El regalo perfecto existe (y no es un billete de 500 euros)
Lo que dice la ciencia sobre el arte de obsequiar. Un adelanto: el dinero decepciona
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Los humanos somos seres sociales por naturaleza y, salvo raras excepciones, disfrutamos regalando, especialmente a las personas con las que mantenemos una vinculaci¨®n afectiva. ?Por qu¨¦? ¡°Porque nos contagiamos de la alegr¨ªa que causamos al otro¡±, explica Elo¨ªsa Zaera Casado, psic¨®loga de la Asociaci¨®n La Violeta, en Madrid, dedicada a mejorar las relaciones humanas. ¡°Y porque regalar contribuye a crear armon¨ªa y bienestar a nuestro alrededor, lo que nos ayuda a ser m¨¢s felices¡±, a?ade C¨¦sar Augusto Garc¨ªa Beceiro, miembro de la Asociaci¨®n Nacional de Psic¨®logos, con consulta en Red Integra Psic¨®logos, en Madrid. Ahora bien, el acto de regalar no consiste solo en comprar un obsequio, entregarlo y se acab¨®: ojal¨¢ fuera tan sencillo. Se complica porque queremos acertar, sorprender para bien, y como en el mundo existen tantos gustos como personas y lo que a una le parece maravilloso a otra le espanta, nuestras mejores intenciones no siempre bastan. Veamos qu¨¦ recomiendan los expertos para acertar con los regalos de familiares y amigos, tanto en Navidad como en otras ocasiones.
No tener miedo a ofrecer justo con lo que han pedido
Tener a mano la lista de lo que m¨¢s ilusi¨®n hace a nuestros allegados facilita mucho las cosas. Y son obsequios especialmente valorados. As¨ª lo demuestra un estudio realizado por Francesca Gino, profesora de Administraci¨®n de Empresas de la Harvard Business School (EE UU), publicado en el Journal of Experimental Social Psychology en 2011. El motivo radica en que el agasajado siente que han pensado en ¨¦l y se han esforzado para hacer realidad sus deseos. No importa que no haya sorpresa.
Ponernos en el lugar del otro
?Demostrado! Los malos regalos tambi¨¦n dejan buen recuerdo
Ya en el siglo XIV, el te¨®logo alem¨¢n Thomas De Kempis defend¨ªa la idea de que: "No importa tanto el don del amante, sino el amor que da"; es decir, que el sentimiento es lo que cuenta a la hora de regalar. Y as¨ª contin¨²an afirm¨¢ndolo intelectuales de nuestros d¨ªas, como Nicholas Epley, profesor de Ciencia del Comportamiento en la Universidad de Chicago (EE UU), cuyo estudio sobre las reacciones ante los presentes se public¨® en Journal of Experimental Psychology en 2012. Para llevar a cabo su investigaci¨®n pidi¨® a los participantes que recordaran los buenos y los malos regalos que hab¨ªan recibido a lo largo de su vida. Curiosamente, los beneficiarios enumeraban muy de pasada los obsequios que m¨¢s les hab¨ªan gustado y dedicaban mucho m¨¢s tiempo a citar los regalos que les hab¨ªan parecido un horror, incidiendo en que lo realmente importante fue la buena intenci¨®n con la que se los hicieron sus seres queridos. Es un gran consuelo que sea as¨ª, desde luego¡
¡°Colocarnos a nosotros mismos en un plano secundario para dar prioridad al gusto y/o las apetencias de la persona a la que queremos obsequiar nos ayuda a ser m¨¢s certeros a la hora de elegir su regalo y evita que caigamos en el error de comprar lo que a nosotros nos gustar¨ªa que nos regalaran¡±, afirma la psic¨®loga Elo¨ªsa Zaera Casado.
Dedicarle tiempo
¡°Si pensamos en las necesidades, estilo, man¨ªa y hobbies del otro con tranquilidad, seguro que encontramos algo que puede hacerle ilusi¨®n. Adem¨¢s, as¨ª evitamos los nervios por las prisas de ¨²ltima hora, algo que puede enturbiar el placer de buscar un obsequio para alguien querido¡±, prosigue la psic¨®loga experta en relaciones personales.
Optar por un regalo hecho por nosotros mismos
No hay mejor regalo que el que va m¨¢s all¨¢ del objeto en s¨ª, el que env¨ªa el mensaje de me importas, te quiero. ¡°Por eso, un regalo elaborado por uno mismo siempre es un acierto. ?Qu¨¦ regala un ni?o a sus progenitores en el d¨ªa del padre y de la madre? Una manualidad realizada por ¨¦l, algo que materialmente no vale nada, pero que emocionalmente transmite cari?o, agradecimiento, amor... ?Y a sus padres siempre les parece una obra maravillosa!¡±, dice C¨¦sar A. Garc¨ªa Beceiro.
