?Cu¨¢nto alcohol puedo beber esta Navidad?
Las copas nos alegran y relajan, hasta que llegan a las c¨¦lulas del cerebro y provocan sus conocidos efectos. ?Son las fiestas una excusa para dejar de contar?
La quedada con los amigos del instituto, los de la Universidad y los del barrio; la cena de empresa y la sobremesa con los compa?eros del ¨²ltimo d¨ªa laborable; Nochebuena y Nochevieja; el d¨ªa de la loter¨ªa. La recta final del a?o es una sucesi¨®n de celebraciones en las que el alcohol est¨¢ omnipresente. Tal vez usted pueda mantener el tipo, ?pero c¨®mo responden sus neuronas ante los excesos et¨ªlicos?
Los primeros efectos del consumo de alcohol comienzan a sentirse pasada media hora de la ingesta. Al principio, produce alegr¨ªa y relajaci¨®n, pero si se sigue bebiendo, las sensaciones agradables se transforman en visi¨®n borrosa y problemas de coordinaci¨®n, acompa?ados de dificultad para hablar claramente y disminuci¨®n de la capacidad para reaccionar. Las copas han conseguido llegar a las c¨¦lulas del cerebro (neuronas).
?Por qu¨¦ el alcohol es capaz de lograr que gente inteligente haga estupideces cuando est¨¢ bebida? Seg¨²n un estudio publicado en Journal of Abnormal Psychology, el alcohol embota la se?al del cerebro que advierte a las personas de que est¨¢n cometiendo un error. ¡°Cuando la gente no hace lo correcto, la parte del cerebro que controla la conducta env¨ªa una se?al de alarma al resto del cerebro. Pero el alcohol no solo reduce esa se?al, sino que adem¨¢s conduce al individuo a que le importe menos cometer esos errores¡±, explica el director del estudio, Bruce Bartholow, profesor de Psicolog¨ªa de la Universidad de Missouri.
Beber r¨¢pido es m¨¢s da?ino que tomar lo mismo
pero m¨¢s despacio
Los efectos de las borracheras son bastante predecibles, tanto que se pueden ir adelantando a medida que se bebe: con dos copas de vino, se alteran los movimientos y el humor; con cinco, falla la coordinaci¨®n; pero si se pasa de las diez copas y no se est¨¢ acostumbrado a beber, existe un grave riesgo de sufrir un coma et¨ªlico, que, hipot¨¦ticamente, ¡°podr¨ªa dejar secuelas cerebrales en algunas personas, por lo que no es nada recomendable¡±, se?ala el neur¨®logo Luis Porta, del Hospital Cl¨ªnico San Carlos. El estado de p¨¦rdida de consciencia puede llegar a ser mortal.
Sin llegar a este extremo, pasarse con la bebida ocasiona en muchos individuos un estado de excitaci¨®n y agresividad notable, que finaliza con un sue?o espont¨¢neo e incapacidad para recordar lo sucedido, como indica la Gu¨ªa Cl¨ªnica sobre Alcoholismo 2014, desarrollada por Socidrogalcohol.
Si beber se convierte en una costumbre habitual, acaba produciendo cambios en el cerebro. La revista PLOS one ha publicado una investigaci¨®n realizada por la Universidad del Pa¨ªs Vasco (UPV) y la de Nottingham que ha concluido que el consumo excesivo de alcohol modifica las neuronas de la zona del cerebro que controla las funciones ejecutivas, como son la planificaci¨®n y el dise?o de estrategias, la memoria de trabajo, o el control de la conducta. Koldo Callado, profesor de farmacolog¨ªa de la UPV y coautor de este trabajo, opina: "Cuando conozcamos cu¨¢les son los mecanismos por los que el alcohol causa toxicidad, tal vez sea posible desarrollar f¨¢rmacos para tratar los d¨¦ficits de los alcoh¨®licos¡±. Amaia Herdozain, del ¨¢rea de Neurociencia del Institute de Biologie Paris Seine y coautora del estudio, apunta: "Potencialmente, la vitamina B1 puede prevenir algunos de los da?os producidos por el alcohol en el cerebro¡±.
Lo que est¨¢ claro es que el consumo de alcohol pasa factura, ya que ¡°es un t¨®xico del sistema nervioso¡±, como subraya Porta. Las neuronas sufren las consecuencias, aunque la magnitud del da?o ¡°depende de la susceptibilidad individual¡±, y esa susceptibilidad viene determinada por factores gen¨¦ticos, seg¨²n han comprobado diferentes estudios. La aparici¨®n de los efectos t¨®xicos est¨¢ ligada a las cantidades y a la velocidad con la que se beba, de forma que beber r¨¢pido es m¨¢s da?ino que tomar lo mismo pero m¨¢s despacio.
Pero, sobre todo, la cantidad ingerida es decisiva para que el alcohol tenga consecuencias para el organismo. ?Cu¨¢les son las l¨ªneas rojas que no hay que atravesar? La Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) fija los l¨ªmites entre 40 y 60 gramos diarios de alcohol para los hombres y de 20 a 40 para las mujeres (una ca?a o una copa de vino tienen algo m¨¢s de 10 gramos y un combinado unos 20 gramos). En cuanto al consumo semanal, las recomendaciones van por no sobrepasar los 280 gramos para ellos (28 vasos de vino o cervezas y 14 copas) y los 168 para ellas (16 vinos o cervezas y 8 copas).
Julio Bobes, catedr¨¢tico de Psiquiatr¨ªa de la Universidad de Oviedo, avisa: ¡°Se tarda mucho tiempo en perder neuronas hasta darnos cuenta de que hay una demencia alcoh¨®lica, que es comparable al Alzheimer. Cuando el desorden cerebral sucede, ni se recupera ni hay posibilidad de tratamiento. Las copas navide?as, como las de fin de semana, son nocivas. El alcohol mata las neuronas¡±.
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