Mi mascota bi¨®nica
Si ya es dif¨ªcil reponer la p¨¦rdida de una sola pierna, ?c¨®mo lo ser¨¢ en el caso de tres o cuatro? As¨ª es el mundo de las pr¨®tesis para animales
Tras finalizar sus estudios como t¨¦cnico ortoprot¨¦sico, Martin Kaufmann comenz¨® a trabajar "con humanos" en diferentes cl¨ªnicas del medio oeste americano. Pero no fue hasta que el perro de su primo sufri¨® un derrame, y la subsecuente p¨¦rdida de movilidad de una de sus patas, cuando cay¨® en la cuenta de lo limitadas que eran las opciones para curar una lesi¨®n que ¨¦l estaba harto de tratar en humanos.
"Me sorprendi¨® escuchar a los veterinarios considerar la amputaci¨®n completa del miembro", cuenta Kaufmann. "Fue aquello lo que me llev¨® a hacer la pregunta m¨¢s obvia: ?por qu¨¦ no disfrutan nuestros cuadr¨²pedos favoritos del mismo acceso a pr¨®tesis?"
?Por qu¨¦ no disfrutan nuestros cuadr¨²pedos favoritos del mismo acceso a pr¨®tesis?"
Las pr¨®tesis humanas son algo habitual desde hace siglos, pero hasta hace nada las ¨²nicas opciones disponibles para animales con p¨¦rdida total o parcial de sus extremidades eran la eutanasia o la amputaci¨®n completa. Kaufmann pudo comprobar que la mayor¨ªa de veterinarios ni siquiera consideraba las pr¨®tesis como opci¨®n; sencillamente, aquello no formaba parte de bagaje educativo.
¡°Al contrario que en el caso de cirujanos y m¨¦dicos, aquello no formaba parte de ning¨²n m¨®dulo formativo,¡± asegura. ¡°Nadie hab¨ªa publicado ning¨²n estudio explicando que los perros pudieran utilizar pr¨®tesis¡±.
Esta falta de datos es un problema. Hay muy pocos investigadores dedicados a las pr¨®tesis animales y no los suficientes estudios publicados como para asegurar que los animales podr¨ªan, o en seg¨²n qu¨¦ casos, beneficiarse del uso de una pr¨®tesis. Ni siquiera para afirmar con seguridad que las pr¨®tesis no les provocar¨ªan ning¨²n da?o.
Uno de los principales puntos de debate est¨¢ en aclarar, de una vez por todas, si una pr¨®tesis entorpece o ayuda a aquellos animales que han perdido una ¨²nica pata. Un perro con tres patas, cuando juega en el parque, puede muy bien aparentar ser feliz ¨C lo que no significa que no est¨¦ afrontando un reto, dice Kaufmann. "S¨®lo la resistencia cardiovascular necesaria para llevar a cabo las actividades m¨¢s sencillas o triviales ya es enorme", por no hablar de la posibilidad de provocar nuevas lesiones.
¡°M¨¢s apropiados para el uso de pr¨®tesis ser¨¢n aquellos animales con dos extremidades da?adas, porque a los cuadr¨²pedos no se les da nada bien caminar a dos patas¡±, afirma Denis Marcellin-Little, profesor de cirug¨ªa ortop¨¦dica en la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad Estatal de Carolina del Norte. ¡°Con tres, el asunto es todav¨ªa m¨¢s debatible; algunos lo llevan mucho peor que otros¡±.
No se le puede preguntar a un perro su opini¨®n acerca de los ¨²ltimos ajustes... Todas las decisiones estar¨¢n basadas en la evaluaci¨®n cl¨ªnica y los datos"
Incluso con pr¨®tesis, todav¨ªa queda el reto de conseguir que el animal se acostumbre a su uso. ¡°Uno de principales factores de fracaso con las pr¨®tesis para mascotas aparece cuando [el animal] no consigue explicarse qu¨¦ es esa cosa que tiene ah¨ª pegada¡±, asegura Marcellin-Little.
