a m¨¢s relaciones comerciales, menor probabilidad de que haya un conflicto armado.
Economistas de la Universidad de Stanford (EE UU) han encontrado una correlaci¨®n negativa muy sugerente entre comercio y guerra. Aunque la historia de los humanos est¨¢ jalonada de guerras, muchas de ellas con la conquista y el expolio como principales argumentos, en la era moderna, el aumento de las relaciones comerciales ha ido parejo con una marcada disminuci¨®n de los conflictos b¨¦licos. Es como si al dar menos beneficios que la paz, la guerra fuera antiecon¨®mica.
Los datos recopilados por estos investigadores y publicados por la revista PNAS muestran que, desde 1820, las guerras entre dos o m¨¢s pa¨ªses se han reducido en un 90%. El descenso es particularmente significativo desde 1950. Usando datos del proyecto Correlates of War, que tiene registrados todos los conflictos entre al menos dos pa¨ªses con un m¨ªnimo de 1.000 bajas, el estudio muestra que, el promedio de guerras entre un determinado par de pa¨ªses al a?o ha pasado de un 0,00059 entre 1820 y 1949 al ¨ªnfimo 0,00006 desde 1950, casi la d¨¦cima parte.
Mientras el comercio mundial supone ahora el 25% del PIB, las guerras se han reducido en un 90%
En paralelo, las redes del comercio internacional no han dejado de subir. Dos son los periodos m¨¢s destacados. Entre 1870 y 1913, antesala de la I Guerra Mundial, las exportaciones expresadas en porcentaje del Producto Interior Bruto (PIB) pasaron de representar apenas un 5% a casi un 12%. El otro periodo de crecimiento explosivo es el que se inicia tras la II Guerra Mundial. Si en 1950, el comercio internacional supon¨ªa el 7%, en 2012 alcanz¨® la cuarta parta del PIB.
"La teor¨ªa predice que el comercio es una buena medicina preventiva", dice el economista de Stanford y coautor del estudio, Matthew Jackson. Y pone un ejemplo clarificador. Desde los tiempos de Napole¨®n, Francia y Alemania (y antes de ella Prusia) se pasaron todo el siglo XIX y la mitad del XX de guerra en guerra. "Seg¨²n el Observatorio de Complejidad Econ¨®mica, Francia es ahora el s¨¦ptimo mayor exportador del mundo y Alemania es su principal socio comercial, con alrededor de 80.000 millones de euros, m¨¢s del doble de su comercio con EE UU", recuerda?Jackson. Para el economista estadounidense, "los datos muestran una fuerte correlaci¨®n, pero es complicado establecer causalidad ya que el mundo est¨¢ en constante cambio y es incontrolable".
La elecci¨®n de la fecha, 1950, como punto de inflexi¨®n no es aleatoria, viene marcada por los datos. Es despu¨¦s de la II Guerra Mundial, cuando el n¨²mero de guerras entre estados se reduce con m¨¢s fuerza. Tambi¨¦n es el inicio de una ¨¦poca de bonanza para el comercio internacional, aunque no fue la primera. A finales del siglo XIX y hasta 1913, los intercambios comerciales mundiales tambi¨¦n estaban al alza y, sin embargo, eso no evit¨® las dos guerras mundiales y decenas de conflictos m¨¢s localizados, como la guerra de los Boers o la guerra ruso-japonesa de 1905.
La diferencia podr¨ªa estar en el tipo de comercio dominante entonces y despu¨¦s de 1950. En el primer caso, la mayor parte del comercio estaba dominado por unos pocos pa¨ªses y buena parte de los intercambios comerciales eran entre las colonias y su metr¨®poli. Sin embargo, tras la II Guerra Mundial, el comercio pierde esa jerarqu¨ªa, se universaliza y forma complejas redes de intercambio mundial. Por ejemplo, el n¨²mero de pa¨ªses que son socios comerciales entre s¨ª se multiplica por 10 entre 1870 y 1973.
Sin embargo, tambi¨¦n despu¨¦s de 1950 proliferaron las armas nucleares y, con ellas su poder de disuasi¨®n. Otra posible explicaci¨®n del descenso de las guerras podr¨ªa ser el posible factor apaciguador de la democracia. Su extensi¨®n por m¨¢s pa¨ªses podr¨ªa haber reducido los conflictos armados. Sin embargo, varios de los conflictos m¨¢s recientes, como algunos de los sucedidos en las rep¨²blicas ex sovi¨¦ticas han germinado en reg¨ªmenes democr¨¢ticos. Para los autores, m¨¢s que el r¨¦gimen pol¨ªtico, importar¨ªa el grado de desarrollo.
"Las armas nucleares pueden elevar el coste de la guerra tanto que puede disuadir a dos potencias nucleares de una guerra directa, sin importar el comercio", reconoce el economista estadounidense. "Sin embargo, dado que solo unos pocos pa¨ªses tienen capacidad nuclear, esto no puede explicar, por s¨ª solo el descenso de las guerras. Por ejemplo, sin intercambio comercial alguno y con las armas nucleares en manos de unos pocos, nada impedir¨ªa que los grandes fueran a por los m¨¢s peque?os indefensos, como, de hecho, sucedi¨® con el colonialismo durante siglos".
El comercio es una buena medicina preventiva" Matthew O. Jackson, economista de la Universidad de Stanford
Al final, la guerra, con toda su irracionalidad, se reduce a un c¨¢lculo racional de costes y beneficios. Ah¨ª es donde la frase de von Clausewitz e incluso la visi¨®n de Lenin cobran su verdadero sentido. Como dice Jackson: "De hecho, von Clausewitz fue uno de los primeros en proponer una visi¨®n racionalista de la guerra, llegando a afirmar que se podr¨ªan usar principios empresariales como el de la maximizaci¨®n de los beneficios para comprender las acciones de los protagonistas de una guerra. La idea que subyace es que el imperialismo econ¨®mico y el pol¨ªtico tienen que ver con una potencial ganancia o redistribuci¨®n econ¨®mica, lo que ofrece el motivo para la guerra. As¨ª que, un intenso comercio ya ofrece gran parte de esa redistribuci¨®n o ganancia econ¨®mica y, por lo tanto, erradica la necesidad del imperialismo econ¨®mico y mitiga el pol¨ªtico".
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