La mejora en el desarrollo humano se frena

Las grandes cifras impresionan: en los ¨²ltimos 25 a?os hasta 2.000 millones de personas han dejado vivir en unos niveles de desarrollo que Naciones Unidas considera bajos, sobre todo porque 19 pa¨ªses ¡ªcomo Congo, Ghana o Namibia¡ª han dejado esa oscura zona. Pero cuando se acerca la lupa a los detalles, la correlaci¨®n entre progreso econ¨®mico y mejora social empieza a flaquear y las mejoras han perdido fuelle en los ¨²ltimos a?os.

Estas son algunas de las principales del ¨²ltimo Informe de Desarrollo Humano, el correspondiente a 2015, que el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) ha presentado este lunes en Addis Abeba. ¡°Vivimos en un mundo desigual, con vencedores y perdedores¡±, advirti¨® Selim Jahan, autor del estudio, en un encuentro con la prensa y puso como ejemplo algunos datos: en el mundo a¨²n mueren en el partido 33 mujeres cada hora y m¨¢s de 800 millones de ciudadanos viven en la pobreza, es decir, con menos de dos d¨®lares al d¨ªa, pese a que tienen un trabajo.

La ¡°vulnerabilidad¡± del empleo es uno de los riesgos sociales que el informe del PNUD destaca especialmente este a?o, ya que el crecimiento del producto interior bruto (PIB) no tiene una traducci¨®n inmediata ni perfecta en mayor bienestar.

Es uno de los motivos por los que la mejora del ?ndice de Desarrollo Humano (IDH) -que Naciones Unidos elabora sobre las variables de la esperanza de la vida y la salud, la formaci¨®n y el nivel de vida- se ha frenado para los pa¨ªses en desarrollo: si mejor¨® un 1,2% anual entre 2000 y 2010, tan solo avanz¨® un 0,75% de media en los cuatro a?os siguientes, hasta 2014.

Los pa¨ªses que mayor ca¨ªda han sufrido respecto a 2014 son Libia y Siria, con ca¨ªda de 27 y 15 puestos respectivamente, ambos v¨ªctimas de conflictos armados, mientras que las cosas siguen tranquilas en la c¨²spide de pa¨ªses m¨¢s desarrollados: Noruega, Australia, Suiza, Dinamarca y Pa¨ªses Bajos, sin variaciones respecto al a?o anterior. Espa?a, por su parte, ocupa el puesto 26 en la clasificaci¨®n, por debajo de Eslovenia y por encima de Italia, ya que ha subido dos posiciones en el periodo 2009-2014, seg¨²n el ranking del PNUD.

Tecnolog¨ªa como motor de la desigualdad

Los pa¨ªses m¨¢s ricos no son ajenos a una transformaci¨®n del mercado de trabajo sobre el que Naciones Unidas ve muchos riesgos, ya que la globalizaci¨®n y el boom digital est¨¢n provocando una mayor desigualdad econ¨®mica. Jahan apunt¨® que ¡°el mundo da ahora grandes oportunidades a los m¨¢s cualificados, pero muy pocos a los que lo est¨¢n menos¡±.

Seg¨²n los datos recogidos en el informe, hoy hay 7.000 millones de abonados a la telefon¨ªa m¨®vil y 3.200 millones con acceso a Internet, lo que ha hecho posible cambios como el impulso del comercio electr¨®nico o la externalizaci¨®n de algunos servicios, como los bancarios o los relacionados con la comunicaci¨®n. Un gran n¨²mero de trabajadores no se est¨¢n beneficiando de estos progresos, ya que, como coment¨® el autor del informe, "los flujos de productividad no est¨¢n yendo a mejroar los salarios".

Apple, por ejemplo, cuenta con 63.000 empelados, seg¨²n el informe, cuando hay m¨¢s de 750.000 personas en el mundo que dise?an, venden o fabrican sus productos.

Adem¨¢s, no son solo los empelados con menor cualificaci¨®n los m¨¢s vulnerables al cambio, ya que cierto sectores como los servicios siguen necesitando mano de obra para las labores m¨¢s rudimentarias, especialmente en los pa¨ªses menos desarrollados, sino que hay una gran destrucci¨®n de aquellos con puestos propios de una formaci¨®n media s¨ª son m¨¢s f¨¢ciles de sustituir por m¨¢quinas. En este sentido, la ONU apuesta por adaptar la formaci¨®n a los nuevas necesidades del mercado de trabajo e insta a las autoridades a adoptar medidas para evitar situaciones de riesgo, como las de las personas sin contrato. Seg¨²n datos de la OIT citados por e PNUD, el 61% de las personas empleadas en el mundo trabajan sin contrato.

La ONU alerta tambi¨¦n sobre los desequilibrios entre mujeres y hombres, no solo por las diferencias salariales entre ambos sexos (con menos ganancias para las profesionales), sino porque las mujeres realizan tres de cada cuatro de horas de trabajo no remunerado (como el ciudadano de personas).