Ampliar el concepto
Efectivamente, un presente no ha de ser siempre una prenda de ropa, un adorno, un aparato tecnol¨®gico¡ ¡°Sacar entradas para un espect¨¢culo, comprar los billetes para un viaje, regalar un paquete de masajes¡ Es un tipo de obsequios que hay que tener muy en cuenta porque no desagradan a nadie¡±, sugiere Elo¨ªsa Zaera.
Perder el miedo a repetirse
De primeras, nadie se plantea la posibilidad de comprar un mismo objeto por quintuplicado para repartirlo entre la gente a la que quiere regalar, pero seg¨²n las conclusiones de un estudio realizado por Mary Steffel, profesora de m¨¢rketing de la Universidad Northeastern (Boston), publicado en Social Science Resarch Network en 2014, es una t¨¢ctica que funciona. Y muy bien. ?La raz¨®n? Hay ¨¦pocas, como la Navidad, en las que tenemos que agasajar a mucha gente y dedicar tiempo a buscar un regalo individual y personalizado para cada una de esas personas nos lleva a mimar mucho el presente de las dos o tres primeras y a descuidar el de las dem¨¢s, cosa que no ocurre si ponemos todo nuestro empe?o en encontrar un ¨²nico obsequio que pueda agradarlas a todas. ¡°Recibir el mismo regalo que otras personas puede fortalecer el v¨ªnculo entre ellas, siempre y cuando el obsequio indique que hay algo potente que las une¡±, apostilla C¨¦sar A. Garc¨ªa Beceiro. ¡°?Qu¨¦ bueno ser¨ªa, por ejemplo, que todos los compa?eros de un grupo de viajes recibieran un ¨¢lbum de fotos con los momentos m¨¢s entra?ables que han compartido!¡±, prosigue.
No caer en la extravagancia
¡°A todos nos gusta ser originales, pero lo cierto es que la mayor¨ªa de la gente prefiere recibir regalos sencillos y f¨¢ciles de utilizar, en lugar de obsequios sofisticados¡±, afirma Ernest Baskin, estudiante de doctorado en la Escuela de Administraci¨®n de Yale (EE UU). Sus conclusiones son fruto de una curiosa investigaci¨®n que realiz¨® y que fue publicada en Journal of Consumer Research en 2014. Consisti¨® en pedir a un primer grupo de participantes que imaginaran la compra de un software de edici¨®n de fotos para un ser querido; y a un segundo grupo, que se figuraran que lo recib¨ªan como regalo. Dada la posibilidad de elegir entre un software de mejor calidad pero m¨¢s dif¨ªcil de utilizar y un software de peor calidad pero m¨¢s sencillo de dominar, los donantes del regalo eligieron el software m¨¢s sofisticado, mientras que los receptores prefirieron el modelo que menos quebraderos de cabeza iba a causarles a la hora de manejarlo.
Encontrar el t¨¦rmino medio
Es posible que a veces, al hacer un obsequio, pequemos de moderados, pero tambi¨¦n que en nuestro intento de agradar al otro le hagamos un regalo desproporcionado. ¡°Y tan malo es quedarse corto como pasarse¡±, afirma C¨¦sar A. Garc¨ªa Beceiro. ¡°Lo ideal para que la persona obsequiada se sienta c¨®moda al abrir su regalo es que este sea proporcional al v¨ªnculo que mantenemos con ella. Si le regalamos poco puede sentirse decepcionada y no muy querida, mientras que si nos pasamos con el obsequio puede sentirse inc¨®moda y abrumada¡±.
Descartar el dinero
Si son los abuelos quienes dan un billetito al nieto para que se compre lo que quiera, vale. ¡°Pero si el dinero procede de los padres, el ni?o puede vivirlo mal y sentir que no es lo suficientemente importante para ellos y que por eso no han podido dedicar tiempo a sus regalos. E igual pasa si el dinero procede de la pareja, pues podr¨ªa interpretarse como una se?al de falta de inter¨¦s y dedicaci¨®n¡±, afirma Elo¨ªsa Zaera.
Cuidar la presentaci¨®n tanto como el interior
?Se imagina un regalo maravilloso envuelto en una bolsa de basura? ?A que perder¨ªa gran parte de su encanto? Esto ocurre porque cuando regalamos algo no solo importa el presente en s¨ª, sino tambi¨¦n su envoltorio. Para convertir ese obsequio en algo mucho m¨¢s especial puede seguir esta gu¨ªa pr¨¢ctica. Y si lo que prefiere es rapidez, aprenda la prodigiosa t¨¦cnica japonesa para envolver d¨¢divas en menos de diez segundos.
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