Los problemas de comunicaci¨®n son el pan de cada d¨ªa de cualquier t¨¦cnico prot¨¦sico, sobre todo si el dispositivo resulta inc¨®modo o inestable. "No se le puede pedir a un ni?o de tres a?os que te ofrezca sus impresiones acerca del montaje y funcionamiento de una pr¨®tesis", afirma Kaufmann, "[y] no se le puede preguntar a un perro su opini¨®n acerca de los ¨²ltimos ajustes... Todas las decisiones estar¨¢n basadas en la evaluaci¨®n cl¨ªnica y los datos".
La enorme diversidad de tama?os y anatom¨ªas entre los diferentes animales constituye otro reto m¨¢s: tener que memorizar todo un nuevo conjunto de conceptos musculoesquel¨¦ticos resulta, cuando menos, problem¨¢tico. Kaufmann se pregunta: "?C¨®mo vas a ser capaz de darle al paciente la calidad de vida que merece, cuando tienes que aprender cosas como, ¡®vamos a ver... ?c¨®mo funciona esta cig¨¹e?a? ?Qu¨¦ es normal para una cig¨¹e?a?¡¯". Tambi¨¦n existen importantes diferencias fisiol¨®gicas a tener en cuenta. Por ejemplo, en Tailandia, en el 2007, un elefante fue equipado con una pata prot¨¦sica tras haber pisado una mina en su infancia. "Los elefantes sudan por las extremidades para regular su temperatura, como la mayor¨ªa de animales, as¨ª que el uso de una pr¨®tesis puede interferir con su gesti¨®n t¨¦rmica. En el caso del elefante, esto hizo que batiese sus orejas con mayor frecuencia, para compensar".
Hace 12 a?os que Kaufmann y su esposa Amy abrieron Orthopets, una empresa dedicada a la fabricaci¨®n de pr¨®tesis y ¨®rtesis veterinarias (las pr¨®tesis reemplazan las partes perdidas de un cuerpo, mientras que las ¨®rtesis protegen o sirven de apoyo a los miembros lesionados). Con los perros grandes es m¨¢s f¨¢cil, nos cuenta ¨C tienen aproximadamente el tama?o de un hijo preadolescente - pero la mayor¨ªa de los pacientes caninos de Kaufmann abultan menos que un beb¨¦ de dos meses. "Terminas intentando colocarle una pr¨®tesis a un perro de kilo que da vueltas a tu alrededor como un demente".
Mientras tanto, nuevos casos de pr¨®tesis animales aparecen cada vez con m¨¢s frecuencia en los medios. S¨®lo en los ¨²ltimos a?os hemos tenido al pato Dudley, con una pata impresa en 3D; Beauty, un ¨¢guila calva de Alaska con el pico prot¨¦sico; y Smaug, un drag¨®n de Komodo equipado con una ¨®rtesis que le impide caminar con el empeine del pie. Marcellin-Little le coloc¨®, recientemente, un cors¨¦ ortop¨¦dico a una tortuga marina que ten¨ªa una aleta da?ada. De esta forma pod¨ªa mantener la extremidad estable durante el proceso de curaci¨®n.
No faltan desaf¨ªos: "?Qu¨¦ soluci¨®n puedes ofrecerle a un perro que, tras perder parte de cada una de sus patas, camina, b¨¢sicamente, en picado?¡±, pregunta Kaufmann. "[Es] incre¨ªblemente complejo¡±. Sin embargo, afrontar estos desaf¨ªos podr¨ªa revelar o perfeccionar t¨¦cnicas que m¨¢s tarde sean ¨²tiles tanto para animales como para seres humanos - como los implantes prot¨¦sicos, donde una pr¨®tesis se fija mediante una varilla insertada directamente en el hueso. "Con los animales podemos profundizar mucho m¨¢s de lo que ser¨ªamos capaces ¨C o se nos permite hacer - con seres humanos", asegura Kaufmann. Si esta t¨¦cnica llegara a perfeccionarse podr¨ªa significar la superaci¨®n pr¨¢ctica de los problemas de suspensi¨®n en las pr¨®tesis tradicionales.
Este art¨ªculo se public¨® por primera vez en Mosaic y se publica de nuevo aqu¨ª con una licencia de Creative Commons.
Autor: Jocelyn Timperley
Editor: Mun-Keat Looi
Corrector de estilo: Kirsty Strawbridge
Fotograf¨ªa: ?Orthopets
Traductor: Diego Zaitegui
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